Por Arcadi Espada en elmundo.es
Una de los más estúpidos mantras de nuestro tiempo consiste en creer que nuestros hijos van a vivir peor que nosotros. Sería la primera vez. Cierto que al pavo también le pasó. Pero yo no soy un pavo. La discusión es especialmente frustrante con las mujeres, seres pesimistas por naturaleza.
En fin, que dicen ellas.
Aún no han traducido el libro de Matt Ridley. Mi optimismo es racional, excepto para España, desde luego.
Para amenizar la espera.
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Interesante espectáculo de luz y color. Interesantes también los datos en sí. Un tanto capciosa y sesgada la representación, pero interesante sin duda.
No suelo estar de acuerdo con Arcadi, pero hoy… ¡hoy tampoco! Je… En mi último post detallo por qué no lo estoy.
Un saludo.
Desde luego, la animación ofrece una nueva perspectiva, frente al pesimismo crónico que nos contagian los periódicos… pero si queremos extrapolar esos datos hacia el futuro, habría que tener en cuenta que los recursos de la Tierra no son iliminados.
Por otra parte, el gráfico muestra un dato bastante relevante: quizás el mundo haya «mejorado» de forma global, pero otra tendencia evidente es el aumento de las diferencias entre países ricos y pobres. Incluso tomando sólo los datos que el vídeo parece ofrecer y suponiendo que la tendencia se mantenga, resulta difícil sostener que todos acabaremos o podremos acabar en la esquina superior derecha.
Arcadi, como buen representante de la derecha imbécil, defiende el «optimismo». Hay que ser «positivo» para dilapidar los recursos de este planeta, negando el cambio climático y minimizando los problemas con estupideces liberales.
El optimismo sin Ética es un recurso psicológico para no asumir cierta responsabilidad. Necesitamos también cierta dosis de pesimismo para ver con ojos realistas los desafíos a los que nos enfrentamos.
Todas las mujeres son pesimistas por naturaleza. Excelente punto de partida para una charla en una tasca, pero no tiene cabida en algo que pretende pasar por más o menos cierto.
Alexandre, fuerte tu comentario. Ortega y Gasset, con la lucidez que lo caracterizaba, llamaba a las izquierdas como a las derechas, imbéciles; por sus acendradas hemiplejías morales. Te faltó incluir una tendencia.
En cuanto al maltusianismo o pesimismo por las consecuencias de los procesos productivos o ignorancias de los humanos, te diría que Marx, el anticapitalista por excelencia, se contraponía a Malthus diciendo que el progreso en la ciencia y la tecnología permitirán el crecimiento exponencial de la población. De igual manera, creo que las decisiones políticas que vendrán, fundamentalmente por instinto de supervivencia, permitirán a la ciencia y a la tecnología desarrollar formas de corregir los abusos sobre el medio ambiente y seguirá mejorando el bienestar en el promedio de la población – si es que no nos cae un tremendo asteroide-. Por tanto, yo también soy optimista.
Totalmente de acuerdo con Gasset, ambas son imbéciles. Pasa que la izquierda al menos tiene un punto de compasión que le falta a la derecha, más que nada porque rinde cuentas al ogro rabioso llamado Yaveh, que odia a las mujeres y a los homosexuales pero no pone ascuas a las soflamas bélicas y al liberalismo más insolidario… mientras la izquierda quiere, pero no puede. Vaya panorama.
Con relación al optimismo, hay que tener cuidado: se usa mucho entre las clases pudientes para minimizar los daños ambientales y humanos que son de su responsabilidad. Los más fuertes, los más ricos, los ganadores, suelen negar, porque negar es mucho más cómodo. Esta «denuncia del pesimismo» a la que se apunta Arcadi me parece muy sospechosa. No me apunto. Prefiero el inconformismo con paciencia, actitud muy, pero que muy distinta al optimismo. Aunque de paciente, no tengo nada, y me gustaría.