Libros / Reseñas, Tercera Cultura
comentarios 2

Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo

Reseña de S=ex2 ,  La ciencia del sexo,  de Pere Estupinyà. Barcelona: Random House Mondadori  (486 pg.).

Pere Estupinyà publica la crónica de un formidable tour de force erotómano que está llamado a perdurar como un hito ineludible en la divulgación científica hispana. Empieza con un orgasmo autoinducido, por masturbación, bajo las estrictas instrucciones de un protocolo de neuroimagen funcional, echado en la camilla inserida  en la matriz de un equipo de resonancia magnética, en los laboratorios de la Universidad Rutgers, New Jersey, y acaba describiendo golosas experiencias en fiestas de intercambios de parejas, en clubs de Manhattan, donde él y una de sus amigas (circulan docenas de amigas, por el libro), se sumergen con la dedicación y el entusiasmo exigibles a los estudiosos del comportamiento.

Captura de pantalla 2013-05-31 a las 13.43.21Por el camino, ha visitado varios clubs sado-masoquistas en barrios neoyorquinos, ha completado cursos de optimización tántrica del gozo y los orgasmos por vía mental, ha compartido confidencias con actores y actrices porno en el Bagdad barcelonés, se ha hecho registros pletismográficos de su excitación peneana ante películas de contenido incitante en los laboratorios del Instituto Kinsey, en Indiana, ha visitado clínicas especializadas en el tratamiento de todo tipo de disfunciones o enfermedades relacionadas con el sexo, ha presenciado intervenciones quirúrgicas de reconstrucción de genitales, en transexuales, ha evaluado un buen abanico de productos de farmacia y enseres de sex-shop para promover la calidad y la variedad erótica, y ha tomado muchas copas conversando por todo el planeta, en los Congresos de Sexología, con los investigadores y los clínicos más reconocidos en el ámbito del comportamiento sexual.

Si se busca información actual y detallada, con puntillosa meticulosidad, sobre las costumbres, las variantes, las preferencias y las orientaciones de la conducta sexual de los hombres y las mujeres (y las de algunos animales, también), así como de los complejos engranajes biológicos que les dan curso y de las expectativas y cogitaciones altamente peculiares que a menudo las acompañan, el vasto y minucioso compendio de Estupinyà es el texto a consultar. Método utilizado: acceder a los estudios más recientes (hasta finales de 2012) que los diversos frentes de investigación van abriendo, sin cesar, en la descripción de los mecanismos del sexo y rendir visita, a continuación, a los laboratorios punteros o acercarse a las reuniones donde intervienen los protagonistas de los hallazgos, para combinar la digestión de los datos de la literatura especializada con la conversación distendida con los personajes responsables de los avances más chocantes y sugerentes. Con el ingrediente y picante añadido de la disposición del cronista a avenirse, de buen grado, a hacer de cobaya en todo momento y a completar, por su cuenta, prácticas de campo desafiantes y exhaustivas para llegar a un conocimiento sólido, contrastado y trabajado de primerísima mano, de todo aquello (o casi) que pretende describir.

Estupinyà posee talento pedagógico y demuestra buen oficio periodístico. Redondea un panorama convincente y atractivo, a la vez, del frondosísimo vergel de sutilezas moleculares y neurales que varias trincheras científicas van añadiendo al dibujo cada vez más afinado y preciso de los mosaicos de la sexualidad humana (la occidental angloparlante, sobretodo). Las desazones, los gozos y la gimnasia sexual así como las obsesiones erotógenas del magín contemporáneo conocen, desde hace una veintena larga de años, una riquísima y creciente pormenorización a la cual este ensayo, escrito con la vivacidad y el desparpajo de una serie de reportajes para un magazine dominical, hace justicia. Lástima que Estupinyà lo estropee, de vez en cuando, cuando se dedica a aleccionar partiendo de sesgos y manías personales de todo punto prescindibles. Sirva, como ejemplo estentóreo, la elegía a una baldía y desvencijada aproximación biopsicosociológica de la que se convierte en portavoz exultante en aras de patrocinar visiones “integrales” y multidisciplinares de la sexualidad. Por apuntar tan sólo un problemilla menor de esas aproximaciones “multi-morcilla”: ¿donde colocamos la economía o la política del sexo que, por cierto, brillan por su casi total ausencia en el compendio?.  Tampoco le va a la zaga, en patrocinio de la confusión, una querencia a  bendecir bajo el manto genérico y reverencial de “la ciencia”, a materiales “sexológicos” de muy dudosa valía que se homologan con criterios más que discutibles, mientras otros con sólidos quilates son marginados o descartados por las buenas (o por motivos cursis de corrección progre y no-sexista).

Las ingenuidades adoctrinadoras de ese cariz le dan unos toques francamente provincianos a una obra de vocación y plasmación cosmopolita, de la que se puede sacar un jugoso  provecho y no pocas y estupendas enseñanzas. Es mucho más excusable y divertida, en cambio, la deriva un punto exhibicionista que le lleva a pregonar, convencidísimo, que aquel orgasmo autopropiciado y culminado en New Jersey, en la primavera de 2012, fue el primero jamás escaneado y vivido por varón alguno, en este mundo, en una sesión de neuroimagen del cerebro. Descontando esos curiosos deslices, que quizás quepa atribuir a la sombra juguetona del Orgasmon Allenyano (y todavía más, imagino, si la base de principal de incursiones sexológicas es Manhattan), albergo la sospecha que la obra de Estupinyà será referencia obligada para los reporteros hispánicos de ciencia y tecnología que aspiren a alcanzar una merecida y rutilante notoriedad.

 

2 Comentarios

  1. Pere says

    Oh! qué buena reseña. Y encima del gran Tobeña! Gracias!!! 😉
    sólo un par de comentarios:
    – en el libro no digo que fui el primer hombre cuyo cerebro fue escaneado mientras tenía un orgasmo (un grupo holandés lo hizo con PET), sino con fMRI. Y eso sí es cierto.
    – lo de biopsicosociológico no es un palabro que yo me invente, sino la aproximación más repetida en los papers y congresos de sexual medicine e investigación en sexología en que participé. Los propios urólogos (tradicionalmente muy falocéntricos) hablan de ello. Reconozco que me convenció mucho esta visión multidisciplinar del sexo (tanto en la práctica terapéutica como en el estudio académico) y la repito bastante. Pero no me la invento de la nada.
    Gracias de nuevo, y saludos!

  2. maria teresa gimenez barbat says

    Un placer tenerle, Sr. Estupinyà. Saludos del equipo de TC.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *