General

Vicky Cristina y Joel Joan

Estaba rememorando este ridículo publireportaje sobre Barcelona (con su extensión a Oviedo) que es la última película de Woody Allen cuando he sabido de la muerte del militar Luis Conde de la Cruz a manos de ETA. Para quienes no la han visto aún, se trata de la aventura de una americana que viene a Barcelona porque está haciendo una tesis (la tesis de Nancy)sobre, agárrense, «la identidad catalana». En ella transcurren los tópicos favoritos del radicalismo chic: artistas atormentados pero con descapotable y un excelente ánimo para practicar sexo, arrebatos pictóricos en camiseta de tirantes y melena suelta, fiestas en sitios guay y una inverosimil Scarlett Johanson aficionada a Scribain… Y me ha incomodado particularmente porque la guinda de la película (para una catalana no nacionalista como yo) llega por dos veces en sendas apariciones del inefable Joel Joan en el papel de intelectual, poeta o artista catalán con quienes los protagonistas comparten alegres copas. Más de mil muertos en este país y a quien distinguimos con el honor de hacer un cameo en nuestra propaganda más internacional es a un subvencionado independentista que se carga cuando abre la boca toda idea de cosmopolitismo.