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Los engaños predecibles de los científicos

¿Se pasan todo el tiempo los científicos, como afirma el cosmólogo Sean Carroll, “intentando probar que sus ideas favoritas no son correctas”? A juzgar por lo que sabemos sobre el sesgo de confirmación en ciencia, en realidad esta atractiva afirmación peca de un hiperoptimismo digno de estudio.

Por sesgo de confirmación se conoce a la tendencia humana prácticamente universal que tienen las personas de “favorecer la información que confirma sus creencias e hipótesis”. En los últimos años especialmente, es una de las características más notables y estudiadas de nuestra psicología. Se trata de una tendencia que no tiene porque ser consciente, pero las personas pueden estar de hecho motivadas para tratar las evidencias selectivamente, de modo que les sirvan para defender las creencias que mantienen.

En realidad, desde hace tiempo se sabe que esta clase de «confirmación motivada», como la llama Nickerson (1988) [PDF], es un significativo determinante del pensamiento y el comportamiento. Francis Bacon (1561-1626), uno de los padres fundadores de la metodología científica moderna, era ya consciente de que este sesgo también afectaba a la ciencia y la filosofía:

Una vez que se ha adoptado una opinión (bien sea una opinión recibida o a la que se haya llegado mediante un acuerdo), el entendimiento humano dispone todas las cosas de modo que la apoyen y estén de acuerdo con ella. Por más que las instancias puedan encontrarse en su contra sean más numerosas y de mayor peso, o bien se las rechaza y desprecia, o bien se las separa mediante alguna distinción, con el fin de que se mantenga intacta esta grande y perniciosa predeterminación de la autoridad de sus conclusiones. Así ocurre en todas las supersticiones, ya sea en astrología, sueños, profecías, juicios divinos y cosas por el estilo. Los hombres que se deleitan con estas vanidades se fijan en los eventos cuando se cumplen, pero cuando fracasan, lo cual pasa mucho más a menudo, los niegan y se olvidan de ellos.

Aunque Bacon se fijaba sobre todo en lo que llamaríamos “pseudociencias”, hoy sabemos que el problema también afecta masivamente a la ciencia convencional, no sólo a anécdotas culturales como la parapsicología. En el mismo trabajo, Nickerson pone abundantes ejemplos procedentes de la historia de la ciencia que de hecho desmienten firmemente la sugerencia de Carroll. En Wikipedia (tranquilos, sigue siendo más fiable que otras enciclopedias) encontramos una síntesis interesante: “En el contexto de la investigación científica, los sesgos de confirmación pueden apoyar teorías y programas de investigación en frente de evidencias inadecuadas o incluso contradictorias”.

También sabemos que los científicos de hecho engañan de forma estadísticamente predecible y que tienen, como la mayoría de los seres humanos, una visión exageradamente optimista de sí mismos y de su moralidad. Daniele Fanelli, de la universidad de Edinburgo, publicó en 2009 en PLoS el primer meta-análisis (Vía) sobre las encuestas que intentan medir cuánto engañan los científicos. Basándose en datos procedentes de 18 de estas encuestas, concluyó que el 2% de los científicos admitía haber cometido alguna mala conducta científica (como invenciones, falsificación o “cocinado” de datos, excluyendo plagio). Además, el 14% de los científicos afirmaba conocer a colegas responsables de malas conductas científicas (y el 72% conocía también prácticas cuestionables de otros).

Fanelli también ha publicado recientemente un trabajo poco amable con la metodología y las prácticas de las ciencias sociales, mostrando que los científicos sociales de hecho están mucho más dispuestos y encuentran muchas más facilidades institucionales para publicar resultados que confirman sus hipótesis.

Aunque a veces es irresistible para los medios presentar una imagen negativa de la ciencia basada en este tipo de trabajos, de hecho son muy importantes para comprender cómo funcionan realmente los procedimientos de la ciencia y hasta qué punto los mismos científicos son predeciblemente irracionales como el resto de los mortales. Los fraudes científicos (la divulgación también está afectada) no son simplemente “unas pocas manzanas podridas”, y la imagen popular de una autocomplaciente “ciencia prístina”, como la bautiza Fanelli, necesita enfrentarse con las evidencias y con una visión mucho más realista.

Referencias:

Fanelli D. (2009) How many scientists fabricate and falsify research? A systematic review and meta-analysis of survey data. PloS one, 4(5). PMID: 19478950

Fanelli D. (2010) «Positive» results increase down the Hierarchy of the Sciences. PloS one, 5(4). PMID: 20383332

Nickerson, Raymond S. (1998) Confirmation bias: A ubiquitous phenomenon in many guises. Review of General Psychology, 2(2), 175-220. DOI: 10.1037//1089-2680.2.2.175

5 Comentarios

  1. Gran artículo, muy currado y riguroso… Desde mi punto de vista, la ciencia ha encontrado una forma de minimizar el sesgo de confirmación:

    «El sistema es fácil: pones lo que tienes encima de la mesa y dejas que tus compañeros lo machaquen sin piedad. Si sobrevive tu teoría, es que tenías razón. Si no sobrevive sabrás que no la tenías, … pero al menos lo sabrás.»

    ¿Qué te parece?

    * El texto está extraído de un artículo que escribí: Inteligencia colectiva en el descubrimiento del Higgs http://www.juanjovalderrama.com/2012/07/inteligencia-colectiva-en-el.html

  2. Eduardo Zugasti says

    Gracias, creo que efectivamente es posible que ese procedimiento sea bastante útil en general, aunque también es posible que su utilidad disminuya a medida que descendemos peldaños en la «jerarquía de las ciencias». Es decir, puede que sirva para Higgs, pero en el ámbito de las ciencias humanas las resistencias conservadoras de los pares para aceptar una nueva teoría pueden ser más fuertes y difíciles de sobrepasar.

  3. Eduardo Zugasti says

    Discúteles a los sociólogos el concepto de «género», por ejemplo…

  4. Jejeje, pues ahí está nuestro trabajo, no solo para sociólogos, también para economistas, psiquiatras y cualquier otra cosa que nos chirríe 😉

    Un saludo!!

  5. Baritono says

    Hola, quería saber si este es uno de esos engaños científicos:

    http://www.charlesdarwinresearch.org/Spanish.pdf
    y http://es.metapedia.org/wiki/Raza_(seres_humanos)

    Dejando de lado el sesgo político que caracteriza a metapedia, obviamente. Quería saber (quitando moralismos de por medio) que evidencias científicas hay que puedan reforzar la segregación racial, apoyar políticas racistas o sostener alguna forma de darwinismo social y cual es la calidad de esas pruebas. Lo hago porque es un tema tabú y no puedo encontrar información para contrastar (más que opiniones políticas) y me gustaría saber si alguien tiene experiencia o información de primera mano sobre el tema. No soy científico, pero tengo mis sospechas y quisiera leer opiniones de gente con más experiencia y formación en ciencia(que me interesa), y en lo posible antropología y genética.
    Gracias desde ya.

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