Ciencia y sociedad, Divulgación Científica, Tercera Cultura
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La violencia masculina en la evolución humana

Eso que llamamos “cultura” influye sin duda en la agresión humana. Son instituciones y normas que varían entre culturas las encargadas de señalar objetivos en la guerra, deshumanizar al enemigo o proporcionar los mecanismos para la paz. Pero la violencia humana también posee un profundo sustrato biológico que arraiga en nuestra evolución paralela con otras especies de primates, como se han encargado de explicar en mayo de este año un panel de expertos reunidos por la universidad de California. Todas las conferencias están disponibles líbremente en internet y contienen material significativo para seguir el rastro a un tema que nos interesa.

maleEl encargado de abrir las jornadas fue Richard Wrangham, también autor de un manual de referencia en este tema. Wrangham introdujo las líneas maestras del evento y sobre todo criticó la expectativa ideológica según la cual la antropología debería guiarse por el deber moral de mostrar que la guerra y la agresión no son “naturales”.

La intervención de Christopher Boehm, profesor de la universidad de California, trató sobre guerra y odios de sangre en las sociedades del Pleistoceno. Distintas evidencias arqueológicas, e incluso representaciones en pinturas rupestre, mostrarían que los humanos ya combatían en la prehistoria, que ya se empleaban lanzas en la guerra hace 300.000 años o que se llevaban ejecuciones. Esta propensión guerrera se mantendría aún hoy: “Los cazadores-recolectores están armados en todas partes por si ocurre un conflicto”. Además, la agresión organizada conservaría al menos dos grandes rasgos: es llevada a cabo abrumadoramente por hombres y a menudo se sustenta en una ideología etnocéntrica que es prácticamente “natural” al ser humano. Muchos grupos de cazadores y recolectores todavía actualmente se consideran a sí mismos “la gente” (esto es lo que significa, pongamos por caso la palabra “Yanomano”). Para Boehm estamos delante de “un feo aspecto de la naturaleza humana”.

Pero quizás lo más substantivo de la intervención es la distinción entre tres grandes modalidades de agresión humana: 1) El “odio de sangre” (Feuding), un tipo de violencia desencadenada específicamente por agresiones a familiares; 2) Asaltos (Raiding) o incursiones agresivas entre grupos caracterizadas por la sorpresa y la retirada rápida, con el objetivo de lograr trofeos o mujeres y 3) La guerra propiamente dicha, una variante prehistórica de agresión organizada y que supone una escalada sobre las anteriores modalidad. Este tercer tipo de agresión no sería practicada por todos los grupos humanos.

Patricia Lambert, de la universidad de Utah, examina en su ponencia distintas evidencia bioarqueológicas sobre guerra y violencia en grupos humanos que habitaron el sur de California. Sus principales conclusiones apuntan a profundas similitudes en los patrones de la violencia antigua y moderna, así como a la extrema variabilidad de conductas que presenta el registro arqueológico y antropológico, lo que induciría a presentar afirmaciones universales con más prudencia.

Kim Hill, de la universidad del estado de Arizona, analizó la violencia masculina en dos tribus amazónicas de la actualidad, los hiwi y los aché, descomponiendo los casos de gerontocidio, homicidio, duelos rituales, suicidios, guerra y asaltos. La violencia sería un factor muy importante de muerte en ambos grupos, y daría cuenta de hasta el 50% de las muertes entre los aché y el 31% de los hiwi. Otros datos llaman la atención: el 54% de las víctimas son hombres mientras que la mayoría de los perpetradores también serían hombres. Hill subraya la aparentemente paradójica conclusión de que los mismos mecanismos que permiten la organización de la cooperación humana compleja también permiten desencadenar distintas formas de violencia letal.

La intervención del investigador Harvard Richard Wrangham fue una de las más interesantes. Principalmente por la distinción entre dos tipos importantes de violencia: la proactiva, que implica la planificación “fría” de las agresiones, y la reactiva, que se sustenta en mecanismos más o menos automáticos desencadenados “en caliente” por acontecimientos ambientales. Para entendernos; no es lo mismo una pelea de bar (reactiva) que la ofensiva alemana de las Ardenas (proactiva).

Cada uno de estos tipos de violencia poseería desencadenantes y mecanismos típicos que exigiría tratamientos diferentes. Por ejemplo, la violencia reactiva sería muy resistente a los tratamientos de tipo farmacológico.

Una de las formas de violencia organizada (proactiva) más común serían las “patrullas de frontera” llevadas a cabo por grupos de primates en las que se consigue un determinado botín después de atacar por sorpresa a un enemigo indefenso. Contrariamente a posiciones intuitivas, este tipo de agresión no surgiría de la escasez o del hambre sino, por el contrario, de la abundancia y la mejora de la organización. Wrangham sugiere que las patrullas violentas serían adaptativas debido a la existencia de profundos desequilbrios de poder en nuestro ambiente evolutivo ancestral, que habrían favorecido la puesta en práctica de este tipo de agresiones sin apenas riesgo para los perpetradores. En resumidas cuentas, la selección natural habría favorecido la evolución de ataques violentos no provocados, realmente un feo y oscuro asunto de nuestro pasado (y quizás del presente; Radcliffe-Brown ya documentó ataques similares entre humanos de las islas Andaman).

¿Cómo explicar entonces que existan sociedades humanas aparentemente pacíficas y aún hostiles a la violencia en el registro antropológico? Para Wrangham, este tipo de sociedades pueden permitirse el lujo de la paz cuando están rodeadas por miembros de su misma identidad étnica. Los casos de violencia letal entre grupos serían mucho más comunes, sin embargo, cuando las fronteras separan a comunidades de diferentes etnias, culturas y lenguajes.

En comparación a los chimpancés, los seres humanos exhibirían niveles muy bajos de violencia reactiva, si bien la contrapartida sería un aumento de la violencia proactiva que mecanismos más “modernos” habrían ayudado a moderar. En este sentido, existen diferentes hipótesis para explicar esta disminución de la violencia: la difusión de los asentamientos humanos, de la agricultura, y del estado, serían factores clave, así como la “feminización” del cerebro humano a lo largo de los últimos 10.000 años.

Feminización del cerebro humano. ¿Fue esto lo que nos "pacificó"?

Feminización del cerebro humano. ¿Fue esto lo que nos «pacificó»?

Quizás la conclusión principal de la conferencia es que el ser humano no se puede caracterizar unánimemente  como “rousseauniano” o como “hobbesiano”. Ambas visiones no son excluyentes. También es importante retener la idea de que no todas las violencias han nacido iguales en la evolución humana. Existirían, por el contrario, significativas diferencias entre distintos tipos de violencia, así como también son variados los mecanismos capaces de desencadenarla o las formas de apaciguarla.

38 Comentarios

  1. Pingback: Anónimo

  2. Masgüel says

    Si la violencia proactiva es básicamente una estrategia para la obtención de botín, la alternativa comercial ofrece aún menor riesgo y a la larga incrementa el beneficio, convirtiendo a los enemigos en colaboradores. Teniendo en cuenta que las redes comerciales son muy anteriores a la agricultura y a la organización estatal y que su dimensión, intensidad y complejidad marca el ritmo de las civilizaciones, las supongo un ingrediente importante del guiso que pacifica la conducta humana. Por lo demás, me parece muy convincente lo expuesto en esta entrada.

  3. Rawandi says

    Los alemanes fueron extraordinariamente feroces durante la II Guerra Mundial y sin embargo desde entonces han sido muy pacíficos. La clave está, creo yo, en el adoctrinamiento nacionalista: los alemanes nacidos en los últimos decenios no lo han padecido, mientras que los nacidos en el siglo XIX y principios del XX estaban saturados de nacionalismo germánico ya en la escuela.

  4. Qué cómica obsesión con los alemanes… Los alemanes desarrollaron su nacionalismo porque les era necesario. Por el ambiente de competición internacional en el que se desarrolló. No eran más «nacionalistas» que el resto. Y fueron nacionalistas porque era necesario.

    Quizás para liberarnos de esta risible obsesión con los germanos deberíamos empezar a reevaluar los orígenes de las dos guerras mundiales. Sé que eso es un pecado secular, pero nos vendría bien.

    Por otro lado y hablando de pacificación, consideremos la pacificación genética.

    http://www.epjournal.net/wp-content/uploads/EP08376389.pdf

    Europa ha perdido decenas de millones de guerreros potenciales en menos de cien años. Que no se han reproducido o lo hicieron menos de lo normal.

    Pero por otro lado, la evolución cultural por sí sola es también poderosísima. Dos guerras mundiales, seguidas de la Guerra Fría (el terror nuclear) y de la narcotización del aburguesamiento capitalista también «pacifican» mucho.

    En realidad yo no quería comentar nada de esto. El comentario previo me ha llevado a ello. Lo que quería señalar son los continuos y absurdos juicios morales que la mayoría de los investigadores se sienten obligados a añadir cada vez que presentan resultados que puedan ir contra los discursos dominantes. Sea un rasgo más «génico» o más «mémico», si se ha difundido es porque resultaba adaptativo (en pasado). Es un hecho y punto. Y en cuanto al futuro, ya veremos lo que determina la sucesión de los entornos.

    Me cansan por ridículos todos esos adjetivos que se sienten obligados de añadir, como si quisieran evitar que alguien dudase de su bondad personal. Que si esto es «feo», que si lo otro es «oscuro», que si aquello es «desafortunado»…

    Todos esos juicios de valor son innecesarios y apriorísticos, cuando no anticientíficos. No añaden nada y sólo parecen servir para establecer una teleología moralista en los procesos evolutivos geno-culturales.

  5. Eduardo says

    Tal como lo veo el «nacionalismo» alemán fue una combinación de causas internacionales y de tradiciones propias. Pero los alemanes no eran menos «nacionalistas» que los aliados, o incluso que los soviéticos. Los nacionalismos se codeterminaron entre sí. Es sabido que la solidaridad de clase no terminó con la solidaridad nacional. Stalin se vio obligado a movilizar a los suyos en una «guerra patriótica» de dimensiones descomunales porque la revolución proletaria no tuvo lugar en Europa. David Linvingstone en su libro «Less than human» explica también que los nacionalistas alemanes no estuvieron solos a la hora de «deshumanizar» a los enemigos. La deshumanización fue una práctica común.

    Había diferencias entre los ejércitos «democráticos» de los aliados y la movilización del eje y de los comunistas, pero nadie puede presentarse como inocente.

  6. Masgüel says

    Lo que sea necesario depende de tus propósitos, no solo de las circunstancias. Salvo a la hora de reconocer errores, todos consideran que la corriente de opinión que defienden es lo que necesita el país, la humanidad, su familia, su interés particular… lo que les importe. ¿Era más necesario el colaboracionismo de Vichy o la resistencia?. Si lo necesario se comprueba a posteriori, siendo siempre lo que hizo quien ganó, la historia es destino y nunca pudo ocurrir otra cosa. No me lo trago.

  7. Masgüel says

    «la narcotización del aburguesamiento capitalista»

    El poeta declara su nombradía

    El círculo del cielo mide mi gloria,
    las bibliotecas del Oriente se disputan mis versos,
    los emires me buscan para llenarme de oro la boca,
    los ángeles ya saben de memoria mi último zéjel.
    Mis instrumentos de trabajo son la humillación y la angustia;
    ojalá yo hubiera nacido muerto.

    Del Diván de Abulcasím el Hadramí (siglo XII).

    El hacedor (1960). J.L. Borges

  8. En Ucrania recientemente se ha decretado el restablecimiento del servicio militar obligatorio solo para los varones de entre 18 y 25 años, lo que asegura que algunos puedan seguir catalogando de masculina la violencia de los Estados.

  9. Rawandi says

    «Sea un rasgo más “génico” o más “mémico”, si se ha difundido es porque resultaba adaptativo (en pasado).»

    O sea, Ruy, que según tú el nacionalsocialismo fue adaptativo mientras duró. A la porra la ética y viva el darwinismo social, ¿es eso lo que defiendes?

  10. Eduardo says

    El etnocentrismo es adaptativo a lo largo de la evolución humana, de eso no cabe duda. Una práctica y una creencia tan extendida no podría no serlo. Pero mucho etnocentrismo puede ser desadaptativo, a la manera como el crecimiento de los grandes cuernos del alce irlandés, en principio adaptativos, precipitaron su extinción. Hay muchos ejemplos en la evolución biológica de este tipo.

    Tampoco cabe duda de que el hábito de etiquetar como «oscuro» el etnocentrismo, y pretender así dar una explicación de por qué surgen las cosas, es una ideología moderna muy pueril. Los fenómenos históricos tienen causas naturales y los sermones morales ciertamente no son explicaciones científicas.

  11. Este año se celebra el centenario de la Primera Guerra Mundial en la que según la wikipedia: “Lucharon 65,8 millones de soldados, de los que murieron más de 1 de cada 8, un promedio de 6 046 hombres muertos cada día en los cuatro años que duró la guerra.”

  12. Masgüel says

    No se celebra. Se conmemora el inicio de las hostilidades. Se celebrará el centenario del armisticio en 2018.

  13. Masgüel says

    Aunque no habrá ocasión de celebrar nada si para entonces estamos metidos en otra mucho peor. La escalada armamentista de la última década anuncia tormenta. Por suerte, la amenaza de las armas termonucleares sigue en pié. A ninguna potencia le interesa una guerra de aniquilación mutua que empieza y termina el mismo día. El patio trasero, me temo, seguirá en llamas mientras quede oxígeno.

  14. Rawandi says

    «Los fenómenos históricos tienen causas naturales y los sermones morales ciertamente no son explicaciones científicas.»

    Entre las causas naturales de los fenómenos históricos está la voluntad de seres humanos concretos que a veces toman decisiones malvadas. Esto es obvio para cualquiera, salvo para los relativistas éticos.

  15. Masgüel says

    ¡Qué chorrada!. Yo soy relativista y también es obvio para mí.

  16. Masgüel says

    Bueno, verdadero, bello, maravilloso, malo, falso, feo, asqueroso, depende de dónde hayas perdido los dientes de leche. Nisiquiera la atribución de resonsabilidad individual es universal. Para muchas culturas las personas crueles son algo que sencillamente ocurre y no se espera que sean de otra manera o que se sientan culpables. Si hace falta y se puede, se les mata y se acabó la historia. Quizá nunca se les ha pasado por la cabeza la idea de que merezca la pena perder el tiempo en educarlos. Luego se avergüenzan de las cosas más inverosímiles. Pero en general todo sigue su rito y hay criterio sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer, aunque «cada pueblo habla su lengua propia del bien y del mal: el vecino no la entiende. Cada pueblo se ha inventado un lenguaje en costumbres y derechos». Así que, gente mala, la hay en todas partes, a su manera. Y la historia y lo que hacemos entre todos. Perogrullesco estoy yo también.

  17. Rawandi says

    «Yo soy relativista y también es obvio para mí.»

    Me temo que te contradices, Masgüel. Si realmente consideras «obvio» que existen «decisiones malvadas», entonces no puedes ser un relativista ético.

    «Bueno,… malo,… depende de dónde hayas perdido los dientes de leche. Ni siquiera la atribución de resonsabilidad individual es universal.»

    Eso no justifica el relativismo ético. Tampoco es «universal» reconocer la esfericidad de la Tierra o la evolución biológica, y sin embargo el relativismo científico constituye un disparate.

  18. Masgüel says

    «Si realmente consideras “obvio” que existen “decisiones malvadas”, entonces no puedes ser un relativista ético.»

    No has entendido una palabra. Es obvio que hay gente que toma decisiones malvadas. Y en cada rebaño es distinto el criterio por el que esta o aquella decisión se considera malvada. Más masticao no te lo puedo poner.

    “Bueno,… malo,… depende de dónde hayas perdido los dientes de leche. Ni siquiera la atribución de resonsabilidad individual es universal.”

    «Eso no justifica el relativismo ético.»

    ¿Justifica?. Eso es el relativismo ético. El relativismo no significa que todo vale, sino que lo que vale depende de quién seas, dónde estés y a qué estés jugando.

    «el relativismo científico constituye un disparate.»

    Será para tí.

  19. Rawandi says

    El relativismo científico implica que en ciencia todo vale porque no hay ningún criterio que permita conocer verdades científicas objetivas. Del mismo modo, el relativismo ético significa que en ética todo vale porque no hay ningún criterio para conocer verdades éticas objetivas.

    Así como un relativista científico negará, por ejemplo, que la evolución sea una teoría objetivamente más verdadera que el creacionismo bíblico, un relativista ético negará que el respeto a los derechos humanos sea objetivamente mejor que la violación de los mismos.

  20. Masgüel says

    Que no haya un criterio absoluto (la objetividad también es cultural) para negar que una teoría sea verdadera (o verosímil en el sentido popperiano de aproximación a la verdad), no significa que no haya una maraña de criterios pragmáticos y relativos a contexto para hacerlo. Para lo bueno y lo malo, el mismo cuento. Así que no. Relativismo epistemológico (eso de relativismo científico es otro término propio de no frecuenta la jerga) y anarquismo epistemológico no son lo mismo. Relativismo ético y piromanía, tampoco.

    «Más verdadero» chirría como «más muerto». Cuando estás muerto, no hay grados.

    Y dejo este sendero, que por aquí por era.

  21. Rawandi says

    Masgüel, quizá tú y yo estemos defendiendo en el fondo lo mismo pero manejamos distintas concepciones del vocablo ‘relativismo’. Yo uso dicho término en un sentido fuerte que implica irracionalidad: me refiero al relativismo del ‘todo vale’, típico de muchos antropólogos y de filósofos de la ciencia como Feyerabend.

    Si no te interpreto mal, tú admites que hay «criterios» que nos permiten acrecentar la «aproximación a la verdad» tanto en el ámbito científico como en el ámbito ético. Eso es exactamente lo que yo defiendo y lo que negarían rotundamente muchos antropólogos y filósofos de la ciencia que acostumbran a presentarse a sí mismos como «relativistas».

    La cuestión de la «aproximación a la verdad» admite gradación, y por eso no se parece nada a «estar muerto».

  22. Masgüel says

    No estamos defendiendo lo mismo. Para empezar, eso que llamas que llamas «sentido fuerte» no es el significado del término «relativismo» en ningún contexto. No conozco ningún antropólogo relativista que afirme que en cuestiones de ética todo vale. Feyerabend era relativista. Además de ser relativista, defendía un anarquismo epistemológico (que no deja de tener sus virtudes).

    ¿Relativismo que implica irracionalidad?. ¿En qué siglo andas perdido?. Todo quehacer humano implica irracionalidad. La ciencia y la ética, también. La razón pura, clara y distinta es un mito moderno.

    Lo que yo he dicho es que no hay criterios absolutos para negar la verdad de una teoría. No hay verdades absolutas. Eso no significa que no tengamos criterios prácticos para colocar las etiquetas «bueno» y «verdadero» donde corresponda según el juego. Y que con la verosimilitud, entendida a la manera de Popper, como aproximación a la verdad, ocurre lo mismo. Él mismo terminó reconociéndolo.

  23. Eduardo says

    Feyerabend defendía el anarquismo epistemologico, no el anarquismo político, ni que yo tenga noticia el «relativismo cultural». O al menos «Contra el método» no iba de eso.

  24. En su libro Adiós a la Razón, 1987 Cap. 3-7,6 advierte que no se pueden despreciar como inútiles sistemas de creencias como la astrología o la medicina alternativa, a los que atribuye un estatus equiparable al de la ciencia. (Wikipedia: Paul Feyerabend)
    Si algo como lo anterior no se considera relativismo cultural que alguien me lo explique. La ciencia vale lo que el vudú.

  25. Me sorprende por lo demás la consideración hacia la ciencia en el sentido de que en un comentario el argumento del otro no vale porque no es ciencia, pero en un momento distinto ciencia es muchas cosas diferentes y ¡ay de quien ose definirla tajantemente!

  26. Eduardo says

    Eso no es relativismo cultural sino anarquismo epistemologico.

  27. Masgüel says

    «no se pueden despreciar como inútiles sistemas de creencias como la astrología o la medicina alternativa»

    ¿Inútiles para quién?.

    «a los que atribuye un estatus equiparable al de la ciencia.»

    ¿Status equiparable en qué tabla de medir?.

    «La ciencia vale lo que el vudú.»

    ¿En un laboratorio o en la casa de un santero?.

    «Si algo como lo anterior no se considera relativismo cultural que alguien me lo explique.»

    Replay. Feyerabend era relativista. Además era anarquista epistemológico. Negaba que la ciencia obedeciese o necesitase el método que se le supone. Es compatible, pero no es lo mismo.

  28. Afortunadamente para combatir el ébola nadie piensa que lo mejor sea echar mano del vudú o la medicina alternativa.

  29. Ian Marteens says

    para combatir el ébola nadie piensa que lo mejor sea echar mano del vudú

    … excepto los propios afectados. El Ministro de Salud de uno de los paisillos involucrados tuvo que advertir en público que cierto refresco de cola local no protegía de la infección. Y ya no digo nada sobre las curas sudafricanas para el sida. Lo de «nadie» es cierto, pero sólo restringiendo mucho la muestra.

  30. Masgüel says

    «Afortunadamente para combatir el ébola nadie piensa que lo mejor sea echar mano del vudú o la medicina alternativa.»

    Afortunadamente para combatir un embrujo nadie piensa que lo mejor sea echar mano de la radioterapia.

  31. Rawandi says

    Masgüel, me extrañan mucho que nunca hayas oído hablar del relativismo ético irracionalista predominante -o al menos muy extendido- desde hace décadas entre los antropólogos culturales. Un ejemplo cercano es el antropólogo catalanista Manuel Delgado, tertuliano habitual en los programas radiofónicos de Julia Otero. En múltiples ocasiones, Delgado ha defendido, por ejemplo, la práctica de la mutilación genital femenina, y además indicando que adoptar esa postura de relativismo ético era su obligación «profesional» como antropólogo.

    En cuanto a Feyerabend, lo que ha comentado Emilio sobre que él atribuía estatus de ciencia a la astrología demuestra de sobra que su relativismo era del tipo irracionalista.

    Por cierto, Feyerabend se convirtió en un relativista irracionalista porque llevó hasta sus últimas consecuencias la filosofía de la ciencia de su maestro Popper, cosa que este último, afortunada aunque incoherentemente, nunca hizo. Por eso Popper terminó renegando de su discípulo Feyerabend.

  32. Masgüel says

    Lo siento Rawandi. No me apetece seguir jugando a tu léxico privado. Aprende el que usamos los demás = Estudia.

  33. Cuando decía nadie estaba pensando en la OMS y los sistemas sanitarios que funcionan y casi me apuesto cualquier cosa que la «solución» cuando se encuentre vendrá por ese lado.

    Por eso, una cosa es reconocer que el vudú y la medicina alternativa son realidades del mundo en que vivimos, y otra bien diferente darles el mismo valor que a la ciencia médica. Y bien sabe dios que la sugestión ayuda en multitud de dolencias.

    Tampoco creo que magia y ciencia estén en el mismo plano de valor. Yo voy prefiriendo la medicina oficial, aunque a veces se equivoca, y me dan mucha más confianza los contenidos científicos que las inspiraciones subjetivas de los chamanes y los magos.

    Pero es que los chamanes y los magos cuando tienen ocasión también prefieren la medicina occidental. Bien distinto es el caso de quienes no tienen opción y sabiendo de la letalidad de algo tan brutal como el ébola se encomienden a quien haga falta.

    Masgüel, efectivamente nadie piensa en la radioterapia para combatir el embrujo, porque quienes aplican radioterapia saben para lo que vale y en qué casos aplicarla. Creo que deberías ir pillando la diferencia.

    Aunque también hay excepciones por este lado: el senador que insultó a una diputada negra italiana está pidiendo a gritos alguien que le quite el mal de ojo, pues desde que el padre de la diputada lo amenazó con echárselo no le han parado de ocurrir desgracias.

  34. Rawandi says

    No, Masgüel, yo no tengo ningún léxico privado. Eres tú el que ha debido estar en la inopia si de verdad no te has enterado del tipo de «relativismo» ético irracional que profesa gran parte de los antropólogos culturales. Y si quieres informarte respecto al irracionalismo relativista que Popper ha fomentado involuntariamente en el ámbito de la filosofía de la ciencia te convendría leer algún libro de David Stove, como por ejemplo ‘Popper y después’.

  35. Masgüel says

    Stove. Otro Sokal. No es de extrañar que hable de «irracionalismo científico», cuando defiende un inductivismo que lleva tres siglos acumulando polvo. La dicotomía racionalismo/irracionalismo caducó por buenas razones sobre la irracionalidad inherente a todos nuestros logros. Por eso ya nadie habla así, salvo pensadores como los mencionados, que no hacen sino manifestar su disgusto ante la sociología de la ciencia y la erosión que ha supuesto para aquella idealización de un conocimiento «libre de la metáfora y del mito». Es una reacción estética ante el ocaso de una ciencia que se pretendía espejo de la realidad desnuda y capaz de ofrecer verdades para todos y para siempre.

    P.D. Aprovecho para recordar que esta entrada era sobre violencia y evolución.

  36. Rawandi says

    «Stove. Otro Sokal.»

    Aclarado. Llevabas razón, Masgüel, al decir que tú y yo no defendemos lo mismo. A mí no me gustan las ‘imposturas intelectuales’…

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