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¿Podemos saber ya cuándo un cerebro es un cerebro criminal?

Si echo un vistazo a tu cerebro, ¿puedo saber si eres un criminal? En su libro, The anatomy of violence (La anatomía de la violencia), Adrian Raine apuesta por ello, ofreciéndonos un trocito más grande de aquí y otro más pequeño de allí. A esto es a lo que se refiere la anatomía de su título. Mi último post (Cerebros criminales y genes criminales) descrubió una serie de problemas que cuestionaban la idea de Raine de que podemos identificar ya “genes criminales”. Ahora miremos más de cerca sus afirmaciones para identificar cerebros criminales.

Genes criminales y cerebros criminales

Prevenir el crimen en lugar de esperar a que sea cometido es algo atractivo. Se trata de identificar al tipo que cometerá el crimen, e intervenir. ¿Que podría resultar más razonable? Sin embargo, ¿cómo identificar a los malos incipientes? Los frenólogos pensaron una vez que los bultos en el cráneo eran una gran pista. La hipótesis se vino abajo porque su poder predictivo no iba más allá de cero. Tales ambiciones predictivas siguen totalmente vivas, sin embargo, aunque los métodos para su identificación han sido mejorados. Un consejo: No se molesten mirando al cráneo. Miren dentro de él. Al mismo cerebro. Y también a los genes que hacen el cerebro.

El lado oscuro de la oxitocina

La oxitocina es una de las hormonas más “sexys” del mercado de la divulgación científica, debido al papel que desempeña en un variadísimo conjunto de conductas sociales: cuidado materno de los niños, cooperación social, ansiedad, confianza económica, miedo, diferencias sexuales, síndromes antisociales… Sin embargo, la oxitocina no es exactamente una “molécula del amor”, y por desgracia los peores inconvenientes de vivir en sociedad no se van a poder resolver con sprays de esta hormona, tal como parecía inferirse de los primeros trabajos optimistas de los neuroeconomistas. El neurotransmisor de las caricias tiene su lado oscuro. No es una «bomba para la paz«. Ed Yong pasa revista en New Scientist [PDF] (Vía) a algunos de los hallazgos desagradables de los que aparentemente es responsable la misma oxitocina: promoción de la envidia y de schandenfraude (Journal of Biological Psychiatry, Vol 66, Pág 864), mejora de la capacidad para leer las emociones, pero sólo para los más sociables (Psychological Science Vol 21, Pág 1426), reducción de la confianza y la cooperación en personas particularmente ansiosas (Social Cognitive and …

Problemas en la neurozona

Pete Etchells en Nature Blogs. Que te escaneen el cerebro es una experiencia muy rara. A mí me lo han hecho una vez. Me cargaron, como si fuera un torpedo, en una claustrofóbica cámara parecida a un Cocoon durante aproximadamente una hora, cuyos primeros terroríficos minutos pasé intentando recordar desesperadamente si me había deshecho de aquella bola de metal que me tragué cuando era un niño. Las máquinas mismas son bastante ruidosas, pero hay algo en sus ruidos tintineantes que me resulta relajante, así que pasé la mayor parte del tiempo en la cámara de lanzamiento intentando no bostezar. Realmente lo disfruté bastante.

Alucinando en el laboratorio: Experiencias fuera del cuerpo desde la neurociencia

Dentro del laboratorio de Henrik Ehrsson en el instituto Karolinksa de Estocolmo, el ilusionismo y la magia parecen mezclarse con la neurociencia.

Ehrsson y su equipo están interesados en responder a preguntas que ha preocupado a los filósofos y los científicos desde hace siglos: ¿Qué relación hay entre el cuerpo y el yo? ¿Cómo reconocemos que nuestros miembros son partes de nuestro propio cuerpo? ¿Cómo sentimos que nuestro yo está localizado dentro de nuestro cuerpo?

Un problema difícil

Por Arcadi Espada (Publicado en El Mundo, 27 Marzo, 2010) Querido J: Entre los libros que me han quitado el sueño, es decir, uno de esos raros que te hacen soñar, van a estar siempre estas Conversaciones sobre la conciencia que Susan Blackmore publicó hace cinco años y que Francesc Forn acaba de traducir ahora con mucha competencia para la editorial Paidós. Susan Blackmore es escritora y psicóloga y probó del fruto prohibido durante una vida anterior como magufa, versión parapsicóloga, por lo que sus incertidumbres sobre la unidad de el yo Susan Blackmore están plenamente justificadas. Durante cinco años y aprovechando descansos entre coloquios sobre el cerebro y citas en desolados pasillos universitarios entrevistó a muchos de los científicos que tienen algo que decir sobre el asunto. Llegó a 21. Hay grandes apellidos indiscutibles: Crick, Churchland, Dennett, Searle. Se echan a faltar Dawkins, Kandel, Minsky, Pinker o Rizzolatti. No hay una sola página del libro que no tenga alguna línea de interés. Buena parte del éxito se debe al planteamiento de la escritora, que encaró a todos frente a los mismos asuntos, y que siempre …

«El cerebro es una máquina causal»

«El cerebro es una máquina causal» (Patricia) «La sensación visual de la rojez es un patrón particular de las activaciones» (Paul) De «Conversations on Consciousness», por Dr. Susan Blackmore (Oxford University Press, 2005). Traducción parcial de la entrevista a Patricia y Paul Churchland (pp. 50-67). Trad. Aleix Mercader Luque Pat nació en 1943 y se crió en Canadá, estudió en Pittsburgh y Oxford, y posteriormente se casó con su compañero y filósofo Paul Churchland (n. 1942). Trabajaron juntos en la Universidad de Manitoba y en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, antes de desplazarse en 1984 a la Universidad de California en San Diego. Ambos son profesores de filosofía, y se dedican a la investigación de los límites de la filosofía de la mente y la neurociencia cognitiva. Pat es conocida por sus contundentes puntos de vista sobre la conciencia: describe este difícil problema como un «Hornswoggle problem» [usar nuestra ignorancia actual para determinar lo que «nunca» podremos descubrir] que correrá la misma suerte que el flogisto o el fluido calórico; rechaza los zombies filosóficos por …

Cómo influye nuestra autoestima en la toma de decisiones

El número de Abril de Psychological Science incluye un interesante y paradójico estudio sobre la autorregulación moral. Partiendo de estudios previos que examinan el porqué la gente actúa altruísticamente a pesar del coste que ello representa, los investigadores pretenden determinar cómo influye nuestra autoestima en la toma de decisiones. Aparentemente nos encontramos ante dos términos opuestos : pureza moral y moral permisiva. La pureza moral es la tendencia a suprimir sentimientos negativos. Por ejemplo, si alguien se siente mal por no reciclar regularmente, quizás se dé un paseo hasta el supermercado para comprar bombillas energéticamente eficientes y sustituirlas por las de alto consumo que tiene instaladas en casa y que de esta manera mejore su autoestima. En el caso de la moral permisiva, el sujeto tiende a actuar bien sea inmoralmente, o, más a menudo, a permanecer inactivo en el caso de considerarse a sí mismo como una persona con principios. Por ejemplo, si una persona viene de participar recientemente como voluntario en un evento benéfico, va a ser menos propicio a donar sangre la …

Santiago Canals: «El concepto de átomo revolucionó nuestra percepción del universo, y las neurociencias lideran un nuevo cambio de percepción: la de nosotros mismos y nuestras sociedades»

Santiago Canals es desde 2009 investigador del CSIC en el Instituto de Neurociencias de Alicante y también colaborador en el Instituto Max Planck de Biología Cibernética, en el que trabajó de 2005 a 2008.  Uno de sus trabajos mientras trabajaba en el instituto Max Planck ha aparecido recientemente en la revista Current Biology [1] y promete ayudarnos a comprender mejor uno de los fenómenos más fascinantes e importantes de la ciencia moderna del cerebro: la neuroplasticidad. A 50 años de la famosa conferencia de C.P. Snow, no cabe duda de que las humanidades, como apunta el mismo Canals, necesitan aprender de las neurociencias, pero -lo que es tan importante- estas también necesitan incorporar toda una revolución teórica que consiga dar sentido a lo que estamos aprendiendo gracias a las modernas técnicas de experimentación y neuroimagen, tanto en animales como en seres humanos. Tercera Cultura. Desde su licenciatura en biología en la universidad complutense de Madrid ha llegado usted al Instituto Max Planck, una importante institución científica europea. ¿Cómo ha sido posible esta trayectoria? ¿Cree que …

La experiencia provoca la reorganización global del cerebro

Estudios experimentales demuestran que pequeñas modificaciones en las redes neurales pueden ocasionar grandes cambios en el cerebro maduro, según analizan en el blog Neurophilosophy. Uno de los dogmas centrales de la neurociencia, que persistió en gran parte de la historia de la disciplina, consideraba que el cerebro humano adulto es inmaleable, y no podría cambiarse a sí mismo una vez plenamente desarrollado. Sin embargo, ahora sabemos que no es el caso: más que establecerse como un trozo de arcilla en un molde, el cerebro es más bien como un trozo de masilla, en el que cada nueva experiencia produce una impresión duradera. Este fenómeno conocido como plasticidad sináptica (o neural) requiere reorganización de las conexiones entre las células nerviosas, y es posiblemente el descubrimiento más importante de la neurociencia moderna. A partir de las investigaciones de los últimos 20 años, está bien establecido que el cerebro puede adaptarse él mismo a cualquier circunstancia, lo que despliega la posibilidad de terapias para una gran variedad de condiciones neurológicas. Hasta ahora, se creía que tal reorganización se …

Contra la filosofía

Existe una palabra para intentar denigrar a quienes intentan elaborar los temas filosóficos de la tradición empleando los métodos de la ciencia moderna: cientificismo. Esta crítica de la razón científica tiene muchas fuentes y entusiastas seguidores. Téologos, periodistas, gurús, humanistas y filósofos coinciden comúnmente en cuestionar el proyecto de la Ilustración basado en la ciencia. El mismo Benedicto XVI puede citar con toda normalidad a los filósofos; Nietzsche, Adorno y Horkheimer cuando se trata de subrayar la «candorosa y simplista seguridad» del docto crítico con el ser religioso, o cuando es preciso recordar la «dialéctica de la ilustración» que aparentemente descubre la conexión entre la razón positivista y las experiencias totalitarias del siglo XX. Los filósofos vuelven a descubrir viejos reproches contra la razón en la más conocida propuesta de Jean-François Lyotard. La ciencia, según el enfoque «posmoderno» tan popular especialmente en las naciones latinas sería sólo el último de los metarrelatos sobre la salvación humana. Pero esta «condición posmoderna» de la cultura apenas logra sostenerse después de abril de 1996, cuando el gran aguafiestas …