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Superordenador low-cost

En la universidad de Southampton han fabricado un superordenador por 3 000 €

Suele considerarse que un superordenador es un ordenador muy rápido, normalmente formado por muchos ordenadores individuales que trabajan coordinadamente. Un superordenador siempre ha sido una máquina sumamente cara, pero en informática los precios bajan de día en día. Recientemente un equipo de ingenieros dirigidos por el profesor Simon Cox, de la universidad de Southampton en el Reino Unido, fabricó un superordenador, formado por 64 ordenadores individuales más todos los elementos de interconexión y con una memoria de un billón de caracteres –un terabyte–, con un costo que no llega a los 3 000 euros.

Superordenador low-cost

El ordenador individual básico es una auténtica proeza del low-cost, se llama Raspberry Pi. La placa madre del mismo se puede comprar por 20 €. A esa placa se le enchufa la alimentación, una pantalla, un teclado y un ratón y el ordenador se pone a funcionar. Cox y su equipo ensamblaron 64 de estos ordenadores, añadieron los sistemas de coordinación, la memoria –usaron la estándar de las cámaras fotográficas– et voila! El ordenador estaba funcionando. En este momento es conveniente que hablemos de un joven colaborador en el equipo: James Cox, de seis años, el hijo del ingeniero principal; sobre él recayó la responsabilidad de fabricar la caja que contuviera los 64 ordenadores, más los demás elementos. Lo hizo con piezas de Lego. También se encargó de una tarea importantísima: verificar que funcionaba. Cargaron sus juegos favoritos y se puso a jugar: el equipo funcionaba. Funcionaba, pero todavía hoy siguen optimizándolo.

El ordenador Raspberry Pi se basa en un procesador ARM de bajo consumo, que es el que llevan la mayor parte de los teléfonos inteligentes del mundo. Los ordenadores para poder funcionar necesitan un Sistema Operativo: Windows, Linux, Mac OS… Los superordenadores tienen un problema adicional pues el sistema operativo tiene que ser capaz de obtener rendimiento de muchas máquinas que trabajan simultáneamente. No es el estándar que tenemos en nuestro portátil o en nuestro ordenador de escritorio, es algo diferente. Los desarrolladores de este superordenador eligieron una versión de Linux preparada para la supercomputación, un campo en el que el Laboratorio Europeo de Física de Partículas –el famoso CERN en el que se aloja la máquina LHC que entre otras cosas busca la partícula de Higgs–. Lo desarrollan para sus propias necesidades y después, al igual que hicieron con la Internet moderna –la WWW–, lo regalan al mundo.

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