El mito de la ciencia perfecta
Es de buenas maneras pretender que la ciencia es una actividad puramente racional, una búsqueda de la verdad objetiva y nada emocional. Pero por supuesto todos sabemos que esta imagen es un mito. Hay muchas pasiones y egos en la vida de los científicos, las reputaciones importan y los sentimientos son fácilmente heribles. Algunas interacciones entre científicos son tensas, y la relación entre el autor original de un artículo de investigación y un aspirante a replicador puede resultar particularmente amenazante. El propósito de esta nota es proponer normas para la interacción de los replicadores y los autores, que eventualmente deberían ser reforzadas por los revisores de propuestas e informes sobre investigación de replicación.