Ray Kurzweil se une a Google para crear una máquina inteligente.

Larry Page, nacido en Michigan en 1973, es un joven creativo, con nuevas ideas sobre buscadores, que junto con un compañero de la universidad de Stanford, Serguéi Mijáilovich Brin, se lanzó a la aventura empresarial que se llama Google.

Ray Kurzweil, nacido en Massachussets en 1948, es un personaje extraordinariamente interesante, inventor de unos cuantos programas y aparatos muy originales y de los que casi con seguridad usted ha usado alguno de ellos en algún momento de su vida. Estando en el instituto de enseñanza media se hizo famoso pues desarrolló un software que permitía al ordenador componer música clásica en varios estilos.

Por ejemplo, al estilo de Bach. No es demasiado complicado, pero en 1965 su invento llamó tanto la atención que fue invitado a uno de los grandes shows de la televisión de Estados Unidos y eso le hizo famoso. Posteriormente Kurzweil inventó muchas cosas que eran la primera vez que se hacían. Por ejemplo, creó una máquina con su software correspondiente, para ayudar a los ciegos. Estos metían los libros en un escáner y el programa de Kurzweil lo leía y decía en voz alta. El programa convertía el texto en voz. Hoy no es nada nuevo, pero fue la primera vez que se hizo. También creó programas de entender las letras escritas en cualquier tipografía; es lo que se llama un programa de OCR. También creó sintetizadores capaces de simular el sonido de cualquier instrumento musical y sistemas de reconocimiento de voz. Es autor de muchos libros, el último, en español, lleva el título de «Cómo crear una mente. El secreto del pensamiento humano», editado por Lola Books.

El pasado mes de julio de 2013 Page y Kurzweil se reunieron. Kurzweil le había enviado a Page un ejemplar de su libro, antes de publicarse, para saber su opinión. En el libro Kurzweil habla de que tener grandes cantidades de datos de un modo organizado –como hace Google– es indispensable para crear la máquina pensante y en la entrevista le pedía a Page si le permitirían usar los datos y la potencia de cálculo de Google. Page le dijo que sí pero que de un modo limitado pues las normas de seguridad tanto de Google como las que les impone el gobierno impiden dar los datos a personas ajenas. Entonces le propuso a Kurzweil que lo hiciera desde dentro, trabajando para Google. Kurzweil aceptó y hoy es el jefe de ingeniería de un proyecto que tiene como objetivo crear una máquina mucho más inteligente que cualquiera de las existentes. Estoy seguro de su éxito.