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diálogo de farsantes

En la Conferencia Internacional del Diálogo organizada en Madrid del 16 al 18 de Julio, el rey de la Arabia Saudita, país por cuya solicitud se ha llevado a acabo el evento, hace un llamamiento al diálogo entre religiones y civilizaciones para hacer frente a la «pérdida de valores» y «confusión de conceptos» que padece la sociedad actual, fruto, a su juicio, del «vacío espiritual que padecen las gentes». En su opinión, las tragedias vividas por la humanidad como consecuencia de diversos enfrentamientos no han estado motivadas por las religiones, sino por «el extremismo que adoptaron algunos de los seguidores» de diversas religiones y creencias políticas. Parece que él no se cuenta entre estos extremistas, a pesar de que su país no podría acoger esta conferencia debido a la prohibición de la Ley coránica. Tampoco parece que sea extremista que en su país, y en varios otros del ámbito musulmán, la mujer esté sometida al hombre y y es esclarecedor que, en esta conferencia, con casi 300 asistentes y sólo 15 mujeres, no haya habido referencia alguna a favor de los derechos de las mismas. No considera extremista a un país donde las prácticas religiosas que no deriven del Islam están penadas cruelmente. Donde, no sólo los judíos no pueden entrar en la Meca, sino que forma parte de sus proclamas políticas la negación del derecho a existir del estado de Israel. Muy atinadamente el OLRC señala que “el hecho de que la conferencia mundial sobre diálogo interreligioso se produzca en Madrid, y que el presidente de la misma tenga que desplazarse a otra nación, otra cultura, otro mundo, supone ya de por sí un contraste brutal en lo que respecta a las libertades en su propia nación”. Por este motivo lanza una propuesta, a la que me adhiero con calor, que “la próxima conferencia mundial sobre el diálogo interreligioso sea organizada en Riad, aunque para ello tenga que dejar entrar a judíos, o incluso dejar que presida la misma el cardenal Jean-Louis Tauran, del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.”

Pero no sólo esto, según afirma este periódico “está previsto que participen personajes vinculados con el islamismo radical como el William Baker, presidente de Christians and Muslims for Peace (CAMP); neonazi conocido internacionalmente y ex miembro del KKK. O la presidenta de Islamic Sociaty of North América, Ingrid Mattson, reputada promotora del wahhabismo, la corriente más radical del sunismo que ha sido adoptada por los miembros de organizaciones terroristas como Al Qaeda”.

A mí me avergüenza que se dejen ver en ella el presidente Zapatero y el Rey Juan Carlos.