Tercera Cultura
comentarios 2

La amistad es la clave del nexo entre religión y satisfacción vital

Por Eduardo Robredo Zugasti en revolucionnaturalista.com

La amistad es la clave del nexo entre religión y satisfacción vitalDesde filosofías inmovilistas y dogmáticas cuesta aceptar que conceptos tan aparentemente difusos como «felicidad» o «bienestar» puedan ser tratables por la ciencia empírica, pero expertos en la cognición como Daniel Kahneman no piensan lo mismo, y han empezado a emplear métodos cuantitativos con éxito. Ya existe, en concreto, un creciente acervo de conocimientos sobre las relaciones entre el bienestar, las redes sociales y la religión (normalmente pagado con fondos de la Templeton Foundation, hay que decirlo).

Para investigar en qué sentido se relaciona realmente la religión con la satisfacción vital y el bienestar, Chaeeyon Lim (Wisconsin) y Robert D. Putnam (Harvard) han realizado un análisis estadístico basado en la base de datos Faith Matters (2006-2007) cuyos resultados los publica American sociological review [PDF].

Según Lim y Putnam la mayor satisfacción vital que encuentran los creyentes (en comparación a los no creyentes) no depende esencialmente de la intensidad de las creencias o de la experiencia espiritual subjetiva, sino de la «experiencia colectiva». No son las creencias, sino la pertenencia a una comunidad lo que se entiende como central para entender el nexo entre bienestar personal y religiosidad. En este sentido, «sentarse solo en la iglesia» o sentir una fraternidad abstracta no sirven para mejorar las expectativas de satisfacción vital: lo importante para lograr esto es hacer amigos dentro de la congregación religiosa (curiosamente, Scott Atran ha documentado también el lado oscuro de la amistad religiosa congregacional).

Un gráfico inquietante: el impacto de la amistad
en la satisfacción vital es mayor a medida que
la identidad religiosa es más fuerte.

Este estudio -aún con las limitaciones características de cualquier trabajo sociológico centrado mayoritariamente en gente «weird«- debería ser comprendido también por las asociaciones seculares de «no creyentes» que intentan presentar una «alternativa» realista e informada a las congregaciones religiosas. Las asociaciones seculares deben tener en cuenta los datos de las ciencias sociales, que repetidamente ponen de manifiesto la vital importancia de los ritos colectivos, las redes sociales y de amistad en el fomento del bienestar individual (otro dato molesto es que las dudas religiosas se relacionan negativamente con los niveles de bienestar psicológico, o dicho de otro modo, ser «escéptico» puede ser bastante caro en términos psicológicos). Al fin y al cabo, el cultivo de la amistad es un tema típico de la tradición secular y naturalista desde Aristóteles, epicúreos y estoicos.


Chaeyoon, L., & Putnam, R. (2010). Religion, Social Networks, and Life Satisfaction American Sociological Review, 75 (6), 914-933 :10.1177/0003122410386686

2 Comentarios

  1. Xavier Rovira says

    Me alegra ver que este artículo tiene 0 comentarios a parte del mío a fecha de hoy.

    Pero creo que es un artículo muy importante porque explica que es lo que hace felices a las personas que van a una congregación y avisa que se tengan en cuenta todas estas variables de cohesión para cuando se vaya implantando la nueva era secular que deja atrás a la religión.

    Las ciencias sociales tiene mucho que decir.

    No se puede decir «quitemos la religión» y que la gente la quite (ya lo están haciendo) pero en sustitución no pongan nada almenos de una forma maduramente trabajada.

    Por tanto a parte de los mensajes, de las filosofías, de los razonamiento científicos hace falta también muchas otras cosas.

    A mi se me escapan, quizás las ciencias sociales puedan alumbrarnos un poco de como implantar en la sociedad un verdadero modelo cultural basado en las filosofía y en las ciencias que haga partícipe a las personas en su día a día sea cual sea su nivel cultural y su estatus social.

  2. Xavier Rovira says

    Lo de me alegra es sarcástico en realidad no me alegra 🙂

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *