Publicado por Tom Rees en Epiphenom*
La inhibición cognitiva es una importante habilidad mental. Detener o no prestar atención a procesos mentales, conscientes e inconscientes, es algo que a menudo se precisa para suprimir pensamientos irrelevantes o no deseados, y para suprimir significados inapropiados de palabras ambiguas.
En otras palabras, resulta vital centrar la atención.
Un decrecimiento en la inhibición cognitiva está asociado con la creatividad, pero también con la ansiedad y la neurosis, los sentimientos de amenaza e incontrol, los estados alterados de conciencia, el pensamiento intuitivo y los sesgos en el razonamiento lógico. Esto es lo que lleva a Marjaana Lindeman, de la universidad de Helsinki, Finlandia, a preguntarse si la falta de inhibición cognitiva también juega un papel en las creencias sobrenaturales.
Junto con sus colegas, colocó a 23 escépticos y creyentes dentro de un scanner de resonancia magnética (un scanner cerebral). Una vez allí, les dieron algunas historias cortas para que las leyeran, y una imagen a la que mirar. Pueden verse algunos ejemplos en el gráfico.
Como resultado, asegura Lindeman, esto “apoya el argumento de que los escépticos tacharon como irrelevante la idea potencial de un signo sobrenatural en las imágenes, mientras que los creyentes no lo hicieron. Esta interpretación se encuentra en línea con previos hallazgos que muestran que los escépticos son mejores en tareas inhibitorias que los creyentes.”
También encaja con una investigación previa de Lindeman una investigación previa de Lindeman que sugería que los creyentes en lo sobrenatural se sienten confusos cuando piensan sobre cómo funciona el mundo.
Continúa concluyendo que:
Aunque la inclinación general de la gente hacia las creencias sobrenaturales puede entenderse como un modo de procesamiento natural de la información, la inhibición cognitiva débil podría explicar por qué las creencias sobrenaturales no son típicas en todo el mundo y especialmente no lo son para los niños, la gente mayor, los individuos creativos, los pensadores intuitivos, las personas ansiosas o con desórdenes mentales, y también durante un sentido de control disminuído y estados alterados de conciencia.
En otras palabras, aunque todos nacemos con cerebros hiperactivos que buscan signos y señales, no todos nacemos creyentes. Porque muchos de nosotros también nacemos escépticos.
Referencia: Lindeman M, Svedholm AM, Riekki T, Raij T, & Hari R (2012). Is it just a brick wall or a sign from the universe? An fMRI study of supernatural believers and skeptics. Social cognitive and affective neuroscience PMID: 22956664
A ver, creo que en algún punto me perdí. La investigación demuestra que en las personas escépticas muestran una mayor actividad en el GFI derecho, región que tiene funciones inhibitorias. Hasta ahí lo entiendo, y comprendo la relación que se hace entre la inhibición y las creencias/explicaciones sobrenaturales, la creatividad, el control/descontrol emocional y otras funciones en las que interviene la inhibición. ¿Pero cómo se llega de eso a que «algunos nacemos escépticos»? Por lo que yo entiendo, el encontrar una determinada zona del SNC cuya activación correlacione con alguna clase de conductas NO IMPLICA de forma alguna que esta forma de comportamiento esté determinada genéticamente, o si quiera que sea una característica estable del individuo.
Saludos! =)
La tarea de cuantificar la proporción de determinismo genético y ambiental de cierto rasgo fenotípico es complicada. Pero precisamente la prueba de que cierto comportamiento está en parte determinado por los genes es encontrar una relación «robusta» entre la aparición del comportamiento y la actividad cerebral en una parte concreta y por robusta me refiero a que exista una diferencia clara entre la actividad de esa parte concreta del cerebro en individuos que presentan ese comportamiento y en los que no lo presentan.
Es una investigación interesante. Sabíamos que hay partes del cerebro implicadas en las creencias sobrenaturales y religiosas. Que quizá tenemos un «instinto espiritual». Y que, por tanto, la religión, como toda institución social, es una combinación sociobiológica. Pero, ¿por qué hay individuos que no desarrollan pensamientos sobrenaturales? Porque otro módulo de su cerebro anula esos pensamientos. Pero, ¿anulan también otras creencias (socio-políticas, por ejemplo)? Como afirma Gazzaniga, nuestro cerebro tiene una gran necesidad de creer.
Christian.
«la prueba de que cierto comportamiento está en parte determinado por los genes es encontrar una relación “robusta” entre la aparición del comportamiento y la actividad cerebral en una parte concreta»
No estoy de acuerdo con tu razonamiento, Marco, ya que esa «relación robusta» puede ser resultado directo de la educación recibida por el individuo. El entrenamiento puede modificar la actividad cerebral.
Christian, la religión (= ritual para aplacar a los espíritus) es consecuencia directa del desliz animista (= la invención de agentes fantasmales llamados espíritus) en el que inevitablemente ha caído toda comunidad humana primitiva. Por eso todas las culturas humanas han profesado y siguen profesando el animismo, bien sea en su variedad antigua (culto a los antepasados, combinado después con el politeísmo) o en su más reciente variedad monoteísta (derivada del politeísmo a través del henoteísmo).
Por ejemplo, una de las comunidades actuales más aisladas y primitivas es la tribu amazónica de los pirahá, integrada por unos cuatrocientos individuos. Según el lingüista Daniel Everett, que vivió con ellos durante un cuarto de siglo, los pirahá creen en espíritus, aunque no han elaborado mitos y sus ceremonias son muy sucintas. O sea, que los pirahá profesan una forma muy elemental de animismo.
Rawandi, creo que con tu tesis hay muchos padres torturando a sus hijos mediante unas clases de música que, por muchas horas que le echen, no van a conseguir que se activen las mismas áreas y de la misma manera que a Mozart.
Mi tesis es que cinco años estudiando piano, por ejemplo, pueden bastar en teoría para modificar la actividad cerebral con respecto a las personas que no saben tocar ningún instrumento musical. No niego la existencia de predisposiciones genéticas en el caso de los genios como Mozart, pero para demostrar la influencia genética tendrás que hacer otros estudios; no basta con señalar la diferencia de actividad cerebral entre las personas que saben tocar un instrumento y las que no.
Mientras más se perfecciones las técnicas que permiten estudiar la actividad cerebral aparecerán más claras correlaciones entre tipos de comportamiento y actividad cerebral… no me parece posible que exista conducta sin sistema nervioso, o que la conducta surja «espontáneamente», sin que medie el SN. (Creer lo contrario implicaría una vuelta al dualismo mente_inmaterial-cuerpo_material)
También sabemos que existen procesos de aprendizaje, vale decir, que los repertorios conductuales de los individuos se modifican producto de la interacción con el ambiente (ya sea por condicionamiento clásico, operante, observacional, etc.).
De las dos afirmaciones anteriores (necesaria correlación SN-conducta y posibilidad de modificar la conducta ambientalmente), se deduce que la historia ambiental del individuo influirá en su actividad cerebral.
Básicamente ese es el razonamiento que me lleva sostener que estudios de correlación cerebro-conducta NO permiten hablar de si existen predisposiciones genéticas o no.
«estudios de correlación cerebro-conducta NO permiten hablar de si existen predisposiciones genéticas o no.»
David, creo que tu afirmación es falsa al menos en el siguiente caso: los estudios científicos de gemelos monocigóticos que hayan sido criados en un mismo entorno.
El debate entre predisposición genética y aprendizaje está superado y además es algo simplista. La conducta social y los rasgos de personalidad (desde la inteligencia a la felicidad) son resultado de una interacción de elementos genéticos, neurohormonales, psicológicos, sociales y ambientales. No puede ser de otra manera para una especie dotada de genes, cerebro, mente, relaciones sociales, cultura y entorno biofísico.
«El debate entre predisposición genética y aprendizaje está superado y además es algo simplista.»
Bueno, yo creo que se trata de una cuestión muy compleja pero interesante, ya que tanto la influencia genética como la ambiental son factores reales.
«David, creo que tu afirmación es falsa al menos en el siguiente caso: los estudios científicos de gemelos monocigóticos que hayan sido criados en un mismo entorno.»
Rawandi, tienes toda la razón. Debí matizar mi frase: «Los estudios donde sólo se correlacione actividad cerebral y conducta NO permiten hablar de si existen predisposiciones genéticas o no, ya que dicha actividad cerebral puede ser originada tanto por predisposiciones genéticas como por los aprendizajes previos.» El caso de los gemelos es una buena forma de controlar la variable genética, para medir el impacto de lo ambiental =), lamentablemente es muy poco factible y ético hacer vivir a dos personas exactamente las mismas experiencias, como para medir el efecto de lo genético controlando lo ambiental.
Los más instructivos serían los casos de gemelos monocigóticos que hayan sido criados en entornos extremadamente diferentes. Pero, aparte de que realizar un experimento deliberado de ese tipo sería poco ético, resulta difícil encontrar casos espontáneos, porque las agencias de adopción, cuando separan a dos gemelos monocigóticos, tienden a buscarles hogares muy parecidos, igual que al resto de los huérfanos.