Tercera Cultura
comentarios 18

«Nos gusta pensar en la igualdad como un valor legal y ético, pero no es un hecho biológico»

SKEPTIC: Vidas Entrelazadas

Entrevista de Frank Miele a los expertos en gemelos Thomas J. Bouchard y Nancy L. Segal (Traducción: Carmen Casariego).

«Tendemos a etiquetar los puntos de vista económicos como ‘liberal’ o ‘conservador’. ¿Qué es más importante, la genética heredada o las finanzas heredadas?» (…) «¿Hasta dónde podemos extender de manera realista cualquier discusión acerca de los intereses comunes basados en factores genéticos? ¿Realmente podemos hacer comparaciones entre grupos raciales para determinar los roles relativos del factor hereditario y del entorno en producir diferencias entre razas en el comportamiento, la salud, el nivel de ingresos o cualquier otro punto?»

VIDAS ENTRELAZADAS [1]

Los expertos en gemelos l, del Estudio Minnesota de Gemelos Criados por Separado, se reúnen para hablar de genética comportamental y psicología evolutiva

FRANK MIELE
(Traducción: Carmen Casariego)

THOMAS J. BOUCHARD, JR. es profesor de psicología de la Universidad de Minnesota y director del Centro Minnesota para la Investigación de Gemelos y Adoptados. Se le conoce por diseñar y llevar a cabo el Estudio Minnesota de Gemelos Criados por Separado (MISTRA), que ha revelado el sorprendente parecido en el comportamiento de gemelos idénticos[2] (mejor expresado técnicamente como monocigóticos) que habían sido separados a edad muy temprana. Este estudio pormenorizado, que incluía mediciones físicas, médicas y psicológicas de un gran número de casos, estableció la importancia de los factores genéticos en casi todos los aspectos del comportamiento humano.

El sorprendente parecido de una pareja de gemelos monocigóticos criados por separado, llamados los «gemelos Jim» llamó la atención de los medios a escala mundial y llevó a la identificación y estudio de muchos más casos. Según lo describe la colega de Bouchard, entrevistada también en este artículo, Nancy Segal, en su libro Vidas entrelazadas, cada Jim tenía un perro llamado «Toy», había estado casado dos veces -en primeras nupcias con sendas mujeres llamadas «Linda» y posteriormente con segundas esposas llamadas «Betty», uno de ellos nombró a su hijo «James Allan» y el otro «James Alan», ambos «Jim» conducían un Chevrolet azul claro hasta la playa Pas Grille en Florida para pasar allí las vacaciones familiares, fumaban cigarrillos Salem y bebían cerveza Miller Lite. Ambos ejercían de sheriff a tiempo parcial, se mordían las uñas, padecían migrañas y dejaban por la casa notas de amor a sus esposas.

El profesor Bouchard ha llevado a cabo investigaciones extensas en el campo de la genética comportamental y de la psicología evolutiva.

Entre sus publicaciones recientes encontramos: Koenig, L.G., & Bouchard, T.J., Jr, 2006. «Genetic and Environmental Influences on the Traditional Moral Values Triad – Authoritarianism, Conservatism and Religiousness- as Assessed by Quantitative Behavior Genetic Methods.» En McNamara, P. (Eds.) Where God and Science Meet: How Brain and Evolutionary Studies Alter Our Understandig of Religion, Volume I: The Evolutionary Psychology of Religion: How Evolution Shaped de Religious Brain. Westport, CT: Praeger.

La obra Bouchard, T.J., Jr., «Genes and Human Psychology Traits.» En P. Carters, S Lawrence & S. Stitch (Eds.), The innate mind: Foundations for the future (Vol. 3), Oxford: Oxford University Press, está en preparación.

NANCY L. SEGAL, fue una de las colaboradoras más importantes de Bouchard en el Proyecto MISTRA. Actualmente es profesora de psicología y directora del Centro de Estudios de Gemelos de la California State University, Fullerton. Fue nombrada Profesora Distinguida en humanidades y ciencias sociales y Profesora Sobresaliente del Año (2004-5). La Dra. Segal también recibió la James Shields Award 2005 de la Behavior Genetics Association y la International Society for Twin Studies por su contribución a la investigación gemelar, la Social Responsibility Award 2008 de la Western Psychological Association y la International Making a Difference Award 2006 (Múltiple Births Canada).

La Dra. Segal es autora de Indivisible by Two: Lives of Extraordinary Twins (Cambridge: Harvard University Press, 2005/2007) y Entwined Lives: Twins and What They Tell Us About Human Behavior (NY: Dutton, 1999, NY: Plume 2000), y editora senior de Unitting Psychology and Biology: Integrative Perspectives on Human Development (Washington, DC: APA Press, 1997). Recibió una American Fellowship 2003-2004 de la American Association of University Women y es editora asociada de Twin Research and Human Genetics, la revista oficial de la International Society for Twin Studies. Una de las parejas de gemelos idénticos criados por separado más interesantes que la Dra. Segal ha estudiado y descrito está formada por Oskar, que se educó como católico en la Alemania nazi y Jack, que se crió como judío en Trinidad.

La Dra. Segal ha intervenido en Good Morning America, 20/20, el Oprah Winfrey Show y Discovery Health.

SKEPTIC ha reunido a estos «gemelos de Minnesota» para que nos expliquen cómo la investigación sobre gemelos y adoptados cambió los conocimientos de psicología y a la vez arrojen luz sobre la creciente influencia de la genética comportamental (o genética del comportamiento) en la psicología evolutiva, la economía y las ciencias políticas.

SKEPTIC: Ambos trabajan en campos que tienen que ver con la evolución y la genética. En la mente común, se entrelazan pero son cosas distintas. La evolución implica cambio, mientras que los factores hereditarios o genéticos implican continuidad. Estamos presenciando una explosión de conocimiento en la investigación genética y evolutiva. Basta con coger el periódico cualquier día. ¿Ha llevado tanto tiempo desde Darwin y Mendel para que la ciencia y la sociedad aprecien su importancia, o ha sido un movimiento pendular? ¿Cómo describirían esta historia?

NS: Creo que ha habido algo de movimiento pendular porque los estudios genéticos tuvieron mala fama durante un tiempo debido al legado del nazismo y el determinismo genético. Como reacción, los estudios de psicología en América se decantaron por el pensamiento ambiental (esto es, la exclusión de la genética a favor de factores sociales, culturales, económicos y políticos). Más tarde se produjo una desilusión con las explicaciones puramente ambientales a la vez que hubo importantes descubrimientos en genética que comienzan con el desciframiento del DNA en 1953. También se descubrió que un vigésimo primer cromosoma extra está presente en casi todos los casos del síndrome de Down. Todos estos acontecimientos movieron el péndulo de nuevo hacia la genética.

La genética comportamental y la psicología evolutiva han existido por separado durante un tiempo, pero ahora, al acercarse, creo que cada una se está dando cuenta del valor de la otra. Por ejemplo, la genética comportamental ofrece un amplio espectro de métodos y enfoques que los psicólogos evolutivos pueden utilizar para responder a algunas de sus preguntas (especialmente aquellas que tienen que ver con las relaciones entre familiares), y los psicólogos evolutivos pueden informar a los genetistas acerca de diferencias en el factor hereditario de rasgos específicos. Desearía que los genetistas adoptaran una perspectiva más evolucionista en su trabajo. Creo que los psicólogos evolucionistas están acercándose más hacia los estudios de genética comportamental que viceversa, pero no sé muy bien porqué. ¿Tom?

TB: Bueno, en el sentido más amplio de la pregunta, creo que Nancy tiene razón. El nazismo realmente contaminó todo lo asociado a la genética humana y nos dejó incapaces de pensar con claridad en torno a todas las influencias en la conducta humana. Incluso en 1979, cuando comenzó mi estudio de los gemelos criados por separado, había estudiantes de post-grado en el departamento, algunos de ellos asociados a mi propio laboratorio, que dijeron «No quiero tener nada que ver con esto. Seré incapaz de encontrar trabajo cuando salga de aquí». También había otros factores. No hay ninguna duda de que los estudios de conducta, comenzando con John B. Watson y culminando con el trabajo de B.F. Skinner, dominaron la escena durante un periodo de tiempo. Hoy en día tenemos una perspectiva más amplia y hay una tendencia, especialmente entre los que estudian la genética comportamental, a trivializar el periodo de estudios de conducta con un enfoque psicológico. Bueno, no todo fueron tonterías y equivocaciones. Hubo aportaciones muy importantes y de gran utilidad. Se desarrollaron metodologías que son muy útiles para estudiosos clínicos, estudios de conducta animal, y muchos otros campos. Desde luego, no quiero desestimarlos.

Nancy tiene razón en que en años recientes ha habido una concatenación de hechos, especialmente el desciframiento del genoma humano, que nos han dirigido hacia la revolución de la genética molecular. Eso continúa, y aún no está completamente resuelto. Hace tan sólo unas semanas estuve en una reunión en la que se presentaron trabajos que documentan una cantidad ingente de evidencia de que la evolución sigue teniendo lugar en diferentes poblaciones humanas entre los últimos 5.000 a 10.000 años. Algunos habían llegado a argumentar que la evolución humana había cesado y no ha sido así. Actualmente hay muy pocas dudas al respecto.

SKEPTIC: Echando la vista atrás en sus carreras, ¿cuál ha sido la sorpresa más grande que se han llevado?

NS: La primera y mayor sorpresa para mí ha sido lo parecidos que son los gemelos monocigóticos criados por separado. Durante los cuatro años que trabajé en mi disertación estuve inmersa en la vida de más de cien gemelos monocigóticos (MZ) y dicigóticos (DZ) de entre 7 y 10 años de edad. Era fácil ver que los MZ eran más parecidos entre sí que los DZ, pero nunca había observado a gemelos de ningún tipo que hubieran sido criados aparte (de ahora en adelante MZA y DZA). A la semana de incorporarme en Minnesota, Tom me tenía llevando gemelos de un lado a otro por el hospital universitario y los laboratorios de psicología. Los gemelos de la primera pareja de MZA se parecían tanto – en la forma de reír, en el interés común por los caballos y los perros, y en tantas otras cosas. Habían estado separados durante unos 34 años, tras haber sido separados a los cuatro días de nacer. Este fue mi primer contacto con gemelos que se habían criado por separado y estaba absolutamente asombrada por lo que veía.

Otro descubrimiento fascinante fue el contraste que presentan los gemelos virtuales que he estado estudiando. Se trata de niños sin relación biológica alguna, de la misma edad, que se crían en una situación muy similar a los gemelos y que incluso algunas veces se consideran gemelos entre sí. Sin embargo, estos individuos son extremadamente distintos en sus comportamientos. Quizá no fue tan sorprendente porque de alguna manera lo esperaba, pero fue interesante comprobarlo porque ahora las piezas del puzzle encajan muy bien.

SKEPTIC: ¿Los gemelos virtuales son niños adoptados?

NS: No todos ellos. Los gemelos virtuales (VT) pueden ser dos niños sin relación biológica adoptados por la misma familia al mismo tiempo, normalmente en un periodo de tiempo muy cercano a su nacimiento, o un niño de aproximadamente la misma edad que es adoptado por una familia justo antes o después de que los padres hayan tenido un hijo biológico. Esto puede ocurrir porque cuando una pareja experimenta problemas de fertilidad comienzan el proceso de adopción y a la vez a menudo están sometiéndose a tratamientos de fertilidad. Se obtiene entonces esta convergencia en el nacimiento de un hijo biológico y la adopción de un hijo no relacionado biológicamente con la familia.

Lo curioso de los gemelos virtuales es que nos ofrecen una estimación muy pura del entorno familiar compartido. Nos permiten ver cómo son de similares unos individuos que han sido criados juntos desde el nacimiento y que pasan los hitos del desarrollo a la vez. Los hijos adoptados normales y corrientes tienen distintos antecedentes tempranos y se incorporan a la familia en distintos momentos de su desarrollo.

Los gemelos virtuales son lo contrario de los gemelos monocigóticos criados por separado. Nos ofrecen una oportunidad de comparación y de contraste excelente. Los MZA comparten los genes, pero no el entorno. Es sorprendente ver lo distintos que son los gemelos virtuales el uno del otro.

Para terminar, me asombraron los progenitores, que saben mucho más acerca del comportamiento humano que muchos científicos sociales, porque son los que de hecho crían a los gemelos MZ, DZ o VT. Ven cómo el proceso de desarrollo tiene lugar ante sus propios ojos. Sin preparación formal en el tema, normalmente pueden indicarte qué causa un comportamiento u otro y porqué los niños son como son. Estoy realmente impresionada por las observaciones de los padres.

SKEPTIC: Tom, ¿cuál ha sido la gran sorpresa con la que te has encontrado en tu carrera de genética comportamental?

TB: Para mí la gran sorpresa fue que cuando comenzamos a estudiar a los gemelos que habían sido criados por separado. Desde luego esperaba que hubiera algunos rasgos que obedecieran por completo a cuestiones ambientales y otros claramente influenciados por la genética. Por ejemplo, consideremos la impulsividad y la sociabilidad. Ves niños que son mucho más impulsivos que otros, y uno tiene la impresión de que es un rasgo biológico. También ves niños con más amistades y que interactúan más con las demás personas, y piensas cuánta influencia pueden tener los padres en una dirección o en otra en términos de sociabilidad, así es que piensas que eso se debe mucho más a la educación recibida. Sin embargo, nuestra primera mirada a los datos, muy al principio, cuando tan sólo teníamos unas diez parejas de gemelos en estudio, demostró que nuestras intuiciones estaban claramente erradas. Según fuimos añadiendo más gemelos al estudio, se volvía más evidente. Cuando tuvimos acceso a más datos provenientes de otros estudios, incluyendo datos de gemelos que no se habían criado por separado, las respuestas fueron aún más obvias – los factores genéticos son importantes en casi cada rasgo de comportamiento y ganan importancia con el tiempo.

Uno de los problemas fue que cuando comenzamos a analizar los datos no diferenciábamos a los gemelos por grupo de edad. Estábamos consolidando observaciones de adolescentes, jóvenes e incluso adultos. Pues bien, ahora sabemos que hay influencias ambientales de cierta consideración en las primeras fases de la vida, mientras que los factores genéticos van cobrando importancia con el tiempo. Esto refleja exactamente lo contrario de la creencia convencional expresada tan bien por Shakespeare con su «slings and arrows of outrageous fortune» (lanzamientos y flechas de inusitada puntería). Todos asumíamos que los efectos ambientales se acumularían, de manera que cuando estudias a un adulto esperas encontrar una mayor influencia ambiental y un efecto suavizado de los genes. Sin embargo, el resultado nos mostró exactamente lo contrario. ¡Fue asombroso! Todo el campo de la psicología estaba siguiendo una pista falsa. Necesitamos datos y controles apropiados para poner las cosas en su sitio.

Necesitas estudiar gemelos si quieres evaluar las influencias comunes por parte de la familia y, cuando lo haces, resulta que son mínimas. Nos llevó mucho tiempo insuflar esta idea en los estudios de psicología en su conjunto. Aún no se encuentra reflejada en todos los libros de texto introductorios, pero está penetrando en otras disciplinas. Hace unos meses estuve en una conferencia sobre política y genética. Los politólogos actuales están empleando modelos de rasgos de comportamiento debidos a factores genéticos, al igual que algunos economistas. En lugar de hacer asunciones (suposiciones) con respecto a cómo deberían comportarse actores perfectamente racionales, aplican las metodologías correctas -estudios de adopciones, estudios de gemelos, estudios longitudinales.

Si quieres parcelar (compartimentar) los efectos del factor hereditario y el entorno necesitas los controles adecuados. Para los humanos, esto quiere decir que tienes que observar a gemelos y a adoptados y llevar los resultados a una matriz que contemple todos los grados de relación intermedios. Los gemelos monocigóticos criados por separado nos proporcionan una buena estimación acerca de la influencia de los factores hereditarios comunes; niños sin relación (parentesco) biológica/o que fueron adoptados en un hogar común nos dan un indicador de la influencia del entorno familiar compartido.

SKEPTIC: Los gemelos monocigóticos tienen los mismos genes, ¿correcto?

TB: Técnicamente, tienen el mismo complemento genético, exceptuando, claro está, los efectos de mutaciones somáticas y fallos que ocurran en una fase temprana del desarrollo. Ahora sabemos que hay factores epigenéticos. Esto quiere decir que hay genes distintos que pueden activarse o desactivarse en cada uno de los gemelos. Por eso utilizamos el término monocigótico o MZ en vez de referirnos a ellos como gemelos idénticos, trillizos o cuatrillizos. Son el resultado de una o más divisiones de un solo óvulo fertilizado por un solo espermatozoide. La palabra «idéntico» implica que son completamente iguales, pero cómo son en realidad de iguales es la pregunta científica que estamos intentando responder.

Cuando observamos a gemelos MZs criados por separado (MZAs), asumimos que su similaridad es una medida de la influencia genética pero, de hecho, evidencias recientes sugieren que esto subestima la influencia del factor hereditario.

NS: Estoy de acuerdo. Además de factores epigenéticos que activan o desactivan los genes, ya descritos en el año 2005, trabajos más recientes muestran que los gemelos MZs también pueden diferenciarse en lo que llamamos «variaciones del número de copia». Se trata de segmentos de ADN que difieren. Gemelos idénticos que tenían estas variaciones resultaban ser distintos en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson, por ejemplo, aunque esto sólo se dio en unas pocas parejas. Por otra parte, cuando se observaron otros pequeños grupos de parejas en las que no apareció ninguna enfermedad, también había variaciones del número de copia. Su importancia es incierta, pero el hecho de que los gemelos MZs puedan ser genéticamente distintos es un descubrimiento importante.

También ocurre que las gemelas idénticas (mujeres) pueden mostrar diferencias en la desactivación del cromosoma X que afecta a la expresión de rasgos ligados al cromosoma X (aquellos que transmite el cromosoma X). De hecho, nunca ha habido una pareja de gemelos MZs que concordaran en un desorden mayor ligado al cromosoma X. Por ejemplo, el daltonismo. En los famosos quintillizos de Dionne, sólo dos de ellos eran daltónicos, mientras que los demás no lo eran. También se da el síndrome de Lesch-Nyhan (una condición que tiene que ver con la espasmocidad, defectos motores y automutilaciones, que se da con mucha mayor frecuencia entre los varones porque tienen sólo un cromosoma X y otro Y en lugar de dos X, como les ocurre a las mujeres). Pero hubo un caso en el que una gemela MZ desarrolló el síndrome mientras su gemela no llegó a desarrollarlo.

NS: Ahora sabemos que tiene más influencia en el periodo de vida más temprano. Cuando observamos a hermanos adoptados vemos una correlación modesta entre ellos cuando son muy jóvenes. El descubrimiento sorprendente ha sido que, una vez que alcanzan la adolescencia, la correlación es esencialmente cero. La otra cosa que sabemos es que cuando los padres tienen muchos libros y ordenadores y estímulos educativos en el hogar aparece el efecto que Tom describía como confusión ambiental de los genes. Los padres más inteligentes y más intelectualmente preparados normalmente ofrecen a sus hijos experiencias más interesantes. Están transmitiéndoles tanto sus genes como su entorno.

Lo que encuentro fascinante es que prácticamente en cada caso de adopción que he observado en el que los padres tiene un hijo biológico y un hijo adoptado, el hijo adoptado tiene un IQ (coeficiente de inteligencia) más bajo. Esto no quiere decir que un entorno más estimulante no ayudara al niño adoptado. Seguramente le ayudó a incrementar sus habilidades con respecto a lo que hubieran sido en el entorno en el que hubiera crecido de no haber sido adoptado. Sin embargo, los hijos biológicos tienden a puntuar por encima de los adoptados a pesar de compartir el mismo entorno familiar.

SKEPTIC: ¿Podríamos argumentar que los padres aún prefieren al hijo biológico con respecto al adoptado? Y, en ese caso, ¿se trata de una práctica cultural o la psicología evolutiva nos dice que esto ocurrirá? ¿El llamado efecto Cenicienta?

NS: Es importante recordar que los niños adoptados son niños deseados, y en esto difieren de los hijastros, que pueden estar presentes en el hogar tan solo debido a un segundo matrimonio de uno de sus progenitores. Hay evidencia de que los hijastros resultan menos favorecidos que los hijos biológicos.

Curiosamente, la investigación ha desvelado más cariño maternal y compromiso emocional hacia los hijos adoptados que hacia los hijos concebidos de forma natural, aunque menor que hacia los hijos concebidos artificialmente. Los distintos grupos de niños no difirieron en cuanto a sus emociones, comportamiento o relaciones con los padres. Para terminar, es importante darnos cuenta de que el entorno compartido no es el mismo para todos los niños. También tenemos que hablar del entorno no compartido.

SKEPTIC: Adelante, por favor.

NS: Los padres ofrecen cosas a sus hijos, pero cada niño se inclina por cosas diferentes. A uno puede encantarle estar ante el ordenador mientras que otro puede preferir estar al aire libre. Cada niño toma la dirección que es compatible con su genotipo específico. Tom demostró esto en su estudio de los MZAs. Cuando unos gemelos son apartados y criados por separado en entornos muy distintos, a menudo crean su propio entorno, y estos resultan ser muy parecidos. El mejor ejemplo lo constituyen unas gemelas británicas criadas en hogares muy distintos, en los que una de ellas tuvo oportunidades educativas a mano y la otra no. Sin embargo, la gemela menos aventajada obtuvo una tarjeta de biblioteca y leyó los mismos libros que su hermana leía en casa, y sus IQs (coeficientes de inteligencia) eran muy similares.

TB: Este caso tan chocante subraya la tesis general de que cada organismo crea su propio entorno. Nuestra concepción de que el entorno es «algo que está ahí afuera» estático y fijo y que nos imprime su influencia está realmente errada. El «entorno», y ni siquiera estoy seguro de que ese sea el término correcto, es algo literalmente creado por el organismo. Y esto es un hecho real con respecto al ser humano.

Yo fui uno de esos niños que parecía estar constantemente en las nubes. La gente se refería a mí de esa manera, y las monjas me daban con la regla y me decían «Tom, presta atención». Pero yo no estaba en las nubes, estaba haciendo un montón de cosas. Mi entorno estaba en mi cabeza. Y eso les ocurre a muchas personas. A unos más y a otros menos. Niños distintos se fijan en cosas drásticamente diferentes. A unos les gusta trabajar con las manos mientras que a otros les gusta la abstracción. Estos enfoques diferentes son el resultado de propensiones genéticas que yo llamo «apetencias» (impulsos/querencias) productoras (productores) de experiencias». Diferimos marcadamente en ellas.

SKEPTIC: Entonces, ¿realmente nos diferenciamos en nuestras habilidades o tan sólo en los impulsos que nos llevan a desarrollar esas habilidades?

TB: ¡Ambos! Los factores genéticos afectan a nuestras motivaciones, los rasgos de nuestra personalidad y nuestros intereses psicológicos. Los intereses vocacionales pertenecen a un dominio totalmente distinto al de la personalidad, pero se activan mecanismos parecidos. Por eso encontramos influencias genéticas bastante marcadas para todos estos rasgos atravesando categorías muy distintas -actitudes sociales, personalidad, intereses vocacionales y habilidades mentales.

SKEPTIC: La inteligencia, la personalidad, los intereses, las actitudes, la religiosidad, la conformidad con la ley o la criminalidad… En genética comportamental hablamos del factor hereditario. ¿Cuánto peso podemos atribuirle a la genética frente al entorno?

TB: El factor hereditario es una estadística poblacional que mide la variación, o sea, las diferencias entre individuos dentro de una población con respecto a algún rasgo. Por ejemplo, tomemos la altura. Hay una distribución razonablemente normal de la altura en la mayor parte de las poblaciones – unos pocos son muy bajos, otros pocos son muy altos, y la mayoría de las personas están en torno a la media. La media varía de un país a otro. Los estudios de herencia examinan las diferencias entre los individuos dentro de cada grupo, no las diferencias entre los grupos. El factor hereditario estima la proporción de la variación entre ellos que es debida a los genes. Sustrayendo del 100% también podemos estimar cuánto se debe a la diferente exposición a variables ambientales que tienen influencia sobre ese rasgo, dentro del entorno en el que crecieron esos individuos.

Es muy difícil, si no imposible, decir algo con respecto a un individuo en particular – cómo le influyó el factor hereditario. Pero podemos explicar porqué los individuos difieren entre ellos. Por ejemplo, en el caso de la altura, sabemos que en poblaciones modernas industrializadas el factor hereditario se sitúa entre 0,70 y 0,90. Esto quiere decir que, dentro de esa población, entre el 70 y el 90 por ciento de las diferencias entre los individuos pueden atribuirse a factores genéticos.

SKEPTIC: Y, ¿qué ocurre con la personalidad? ¿La religiosidad? ¿Cuál es el factor hereditario de éstas?

NS: La personalidad se encuentra entre un 30 y un 50 por ciento.

TB: El factor hereditario de la religiosidad está entre 0,40 y 0,50.

NS: Tenemos que ser muy claros en esto porque el factor hereditario es uno de los conceptos peor comprendidos en genética comportamental, incluso hasta cierto punto entre los estudiosos. Hay un motivo por el que muchas personas son muy escépticas o incluso se apartan del estudio de la genética comportamental. Cuando la gente escucha que «el 70% está ligado a esto» o «el 50% obedece a aquello» se da la tentación de pensar que estas cifras se aplican a los individuos. Y no es así. Algunos tienden a pensar que como el factor hereditario se ha reducido a una cifra, se ha fijado para siempre y no puede variar. Hay una tendencia a confundir el factor hereditario con el determinismo genético. No son lo mismo.

El factor hereditario es una estadística poblacional que hace referencia al grupo en particular que está siendo estudiado en ese momento por una metodología dada. No es una constante, como pueda serlo la velocidad de la luz. Si las condiciones ambientales cambian, el factor hereditario podría variar. El factor hereditario de cualquier rasgo, incluyendo la altura, la inteligencia, los índices de enfermedades y las condiciones físicas, podría variar en poblaciones distintas. Cuando los entornos que son más importantes para los rasgos son más uniformes, se incrementa el factor hereditario ya que los genes se convierten en la principal causa de diferencias entre los individuos. Pero cuando los entornos importantes para los rasgos son más variados, entonces pierde importancia el factor hereditario, ya que los factores ambientales que son relevantes para los rasgos ven incrementado su papel.

SKEPTIC: Entonces, ¿cuál sería una buena estimación con respecto al factor hereditario de la inteligencia, al menos entre la población blanca de Europa y Norte América, para la que tenemos numerosos estudios con muchas muestras?

NS: La inteligencia se sitúa generalmente en un rango entre el 50 y el 70 por ciento.

TB: Hace poco he repasado los últimos datos y muestran que las sociedades industrializadas en las que las personas viven relativamente bien, el factor hereditario de la inteligencia es probablemente más alto, entre el 60 y el 80 por ciento.

NS: En mi estudio sobre gemelos virtuales, en el que ahora tenemos 138 parejas, lo que constituye un buen muestreo, la correlación entre VTs varía entre el 0,26 y el 0,28, y se mantiene de forma muy estable dentro de estos límites. Así es que lo tomamos como una muy buena estimación del efecto del entorno compartido. La correlación entre los MZAs del estudio de Tom, que hace una estimación del efecto de los genes compartidos en entornos distintos, era aproximadamente de un 0,75, así es que ambas cifras encajan bastante bien.

SKEPTIC: En los países escandinavos y en Holanda, donde hay redes de seguridad social y programas de ayuda muy completos y sistemas educativos excelentes, se está llevando a cabo un experimento social interesante que estudia el entorno. En estos casos, ¿queda algo que cree diferencias que no sea genético?

TB: Si los sistemas fueran perfectos y todo el mundo estuviera en un entorno óptimo para el desarrollo del rasgo que les interesara, independientemente de cuál fuera éste, no quedaría nada que marcara diferencias excepto la genética.

SKEPTIC: Entonces, ¿no hay un dilema en cuanto que cuando más se acerca la sociedad a un estado de bienestar podría estar dando lugar a que las diferencias genéticas fueran más importantes de lo que serían en un sistema de «laissez faire»?

TB: Teóricamente, eso sería así. Al ir eliminando diferencias del entorno, las diferencias que se observan obedecen cada vez más a las diferencias genéticas.

SKEPTIC: ¿Es esto lo que se evidencia cuando observamos otros países y los comparamos con los Estados Unidos?

TB: Para poder contestar, necesitaríamos contar con datos longitudinales de estudio de gemelos y adopciones excelentes, y es complicado. Es importante darnos cuenta de que no comprendemos completamente todo lo que sucede. Sin embargo, no hay duda alguna de que el nivel absoluto de habilidades medias en las sociedades occidentales industrializadas ha aumentado. Esto se conoce como el Efecto Flynn. La altura también se ha incrementado. El caso es que podemos elevar el nivel de un rasgo introduciendo mejoras en el entorno, probablemente mediante la acción de muchos factores pequeños. Sin embargo, las diferencias entre los individuos permanecen y son principalmente genéticas en origen.

En Suecia, donde han estado tallando a los reclutas durante los últimos cien años, se ha observado un incremento en la altura de la población, pero el factor hereditario sigue siendo bastante alto. Se pueden dar ambas cosas -la media puede aumentar mientras el factor hereditario sigue siendo alto. Es muy importante tener esto en mente.

SKEPTIC: Entonces, ¿qué nos dice esto con respecto a la esperanza de que podamos tener una sociedad en la que todos los individuos estén por encima de la media? Como sucedía en Lake Wobegon. [3]

TB: Me parece improbable sin algún tipo de intervención bioquímica. Muchas personas hablan acerca de la necesidad de mejorar el sistema educativo y la asunción de que entonces todos los individuos serán iguales. No hay ninguna evidencia de que eso vaya a suceder.

SKEPTIC: ¿Hay alguna evidencia de que lo contrario sí ocurriría? ¿De que según ofrezcamos más oportunidades, cada individuo estaría más capacitado para seguir su propio camino y podrían por tanto marcarse aún más las diferencias entre cada uno de ellos?

NS: Ese es un escenario mucho más probable. Se observa en los colegios y en los hogares en los que el entorno se hace más homogéneo con el fin de situar a todos en un campo de acción al mismo nivel, pero aparecen las propensiones individuales. Creo que los efectos genéticos se harían más evidentes según fuéramos proveyendo oportunidades mejores y más equitativas para todos.

TB: Pero aún es el caso, y es importante reconocerlo, que, como sociedad, tenemos que elegir una meta y trabajar en pos de ella. Si se mejora el sistema educativo de manera que la unicidad de cada individuo pueda florecer, se van a observar más diferencias individuales. Desde mi punto de vista -y esto es un juicio de valor- va a ser un mundo más interesante con individuos más felices. Las personas que se dedican a lo que les gusta, lo que les interesa, aquello para lo que demuestran tener más habilidades, son más felices. Técnicamente esto se conoce como Trait-by-Environment Fit (Encaje de Rasgo-por-Entorno). Hay mucha evidencia que lo respalda.

SKEPTIC: Hace mucho que albergo la creencia de que a la mayoría de las personas les gusta hacer aquello que se les da bien, y que a la vez se les dan bien aquellas cosas que les gusta hacer. Así es que la meta y la responsabilidad de nuestra sociedad debería ser ofrecer a cada individuo la mayor oportunidad posible para hacer lo que mejor se le dé, que es a la vez lo que más le gusta hacer. Y entonces estos individuos tendrían una responsabilidad proporcional de dedicarse a lo que han elegido con una entrega máxima y ofrecer a la sociedad y a sus congéneres lo mejor de sus capacidades.

TB & NS: (simultáneamente) ¡Estoy de acuerdo!

TB: Sin embargo, eso requeriría, como mi colega ya fallecido David Lykken decía, tener una cafetería inmensa de oportunidades para que todo el mundo pueda tener la oportunidad de ver qué es lo que le gusta y lo que sabe hacer mejor. El entorno tiene que ser lo suficientemente rico y variado para que cuando un individuo toma una decisión, se trate de una elección informada basada en un número razonable de oportunidades y experiencias.

NS: He hablado con un cierto número de gemelos MZs que, debido a la presión social o por ellos mismos, sienten que necesitan diferenciarse, a pesar de tener intereses muy parecidos. Entonces, van a la universidad y conscientemente eligen una carrera distinta a la de su gemelo sólo para darse cuenta más tarde de que en realidad no les gustan esas asignaturas. Al final, cada uno retoma lo que les gusta a ambos. Creo que es un ejemplo muy ilustrativo.

SKEPTIC: Las investigaciones de genética comportamental que habéis revisado parecen indicar que los individuos van a mostrar diferencias entre sí. Pero la psicología evolutiva argumenta que hay una naturaleza humana común que todos compartimos. Si algo es realmente importante para la supervivencia humana, ¿no debería haber sido «estampado» en cada uno de nosotros?

NS: Tal y como afirmaba mi mentor en la universidad, el ya fallecido Dr. Daniel G. Freedman, «Todos somos variaciones sobre un mismo tema». Creo que es una forma muy buena de resumirlo. Es cierto que cada uno de nosotros tenemos un nivel de inteligencia y una personalidad distinta que ahora podemos medir, pero todos somos diferentes. Si todos fuéramos gemelos MZs nuestra especie no podría soportar mucho cambio ambiental.

SKEPTIC: Entonces, ¿hay una ventaja evolutiva en mantener un cierto nivel básico de variación genética?

NS: Si.

TB: Yo no estoy seguro de esto. No creo que hayamos resuelto este problema. Algunos psicólogos evolutivos hacen referencia a «rasgos monomórficos», como tener un corazón, dos ojos, un pulgar prensil… Hasta donde yo sé, todos estos ejemplos son increíblemente antiguos. La columna vertebral aparece con los primeros vertebrados. El corazón es antiguo. De estos ejemplos, extrapolan hacia «órganos del cerebro». Nadie me ha mostrado un órgano del cerebro comparable al corazón. La naturaleza del cerebro no ha sido resuelta aún.

NS: Tom, ¿estás diciendo que nadie te ha mostrado que el cerebro es un órgano al igual que lo es el corazón?

TB: Por supuesto, el cerebro, como el corazón, es un órgano. Pero no hay órganos individualizados dentro del cerebro. Sabemos que hay procesos en el cerebro que tienden a localizarse en ciertas áreas, como es el caso del lenguaje. Con tecnología moderna MRI (Imagen por Resonancia Magnética) observamos que ciertas áreas del cerebro se «encienden» al tener lugar un fenómeno psicológico específico. Pero eso no nos indica que haya un «órgano» en esa parte del cerebro que se corresponda con la aorta. No es lo mismo, en realidad no estoy seguro de que sepamos formular el tema.

NS: Lo que encuentro fascinante es que los estudios de MRI (Imagen por Resonancia Magnética) realizados en cerebros de gemelos MZs han encontrado variaciones dentro del par en cuanto a volúmenes y estructuras, y sin embargo a pesar de esas diferencias los gemelos son sorprendentemente similares en cuanto a inteligencia y otros comportamientos. Así es que, ¿cómo de distintos tienen que ser dos cerebros en cuanto a su estructura para que se puedan apreciar diferencias en cuanto a sus habilidades? Hay que investigar esto.

SKEPTIC: Consideremos algunos dominios importantes del comportamiento humano. Comencemos con la inteligencia en general. ¿Cómo es de general en realidad?

TB: Bueno, no nos referimos a ella como «inteligencia en general» sin motivo. El punto de vista teórico dominante que mejor explica la evidencia es que hay un factor general. Si ordenas una serie de tareas que requieren de habilidad mental, las que requieren que el cerebro piense y procese información, no sólo que dé una respuesta automática, encuentras que dichas tareas están relacionadas entre sí porque todas tienen algo en común. Ese «algo» en común es la habilidad mental general, a la que a menudo nos referimos como «la g de Spearman». Seguramente es mejor hacer referencia a ella como «el factor g» o «habilidad mental general», mejor que inteligencia, porque lo que normalmente entendemos con ese término incluye muchos significados no pertinentes al caso. Por encima y más allá de «g» hay muchas habilidades específicas y residuales, tales como la habilidad espacial, la habilidad verbal y la habilidad perceptual. La «g de Spearman» es algo muy importante, pero no lo es todo.

SKEPTIC: Volvamos ahora la mirada hacia la personalidad. Diversas teorías incluyen el modelo de «los tres grandes» de Eysenck -introversión-extroversión, neuroticismo y psicoticismo. Actualmente goza de aceptación generalizada el modelo de «los cinco grandes» -ser abierto, mostrar conciencia, ser extrovertido, ser agradable y neuroticismo (OCEAN)[4]. Pero últimamente se está prestando atención a lo que llamamos «el grande» -Factor General de Personalidad (GFP)[5], comparable a la «g de Spearman» en el área de la habilidad mental. ¿Existe un factor general de personalidad?

TB: Actualmente estamos investigando esto, pero tengo mis dudas. No aparece entre nuestros datos. Me inclino a pensar que hay una jerarquía de rasgos de personalidad, pero sólo aparecen dos o tres rasgos generalizados, no un solo factor general como ocurre con la habilidad mental.

Todo esto se apoya en el método estadístico llamado análisis de factores. He empleado el análisis de factores de manera extensiva en mi investigación, pero dejo los detalles técnicos a los especialistas en estadística. Ellos sugieren que los análisis seguramente se están haciendo a un nivel equivocado. Necesitas analizar los factores de una gran cantidad de puntos para una gran población, y no sólo analizar los rasgos medidos por esos puntos. Lo importante es escoger el nivel de la jerarquía que resulte ser más útil para la teoría que estás testando o para la aplicación que quieras darle en psicología clínica o vocacional.

SKEPTIC: Estamos inmersos en una importante campaña electoral en los Estados Unidos y se habla mucho de economía. Pero los candidatos dicen cosas muy distintas. Tendemos a etiquetar los puntos de vista económicos como «liberal» o «conservador». La sabiduría popular nos dice que si te va bien quieres conservar el status quo, y que si no te va bien, quieres un cambio. Como se dice en las mesas de poker, «los que van ganando cuentan historias graciosas y los que van perdiendo dicen `reparte las cartas´». ¿Hasta qué punto hay influencias genéticas que dan forma a estas actitudes? ¿Qué es más importante, la genética heredada o las finanzas heredadas?

NS: Hay evidencias a favor y en contra del punto de vista genético. Incluso cuando se aprecia evidencia a favor de un factor genético en las actitudes políticas, no estoy segura de cuál es el mecanismo -personalidad, temperamento o inteligencia.

TB: No podemos ver los genotipos. Sólo tenemos medidas fenotípicas. Tenemos medidas de conservadurismo y de autoritarismo, y esos rasgos sí tienen un factor hereditario considerable. La cuestión es si esas mediciones alcanzan el concepto subyacente en el que realmente estamos interesados. En muchos casos, no está claro.

NS: También tienes que conseguir que la gente te diga a quién ha votado, lo que no es tan fácil. Y tendrías que saber qué temas les convencieron para votar a ese candidato, por encima de otros, porque no hay candidatos perfectos. Por lo que yo sé, no se pueden obtener respuestas de voto fiables. Pero para contestar realmente a tu pregunta, tendríamos que tener una gran población de individuos dispuestos a decirnos a quién habían votado. Sería un estudio muy interesante.

SKEPTIC: A continuación, hablemos acerca de las creencias religiosas y las actitudes políticas. Una vez más, el saber convencional nos dice que si creces en una zona rica tiendes a ser un republicano conservador y en otras zonas demográficas tenderías a ser un demócrata liberal. Si creces en un hogar, pertenecerás a la iglesia católica romana, y en otro hogar distinto serías judío o fundamentalista o no practicarías ninguna religión. Especialmente en la América de hoy en día, la religión y la política están muy entrelazadas y ocupan un lugar muy importante con respecto a cómo dirigimos nuestras vidas. ¿Cuánto cuentan en este caso los genes?

NS: Cuando hablamos de religiosidad, hemos demostrado que cierto grado de compromiso y actividad religiosa, independientemente de la denominación, tienen un componente genético. Pero la denominación no lo tiene. Uno de los casos más informativos y atractivos es el de Oskar y Jack, dos gemelos MZs, uno de ellos criado por su padre como judío en Trinidad y el otro por su madre como católico en la Alemania nazi. Cuando hablé con Jack hace unos años me dijo que ambos reconocían que si hubieran estado en el lugar del otro, habrían crecido con las creencias políticas, religiosas e históricas del otro.

Ambos se dieron cuenta de que estaban en situaciones en las que si las personas que los rodeaban hubieran conocido su verdadera identidad no habrían gozado de mucha estima. Jack estaba en Trinidad, gobernada por el Reino Unido, escondiendo su origen alemán. Oskar estaba en la Alemania nazi escondiendo sus raíces judías. Ambos se volvieron fanáticos en el sentido de abrazar la cultura y creencias de su país en concreto, y creo que hubieran hecho lo mismo si los hubieran intercambiado. Resulta interesante considerar que, tal y como lo expresó Jack, «si nos hubieran intercambiado, seguro que yo hubiera estado en el lugar de Oskar. No me molesta, pero me alegro de no estar en el otro lado» (p. 77 en Segal, 2007).

SKEPTIC: Permitidme que os lleve a temas aún más controvertidos. La profesora Segal llevó a cabo un estudio que mostró que los gemelos MZs cooperaban más en la compleción de puzzles que los gemelos DZs, lo que indicaba unos lazos de genética similar e intereses comunes. La cuestión que siempre aparece cuando hablamos de genética, especialmente en América, es la de la etnia o raza. ¿Hasta dónde podemos extender de manera realista cualquier discusión acerca de los intereses comunes basados en factores genéticos? ¿Realmente podemos hacer comparaciones entre grupos raciales para determinar los roles relativos del factor hereditario y del entorno en producir diferencias entre razas en el comportamiento, la salud, el nivel de ingresos o cualquier otro punto?

NS: En genética comportamental estudiamos variaciones dentro de un grupo de población, no las diferencias entre poblaciones. Las condiciones culturales pueden variar de un grupo a otro hasta el punto en el que en realidad no estás midiendo la misma cosa. Por ello, me resisto a expresar algo definitivo. Sí sabes que existen predisposiciones a ciertas enfermedades que son más altas en unas poblaciones que en otras. Por ejemplo, los negros tienen una mayor propensión a la diabetes y a diversos problemas de la vista. Cuando se trata de comportamiento, tenemos que ser más cuidadosos antes de obtener conclusiones.

Desde luego, creo que si observara a gemelos MZs en China o Africa o cualquier otro lugar del mundo, obtendría resultados similares. Hubo un estudio sobre la cooperación entre gemelos de edad temprana en Singapur, siguiendo mi estudio basado en los Estados Unidos, y produjo resultados similares.

TB: Creo que se trata de un tema muy difícil. En términos biológicos generales, observando una variedad de especies, la presunción de que no habría diferencias entre las poblaciones me parece que probablemente sea errónea. Nos gusta pensar en la igualdad como un valor legal y ético, pero no es un hecho biológico. Y aunque este pensamiento no pertenece al mundo de las ciencias, es muy importante. Esos valores impiden que nos matemos unos a otros.

Si quieres acercarte a la cuestión científica con una perspectiva amplia, me parece altamente probable el que las poblaciones humanas difieran en términos de sus propensiones genéticas. Como científico que soy, me parece importante saber los orígenes de las diferencias, por lo que siempre he defendido a colegas que llevan a cabo investigaciones en este campo.

Fui a la cárcel por mi participación en el Free Speech Movement (Movimiento por la Libertad de Expresión) en Berkeley en los años ’60. Para mí, la libertad de expresión significa libertad de investigar cualquier cuestión científica. Hay cierta tentación de poner fronteras marcando qué tipo de cuestiones pueden investigar los científicos, y yo estoy completamente en contra de esto. Defiendo a aquellos que estudian temas controvertidos y reconozco que es increíblemente difícil alcanzar respuestas y que se dan situaciones de abuso potencial.

NS: Lo mismo puede afirmarse con respecto a investigaciones en torno a las diferencias entre sexos.

SKEPTIC: Por un lado, ambos están siendo científicamente muy cautos en pronunciarse…

TB: No creo estar siendo cauto. He dicho claramente que me parece altamente improbable que las distintas poblaciones humanas no difieran en los genes que influyen en el comportamiento. Es bastante explícito.

SKEPTIC: Está bien, pero aquí es a donde quiero llegar. Cuando miramos a lo largo y ancho de los Estados Unidos hoy en día, uno de los temas más candentes es la inmigración. Cuando miramos por el mundo, vemos otros países, como la antigua Unión Soviética o Yugoslavia, que se han fraccionado siguiendo líneas étnicas. En el Medio Oriente, no hay tan sólo un conflicto árabe-israelí, sino también conflictos entre distintos grupos árabes y musulmanes. En Líbano, las ciudades se dividen por líneas étnicas. ¿Sería razonable extender el análisis genético hasta ese punto? ¿Pueden los lazos de similaridad genética que señaló la profesora Segal en los gemelos MZs extenderse a grupos étnicos en su totalidad? La ferocidad de la confrontación étnica parece tremendamente desproporcionada con respecto a cualquier generalidad genética que puedan compartir sus miembros, y, sin embargo, existen estos sentimientos raciales, nacionales y étnicos tan poderosos, de lo que ha dado en llamarse «conciencia de tribu».[6] ¿Es posible que tengan una base genética?

TB: Esta es un área que no he investigado directamente. Sé que existen estudios sobre el tema. Por ejemplo, está el libro de Frank Salter On genetic interests («Sobre los intereses genéticos»). Parte de su trabajo sugiere que hay más relación genética dentro de un grupo étnico de lo que se pensaba anteriormente. Es otro tema controvertido y discutible, pero sobre el que los científicos deberían tener derecho a investigar.

NS: Yo estoy de acuerdo. Dan Freedman escribió acerca de este tema en 1979, cuando era extremadamente impopular. Mucho de lo que él afirmó era bastante razonable. Sugirió que la adopción era más fácil entre los japoneses porque su similaridad genética es más perceptible. Lo mismo ocurría en la relación familiar entre empleadores y empleados.

TB: También es importante considerar lo que yo llamaría «casos al contrario». Por ejemplo, Suiza. Hay comunidades francesas, alemanas e italianas y cada una habla su propia lengua, y sin embargo, es una nación coherente. Eso constituye «la prueba de la posibilidad». Pero puede que sólo se dé cuando tienes un país productivo donde le va bastante bien a todos. Si hay que pelear por recursos escasos, la población tenderá a dividirse siguiendo unas líneas étnicas.

SKEPTIC: Volvamos a la religión. Aquí en América es muy importante. Quizá lo sea menos en otros lugares. Pero sí que observamos una creencia universal en algo más allá del aquí y el ahora. La religión, ¿es una adaptación evolutiva o un derivado de la evolución (lo que Stephen Jay Gould llamó un «spandrel»[7]), o es el efecto de la opresión económica o simplemente el peso muerto de la historia?

NS: La religión bien puede resultar ventajosa. Las investigaciones muestran que las personas religiosas tienden a ser más felices y vivir más años, quizá porque tienen fuentes de consuelo en los tiempos difíciles. Deberíamos prestar atención a esto.

TB: La mayoría de los grupos religiosos consideran el cuerpo como un templo. Aunque hay excepciones, la mayoría está en contra del consumo de drogas y de los excesos. Todo esto constituye una serie de valores positivos. Si hablas con expertos en drogadicción y alcoholismo, te dirán que si no dividen sus datos según el origen religioso, éstos no tienen ningún sentido.

Otro tema que no se estudia lo suficiente es la capacidad reproductiva. La mayoría de los psicólogos evolucionistas hablan acerca de la capacidad reproductiva refiriéndose a lo que ha evolucionado en el pasado. De alguna manera, sobreentienden que ya no estamos evolucionando. De hecho, las personas con sentimiento religioso se reproducen más que aquellas que carecen de él, y esto ocurre en todo el mundo. Se está planteando seriamente que los europeos serán sustituidos por los musulmanes debido a sus distintos ratios de reproducción. Eso constituye un ejemplo de la evolución que está teniendo lugar.

SKEPTIC: Habéis hablado de inteligencia, personalidad, querencias (apetencias/impulsos/motivaciones) e intereses. Echando la vista atrás, repasando todas vuestras investigaciones, ¿qué podéis decirle al ciudadano medio acerca de las cuestiones que tanto nos importan? Por ejemplo, teniendo en cuenta los intereses y las preferencias sexuales, ¿cómo encontrar la pareja adecuada? Como oyentes del Dr. Phil, ¿hay alguna pista que podáis darnos en forma de psicología de auto-ayuda que nos ayude a tener una vida mejor en el hogar y en el trabajo?

NS: Lo primero que me viene a la mente es decirles a los padres que no son responsables (culpables) de enfermedades como el autismo y la esquizofrenia. Algunos padres responden con dificultad a este tipo de situaciones, pero desde luego no fueron los causantes. Los padres tampoco crean en sus hijos problemas de identidad de género. Si comprenden esto, podrán ser más benévolos consigo mismos.

SKEPTIC: ¿Dr. Tom?

TB: Yo creo que es importante estudiar todas estas cosas, pero cuando empiezas a decirle a la gente lo que debe hacer, estás presentando una serie de valores. Estás intentado llegar a alguna parte, y es muy difícil ser explícito acerca de ello.

NS: No creo que debamos decirle a la gente lo que debe hacer, pero creo que podemos incrementar su nivel de comprensión, y eso les presenta más opciones.

TB: Queda bien decir que deberíamos respetar la diversidad y ser tolerantes. Pero, ¿existe algún límite? ¿Cómo podríamos saber si promover la diversidad en exceso no destruirá nuestra sociedad o nuestra cultura? Se podría discutir en torno a esto. Nos estamos metiendo en juicios de valor y eso presupone una cultura en particular. Puede que sea lo correcto, pero no lo sé. Según me voy haciendo mayor me he vuelto más escéptico con respecto a imponer un punto de vista en particular.

NS: Bueno, yo aún me considero lo suficientemente joven como para tener puntos de vista.

TB: Cuando era joven, especialmente en los días del Free Speech Movement (Movimiento por la Libertad de Expresión), me mostraba inflexible. Sabía cómo funcionaba el mundo y cómo debía organizarse. Poco a poco, me he vuelto más escéptico.

SKEPTIC: Siempre estamos abiertos al escepticismo. Antes de que terminemos, ¿hay algo que cualquiera de vosotros quiera añadir, revisar o corregir?

TB: Yo resumiría diciendo que nuestras investigaciones con gemelos, adoptados y diversos modelos de parentesco en un amplio abanico de entornos, no sólo ha revelado un tesoro oculto de conocimientos, sino que además han sido tremendamente divertidas. Fue una iniciativa colaborativa, no sólo con otros colegas, sino también con los gemelos. Estos realmente disfrutaron participando en el estudio y sentían que estaban aprendiendo muchas cosas. Tengo que decir que fue una gran alegría.

NS: Yo suscribo lo mismo. Siendo gemela yo misma, el primer estudio que escribí sobre gemelos constituyó una gran diversión. Para mí, tomar parte en esta investigación ha sido algo fantástico. Me ha sorprendido la cantidad de formas en que podemos aprovechar la información obtenida en el estudio de gemelos. Nunca pensé que estudiaría el caso de la pérdida de un hermano gemelo y que la información obtenida acabaría siendo de ayuda en casos legales, o que escribiría informes que afectarían a las escuelas. Han surgido tantas ramificaciones de este proyecto…

Quisiera añadir que, aunque pienso que el campo de la genética molecular ofrecerá respuestas a tantas preguntas importantes, hay algo en el estudio de los gemelos que añade una perspectiva que no puede obtenerse de ninguna otra manera. Nos indican dónde buscar. Te encuentras con ideas para llevar a cabo estudios nuevos y guiar investigaciones futuras.

TB: ¡Eso es cierto! La genética molecular estudia los genes, no a los seres humanos como un todo vivo. Los estudios sobre gemelos añaden un elemento humano muy necesario y hemos de reconocerlo.

NS: Los gemelos son los mejores enseñantes de lo que es el comportamiento humano.

SKEPTIC: En nombre de SKEPTIC, ¡les agradezco a ambos esta fascinante entrevista acerca de sus vidas intelectualmente entrelazadas!

1. El título original es un juego de palabras. Entwined significa entrelazado, pero aquí lo escriben En-twinned, lo que variaría también la pronunciación, poniendo énfasis en la raíz «twin» que se traduce por «gemelo», por lo que podría traducirse como «engemelados» haciendo alusión a los autores, que trabajan juntos en estudios sobre gemelos.

2. El término «gemelos idénticos» es la traducción literal de «identical twins». En castellano se llama «gemelos» a los monocigóticos y mellizos a los dicigóticos.

3. Lake Wobegon es un pueblo imaginario de Minnesota en el que todos sus habitantes estaban por encima de la media. El nombre (de woe, preocupación y begone, ausencia) es también un juego de palabras ya que hace alusión a un sitio donde los problemas han dejado de existir.

4. OCEAN por sus siglas en inglés: Openess, Conscientiousness, Extraversion, Agreeableness y Neuroticism.

5. GFP por sus siglas en inglés: General Factor of Personality.

6. Hemos traducido «kin» por tribu, pero igualmente adecuado hubiera sido «familia», «clan» o «raza» en el sentido de la consanguinidad cercana o amplia del grupo.

7. Spandrel es un término arquitectónico que designa la zona triangular que queda entre dos arcos. S. J. Gould utilizaba el término para referirse a una consecuencia colateral, algo que está allí sólo porque hay un hueco, porque resulta de una estructura.

18 Comentarios

  1. Pingback: "La igualdad no es un hecho biológico"

  2. Gracias a Carmen Casariego por la traducción y al resto felicidades por la página.
    La entrevista no tiene desperdicio y vuestro sitio ha superado mis mejores expectativas
    En arquitectura la traducción de «spandrel» es «enjuta», pero en biología se ha popularizado el término en inglés.

  3. wuarnipal says

    Solo un apunte: que los gemelos monocigóticos puedan compartir vidas tan similares no necesariamente significa que lo sea exclusivamente por causas genéticas. También hay que tener en cuenta toda el factor «ambiental» de la vida prenatal que han compartido.

  4. Carmen says

    Soy ama de casa, no científica, pero tengo 4 hijos y … ¡son tan distintos entre sí! … Se han criado en la misma familia, comen lo mismo cada día, viven en la misma ciudad, van al mismo colegio, han montado los mismos caballos y escuchado las mismas historias antes de dormir … así es q la influencia del ambiente tiene q ser muy relativa. Lo fascinante sería saber en qué rasgos influye el ambiente y en cuáles no … y así los padres podríamos descansar y responsabilizar a los genes y dar la batalla por perdida antes de empeñarnos durante años en intentar enseñar a un hijo a ser, por ejemplo, ordenado. Estoy segura de q eso viene en los genes, porque tras años de intentar transmitirles unas pautas de orden, en mi elenco particular tengo al ordenadísimo (que da gusto ver su mesa de estudio), a la caótica (que siempre lleva los calcetines desparejados porque nunca encuentra dos iguales), y a una q es un absoluto misterio para mí porque tiene libros en el armario (¿?), jerseys debajo del colchón (¿?), el móvil en la nevera (¿?) … y siempre sabe dónde tiene cada cosa. Creo que «unos nacen educados y otros ineducables», y que de alguna manera intuitiva los padres nos vamos dando cuenta de lo poco que los hijos nos «escuchan» o «aprenden» de nosotros y de la relativa poca impronta que tenemos sobre nuestros hijos, y entonces disminuye el esfuerzo por ser unos padres perfectos, que es tan común mostrar con el primer hijo. Creo que cada día más, tan sólo intento disfrutar del hecho de verles crecer en vez de intentar hacerles crecer en una dirección u otra. Será emocionante ver por dónde sale cada uno. También las plantas que cultivo crecen por donde mejor les parece y son hermosas en su libertad.

    Aparte de la experiencia con mis hijos, he trabajado como voluntaria con gravísimos lesionados medulares. Tratándoles, aprendí que el carácter de cada uno siempre acaba imponiéndose, transcurridos unos meses de adaptación y «duelo», por encima de las circunstancias ambientales más traumáticas a las que nos tengamos que enfrentar. De nuevo, el entorno se diluye frente a la carga genética.

  5. Gracias por el privilegio que nos dan de disfrutar esta entrevista. Excelentes los entrevistados, el entrevistador y el contenido.

  6. Pingback: 16 de enero

  7. Ernesto Anzieta says

    Excelente,

    Primera vez que ‘caigo’ en su página y la verdad es que no hay desperdicio. El tema da para mucho más, la polémica trasciende asuntos de genética conductual y llega a niveles de análisis social profundo… Se me vienen a la mente Otto Neurath, Daniel C. Dennett, Althusser y Badiou. Ya habrán críticas que tilden el asunto de determinista, pero en fin… Como diría James Watson, la ciencia es lo que es y no lo que quisiéramos que sea… Asunto no menor en relación a ciertas propenciones genéticas de algunos de nostros.

    En fin, un saludo desde el Sur.

    E.

  8. Saben qué es lo mejor de todo: que se nota que se divierten investigando. Taciturnos del mundo, a tomar viento… con perdón

  9. fink-nootle says

    Para Carmen, podemos consensuar que en las habilidades personales, (deporte y similares) el componente genético supone el 78% y la educación el 22%.
    En los conocimientos y formación esta más equilibrado el valor de la genética en el uso de la inteligencia es del 52% frente al 48% de lo aprendido.
    Por último respecto de los hábitos, estudio, orden, formación 34% es de componente genético y el 66% es aprendido.

    Por tanto merece la pena trabajar en todos los aspectos porque hay donde mejorar

  10. Carmen says

    Hola. Gracias por tu respuesta. Vaaaaleeeee, no tiraré la toalla. Pero me sorprenden algunos de esos porcentajes. Lo del orden no sé si creermelo, te lo aseguro!! Los conocimientos, obviamente, se adquieren … pero el q tenga una cierta inteligencia innata no puede disimularla, siempre se evidenciará. Sin duda, todos, siempre, podemos mejorar. Saludos, Carmen

  11. Igualitarismo racial

    Creo que 3C está cayendo en cierta autocomplacencia. Los temas abordados en sus páginas parecen responder más al deseo de reafirmar su identidad que a un deseo sincero de llegar hasta el fondo de los temas tratados. Para ello, se lanza muy orgullosa a participar en iniciativas que cuestionan cosas que la gran mayoría de la gente se viene cuestionando ya hace tiempo, cuando no las ha descartado ya. ¿Realmente cree alguien que, a estas alturas, es necesario defender con gran algarabía a los agnósticos y ateos en Europa? ¿Realmente cree alguien que, a estas alturas, es necesario defender con uñas y dientes a Darwin en Europa?
    Me huelo que muchos filósofos están viendo en la ciencia su último refugio para sobrevivir. El resultado es la tercera cultura: ciencia… en la medida necesaria para reciclar conceptos filosóficos. Como ya señalé en otro mensaje, creo que 3C debería corregir ese sesgo de “gente de letras” entre sus fundadores, sesgo que no hace sino reforzar la idea de que quizá se está haciendo un uso oportunista e identitario de la ciencia. Pero lo peor no es el oportunismo, que en ocasiones puede ser fecundo; lo peor es que de ese modo es imposible explotar todo el potencial crítico de la ciencia.
    3C está haciendo una provocación barata, que se cuida mucho de eludir, por ejemplo, un tabú como es el de las razas. En otro lugar (http://www.c3c.es/razas.htm) doy una decena de argumentos (a los que podrían añadirse bastantes otros, pero ya me cansé) que permiten colegir que, por meras razones teóricas a priori, la existencia de diferencias psicológicas (inteligencia incluida) significativas entre las razas es más que probable. Lo que en cualquier caso no es de recibo es que conociendo sólo el funcionamiento de una mínima parte del genoma (atención, digo del funcionamiento, no sólo de los genes) se atribuyan alegremente a la cultura TODAS las diferencias psicológicas entre razas, sobradamente comprobadas a nivel empírico. Sería muy interesante conocer las posibles réplicas a las razones aducidas en el enlace citado supra. Podría lanzarse al ruedo, por ejemplo, César Nombela, catedrático que en este mismo sitio web ha negado que existan las razas.
    ¿Para cuándo un bus con el eslogan “(Probablemente) las razas existen, (pero todas deben disfrutar de idénticos derechos)”?

    e

  12. Dicho todo lo cual (véase mi mensaje anterior), quiero añadir que 3C es una iniciativa que buena falta hacía, y que quienes la impulsan han conseguido ya resultados más que prometedores en su poco tiempo de vida.
    Saludos,
    e

  13. Parece que en el libro «The 10 000 Year Explosion: How civilization accelerated human evolution», de G. Cochran y H. Harpending (Basic Books), de reciente aparición, se aportan más datos que demuestran que las poblaciones siguen evolucionando cada una a su bola. En la reseña que sobre esa publicación hace en New Scientist, Christopher Wills acusa a los autores de deslizarse por la pendiente de las opiniones racistas, leído lo cual me lancé a la librería más próxima para encargar el libro.

    A propósito, ya sé que nadie responderá a la invitación a rebatir mi breve argumentario a favor de la existencia de diferencias psicológicas entre las razas. Por una razón muy sencilla: miedo. Quienes entiendan cabalmente los argumentos -condición para poder responder de forma racional- pertenecerán en su mayoría al ámbito académico, y en ese ámbito cualquiera que exprese aunque sea una tímida opinión contra el igualitarismo racial sabe que se quedará sin posibilidades de hacer carrera. La única esperanza radica en quienes estén a punto de jubilarse o ya lo hayan hecho (véase el caso Watson). Sería interesante hacer un sondeo para conocer la opinión de becarios, titulares y catedráticos y determinar si existe una (cor)relación entre sus opiniones sobre el tema y los años de vida activa que les queden. Esa es la libertad de pensamiento que practica la Universidad española.

    Saludos,
    e

  14. Carmen says

    Como no me paga nadie y soy libre, no tengo que ser políticamente correcta. Si, en mi opinión las razas existen, y son distintas, en muchos rasgos. Ya sé que esto no se puede decir fuera de casa, aunque no sé muy bien porqué, pero estoy segura de que unas razas son más inteligentes que otras, o más agresivas o más altas o más fuertes. Reconozcámonos la misma dignidad humana, y distintos atributos.

  15. Pingback: ¿Herencia genética o influencia ambiental? « Ciencia para gente de letras

  16. Ya sé que esta página y estos comentarios ya no los lee nadie, pero quiero señalar que he actualizado la página http://www.c3c.es/razas.htm mencionada en un comentario anterior (de hace exactamente 3 años veo ahora, !qué casualidad!), poniendo en ella un poco de orden conceptual y añadiendo nuevas referencias a datos recientes que subrayan aún más la existencia «objetiva» de las razas y esa incómoda verdad sobre las diferencias congnitivas entre ellas. Al final remito a otros escritos sobre «casos prácticos» ilustrativos de esas diferencias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *