Neurociencia, Tercera Cultura, Traducciones
comentarios 5

¿De verdad fumar marihuana alivia a los solitarios?

¿Fumar María alivia a los solitarios? Un nuevo artículo de los investigadores del Tylenol y el dolor social afirma que lo hace (Deckman et al., 2013). Mirémoslo un poco más de cerca.

Suavemente adormecidos: El uso de marihuana reduce el dolor social, según un estudio.

El uso de marihuana protege a la gente de experimentar dolor social, de acuerdo con una investigación publicada online el 14 de mayo en Social Psychological and Personality Science.

Timothy Deckman y sus colegas de la universidad de Kentucky escribieron que  “Trabajos previos han mostrado que el analgésico acetimonofén, que actúa directamente a través de los receptores CB1, reduce el dolor de la exclusión social”. “La investigación actual proporciona las primeras evidencias de que la marihuana también modera las consecuencias emocionales negativas de la exclusión social.”

Brain_of_marijuana_user

Neuroimagen de un consumidor de marihuana.

Esto se podría pasar si pensamos que la universidad de Kentucky IRB debe sostener una visión liberal sobre la administración de substancias controladas a estudiantes que participan en experimentos psicológicos. Pero esto no es lo que ocurre aquí. Los datos son enteramente correlacionales, basados en auto-informes y muy problemáticos, según lo veo.

La marihuana disminuye la autoestima y empeora la salud mental de los que no son solitarios

Esta es mi interpretación del artículo, muy torpe en comparación con la divertida pregunta: ¿Puede reducir la marihuana el dolor social?

El artículo comienza con la premisa de que “El dolor social y físico comparten superposiciones en los niveles lingüísticos, conductuales y niveles neurales” (Deckman et al., 2013). ¡Demos algo que alivie el estigma del rechazo! Una crítica del trabajo original se preguntó por qué los autores escogieron el Tylenol, en oposición a drogas no esteroidales antiinflamatorias (NSAID) como la aspirina, el ibuprofeno o el naproxeno. En el presente estudio intentaron desarrollaron una aproximación mecanicista a por qué la acetaminofina podría reducir el dolor social:

Anteriores estudios habían mostrado que la acetaminofina, un analgésico médico que actúa indirectamente a través de receptores 1 canabinoides, reduce el dolor social asociado con la exclusión. Aún así, ningún trabajo había examinado si otras drogas que actúan sobre receptores similares, tales como la marihuana, también reducen el dolor social.

El problema es que el mecanismo activo de la acetaminofina es sorprendentemente poco claro Toussaint et al., 2010). Una hipótesis prominente afirma que el Tylenol podría ejercer sus efectos analgésicos a través de senderos descendentes serotenoninérgicos a nivel de la espina dorsal. De hecho, el artículo que Deckman et al. citaban a favor de los receptores canaboides 1 (CB1) describe un sendero muy complejo que incluye la implicación indirecta de CB, con supresión real de dolor en la espina dorsal.

Una cuestión incluso más básica: si el acetaminofeno actúa a través de receptores CB, ¿Por qué entonces no se trata de un potencial abuso de drogas, conocido por adictos a los medicamentos debido a sus propiedades psicoactiva?  Erowid dice esto:

El acetaminofeno es un analgésico no salicilato y antipirético (asesino del dolor y reductor de la fiebre). Es una medicación frecuente para combatir el dolor encontrada en cientos de productos alrededor del mundo. En dosis altas se sabe que causa daños al hígado y tiene un índice terapéutica bajo (ratio de dosis eficaz con respecto a la dosis tóxica), haciendo que sea peligroso cuando es incluído con medicamentos empleados de forma recreativa (como por ejemplo, el Tylenol con codeína). No se sabe que sea un psicoactivo.

Por otra parte, todos sabemos que el cannabis es un psicoactivo. El diseño del estudio con cannabis incluía en la encuesta datos de varios sectores nacionales, una encuesta longitudinal de dos años con 400 estudiantes de instituto, y una versión de cyberball implementada para Mechanical Turk, un juego online para simular la exclusión social. En todos los casos, los participaron informaron sobre su consumo de marihuana, y esto se relacionó con variables de interés.

Me fijaré en los datos de la encuesta nacinonal en este post, que implican el Estudio 1(El uso de marihuana protege a la gente solitaria de la baja autoestima y de la auto-calificación de la salud mental) y el Estudio 2 (El uso de marihuana predice menores episodios depresivos entre los solitarios).

El Estudio 1 empleó datos de la Encuesta Nacional Comorbidity (NCS-1) (National Comorbidity Survey: Baseline(), 1990-1992 (ICPSR 6693), que te puedes descargar por tí mismo. La encuesta reclutó a 8098 individuos de edades entre 15 y 24 viviendo en los Estados Unidos, e incluyó unas 4000 variables. Sólo se escogieron cuatro variables para el presente estudio: soledad auto-informada (1=a menudo, 4=nunca), uso de marihuana (0=nada, 1=diariamente, 8=una o dos veces al año), autoestima (1=alta, 4=baja), y salud mental general (1=excelente, 5=pobre).

La soledad se empleó como un indicador de dolor social. Contrariamente a lo que sugieren los titulares, el impacto de fumar marihuana sobre el dolor social no se examinó directamente. En su lugar, el estudio evaluó los efectos de la soledad (alta, baja), el uso de marihuana (alto, bajo) y su interacción con la autoestima y la salud mental.

La soledad y la fuma de marihuana interactuaron para predecir sentimientos de autoestima [B = 0.03, t(5609) = 2.20, p = .03]. Dado el enorme número de participantes, este nivel de significación estadística no es muy impresionante.

Figura1

Figura 1. (modificada a partir de Deckman et al., 2013). Estudio 1: El uso de marihuana modera la relación entre soledad y sentimientos auto-informados de autoestima. [Nota: los items son presentados al revés].

Para las personas solitarias, la cantidad de marihuana fumada no suponía mucha diferencia en su autoestima (ver las flechas rojas). Para la gente socialmente conectada, un uso mayor de marihuana resultó en un mejor autoestima, aunque no está claro si esto era significativo (no se informó de tests estadísticos directos).

También cuestiono cómo se determinaron los grupos de alto y bajo uso de marihuana, dado que unos 5000 participantes no fumaron marihuana en absoluto en los últimos 12 meses. ¿Se combinó el grupo de uso fuerte con aquellos que tomaban 6 dosis en un año y con los que fumaban diariamente?

Tabla

Tabla representando el nivel medio de soledad (de 1=a menudo a 4=nunca) para participantes en 9 niveles de consumo de marihuana (0=nada, 1=diariamente, 8=una vez, 8=una o dos veces al año). A diferencia de la figura de antes, los valores no están al revés. Datos del National Comorbidity Survey: Baseline (NCS-1), 1990-1992 (ICPSR 6693).

En el grupo de solitarios, la frecuencia de uso de marihuana tiene aún menos impacto en la salud mental auto-calificada. En contraste, el uso fuerte de marihuana resultó en un empeoramiento de la salud mental entre los conectados socialmente. Se observó una modesta interacción entre uso de marihuana y una soledad moderada [B = 0.03, t(5609) = 2.07, p = .04], similar a lo que se había visto para la autoestima.

Figura2

Figura 2 (modificada a partir de Deckman et al., 2013). Estudio 1: El consumo de marihuana modera la relación entre soledad y salud mental auto-reportada.

Viendo la anterior figura 2, queda claro que el consumo de marihuana no protege al solitario de las consecuencias negativas del dolor social. el círculo negro y el cuadrado gris se superponen. Pero los autores interpretan este resultado de modo diferente:

El consumo de marihuana protege a los solitarios tanto de autoestima negativa como de pobre salud mental. Estas evidencias sugieren que en niveles relativamente altos de dolor social, el consumo de marihuana disminuye las consecuencias negativas del dolor social.

Como parte de la sexta frase en la discusión del Estudio 1, señalan una debilidad para motivar el Estudio 2:

El estudio contiene algunas limitaciones. Primero, sólo evalúa auto-calificaciones tanto de la autoestima como de la salud mental. Si el consumo de marihuana debilita la relación entre el dolor social y el bienestar psicológico auto-reportado, entonces debería también darse una calificación inferior de los diagnósticos clínicos validados sobre bienestar psicológico pobre.

(…) Para señalar las limitaciones del Estudio 1, el Estudio 2 buscó mostrar que la marihuana protegía a los participantes solitarios de experimentar diagnósticos estandarizados de bienestar psicológica pobre. El Estudio 2 empleó una muestra nacional representativa diferente del Estudio 1 para poner a prueba esta hipótesis.

SIN EMBARGO, la base de datos empleada en el Estudio 1 posee información extensa sobre diagnósticos DSM-III-R (incluyendo depresión) para la mayoría de los participantes, por lo que no estoy seguro por qué no se incluyó esto. El Estudio 2 empleó datos de la National Comorbidity Survey Replication (NCS-R; Kessler & Merikangas, 2004), una muestra nacional diferente de 10.000 participantes.

Hablando de replicación, Deckman et al. deberían haber sido capaces de replicar completamente los análisis para autoestima de marihuana x soledad, salud mental auto-calificada, y depresión DSM en ambas muestras del National Comorbidity. No estoy seguro por qué no lo hicieron.

Para el Estudio 2, se excluyó a los no consumidores (a diferencia del Estudio 1). La muestra final incluía 537 participantes con información sobre soledad, consumo de marihuana y si habían experimentado más episodios depresivos durante el pasado año. De nuevo, los resultaron demostraron que si estás sólo, fumar mucha o poca marihuana no afectaba a si experimentabas una depresión grave (flecha roja abajo). Si no eres solitario, el gran consumo de marihuana incrementa el riesgo de depresión grave.

Figura3

Figura 3 (modificada a partir de Deckman et al., 2013). Estudio 2: El consumo de marihuana modera la relación entre soledad y poseer una depresión grave DSM-IV en los últimos 12 meses.

El Estudio 3, una encuesta de 400 estudiantes de instituto, fue la más intrigante de todas. En el Tiempo 1 se preguntó a los estudiantes sobre soledad, consumo de marihuana durante la vida, y depresión. Dos años más tarde, se les preguntó de nuevo sobre depresión, empleando el Sistema de Evaluación Conductual para Niños (Behavior Assessment System for Children) para niños (segunda edición), pero no sobre consumo de marihuana y soledad (que podría haber cambiado drásticamente en 2 años).

En todo caso, los grandes consumidores de marihuana fueron los menos deprimidos de todos en el Tiempo 2. No estoy seguro de cómo hay que interpretar esto: el patrón difiere de lo visto en adultos. Quizás los grandes consumidores de marihuana solitarios en el Tiempo 1 se juntaron con su grupo de compañeros en dos años y ya no estaban solos en el Tiempo 2.

Figura4

Figura 4 (modificada a partir de Deckman et al., 2013). Estudio 3: El consumo de marihuana modera la relación entre soledad y depresión durante 2 años en adolescentes.

Anteriores estudios con adolescente han sugerido que los estudiantes de instituto solitarios tienen más probabilidades (Page, 2000) y no menos (Grunbaum et al., 2000) de consumir marihuana. Un estudio reciente indicó que los grandes consumidores de marihuana tienen más probabilidades de autolesionarse (Giletta et al., 2012), pero esto sólo era cierto para los estadounidenses y no para los estudiantes holandeses e italianos. Imagino que hay una enorme literatura sobre estos temas, pero no fue señalada en absoluto en el presente artículo.

En general, no creo que los autores hayan demostrado que la marihuana reduce el dolor social, al menos no en adultos. Emplearon un conjunto de cuestiones muy seleccionadas de encuestas nacionales y entonces llamaron a esto una limitación del estudio:

Otra limitación potencial para algunos de los estudios anteriores reside en cómo fue medido el daño social. En los Estudios 1 al 3, se emplearon medidas individuales de la soledad como una protección del dolor social. Estos estudios emplean bases datos de muestras grandes y de ahi que nuestra capacidad para incluir medidas numerosas fuera limitada.

Existían muchas otras cuestiones que podían haber evaluado el dolor social en NCS-1 y NCS-R, incluyendo una serie de cuestiones sobre la amistad, como por ejemplo “¿Cuánto se preocupan realmente tus amigos por tí, mucho, algo, un poco o nada en absoluto?

¿Este artículo ha hecho que avance la agenda de los isomorfistas del dolor físico y social? Ya sabíamos que los opiáceos son buenos aliviando ambos tipos de dolor. Y es un perogrullada decir que las personas recurren al alcohol y todo tipo de drogas recreativas para embotar el dolor de una existencia solitaria. En su mayor parte, suponemos que este no es un modo saludable de actuar. Algunos estudios sugieren que la depresión se ve reducida en los grandes consumidores de marihuana (Denson & Earleywine, 2006) pero otros encuentran un incremento (Pacek et al., 2013).

En suma, Deckman et al., (2013) presentaron evidencias de que un gran uso de marihuana resulta en un detrimento de la salud mental en los individuos socialmente conectados y no resulta especialmente eficaz protegiendo a los consumidores solitarios del daño social.

Publicado en The Neurocritic

Referencias

Deckman, T., DeWall, C., Way, B., Gilman, R., & Richman, S. (2013). Can Marijuana Reduce Social Pain? Social Psychological and Personality Science. DOI: 10.1177/1948550613488949

Dewall CN, Macdonald G, Webster GD, Masten CL, Baumeister RF, Powell C, Combs D, Schurtz DR, Stillman TF, Tice DM, Eisenberger NI. (2010). Acetaminophen reduces social pain: behavioral and neural evidence. Psychol Sci. 21:931-7.

Toussaint K, Yang X, Zielinski M, Reigle K, Sacavage S, Nagar S, Raffa R. (2010). What do we (not) know about how paracetamol (acetaminophen) works? Journal of Clinical Pharmacy and Therapeutics 35 (6), 617-638

5 Comentarios

  1. Dave says

    Pues bien. Es una mierda. La marihuana es una mierda, y los que promueven su legalización, tal cual, merecen una paliza de muerte o la misma suerte a familiares o amigos de lo que voy a exponer:
    Mi hermano, que tampoco estuvo bien, fumó durante meses. Aislándose de todo el mundo. Una noche saltó de un segundo piso. Brote psicótico.
    Vive, pero las secuelas en él y la familia van a quedar de por vida.

  2. Eduardo says

    Hoy en día existe una tolerancia social hacia la marihuana poco digerible. Se habla de la «cultura del cannabis», como si juntando la palabra «cultura» con cannabis fuera posible dignificar un hábito a todas luces aberrante y perjudicial. Es más, hay incluso tolerancia en ciertos circulos académicos que intentan vender una especie de pseudociencia curativa basada en la marihuana, por lo que artículos escépticos como este son más que necesarios.

  3. Hic Nuntio says

    Pienso que si hay un consenso popular hacia la legalización de la Marihuana, se debería de legalizar; y al mismo tiempo imponer tasas de impuestos suficientemente altas para pagar por los costos sociales que ocorrurán con su uso. En lo paricular, no la uso, pero esa es mi opinión acerca del tema. Gracias.

  4. Eduardo says

    Un requisito necesario previo para alcanzar un «consenso social» en este caso sería disponer de informacion veraz sobre los efectos de la marihuana sobre la salud. Si a pesar de conocer estos efectos, el «pueblo» lo que quiere es «colocarse», como recomendaba el demagogo populista Tierno Galván, entonces efectivamente habría que gravar su uso con impuestos especiales. Poder cargar el consumo con impuestos realmente no es un mal argumento para una hipotética legalización.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *