Todo el mundo se ha sentido alguna vez desagradablemente enfermo. El dolor, la anemia o la fiebre son algunos síntomas clásicos, pero también hay consecuencias psicológicas. Las personas enfermas suelen sentirse más deprimidas e irritables, y también afecta a las relaciones sociales. El “síndrome de enfermedad”, definido como una “respuesta adaptativa y coordinada a las infecciones” es típicamente provocado por una gran variedad de agentes patógenos: virus, bacterias y protozoos capaces de alterar indirectamente las respuestas del sistema inmune y neuroendocrino. La causa próxima del sentimiento de enfermedad radica en la alteración de estos sistemas fisiológicos, pero la causa final es más complicada.
Sentirse enfermo es muy caro: hace al enfermo más vulnerable a los depredadores, promueve la inanición y reduce las oportunidades de reproducirse al favorecer el aislamiento social, la pérdida de territorio y la disminución del status.
Sin embargo, según estudios iniciales el “síndrome de enfermedad” evolucionó para beneficiar al enfermo. Se trata esencialmente de medidas defensivas. La fiebre, un síntoma característico, inhibe el crecimiento de los patógenos reforzando la función inmune a la vez que reduce la motivación para la acción, ahorrando energía. Otra consecuencia habitual, la anemia asociada a una deficiencia de hierro, podría servir justo para privar de nutrientes esenciales a los patógenos.
Keren Shakhar y Guy Shakhar dudan de esta hipótesis basada en los beneficios individuales y apuntan a la evolución social. Han publicado su artículo en Plos Biology.
Según estos investigadores el “síndrome de enfermedad” podría haber sido seleccionado naturalmente para reducir la transmisión de enfermedades infecciosas entre individuos relacionados genéticamente, en armonía con la teoría de la selección familiar. Según W.D. Hamilton, el éxito de los genes no depende sólo de la reproducción directa, sino de la reproducción indirecta, a través de las copias de genes que un individuo comparte con sus familiares. Shakhar y Shakhar llaman a su teoría “hipótesis de Eyam”, en referencia a una comunidad de mineros inglesa que se aisló para contener el contagio masivo de la plaga bubónica en 1666.
El “síndrome de enfermedad” reduciría el contacto directo o indirecto entre el enfermo y su entorno próximo, mediante diferentes estrategias: restringiendo el contacto físico, limitando la contaminación ambiental y señalizando la enfermedad a los demás. También reduciría el alcance de las infecciones, al ayudar a reducir la movilidad y por tanto las oportunidades de contacto social.
Asimismo, las conductas que reducen la transmisión de patógenos podrían persistir a través de la selección familiar. Podría considerarse un ejemplo de altruísmo biológico capaz de evolucionar por medio de este tipo de selección, al favorecer el éxito del grupo. Pero esto sólo ha podido pasar en animales fuertemente eusociales, donde se da un elevado grado de interrelación dentro del propio grupo. No todas las especies desarrollan el “síndrome de enfermedad”, y la intensidad varía mucho incluso en mamíferos. Se sabe que los insectos muestran una interesante serie de conductas defensivas –a veces denominadas “inmunidad social”– que según los autores se asemeja a la conducta de la especie humana, donde la mayoría de los individuos pasan la mayor parte del tiempo cohabitando con sus parientes y coétnicos.
Una complicación con la teoría altruísta es que cuestiona el uso de drogas antinflamatorias e inhibidoras del dolor en algunos casos: “Al permitir que gente infectada viaje y socialice, se interfiere con el mecanismo natural que previene la difusión de patógenos”. En cambio, estas dificultades desaparecerían en los tratamientos médicos que tratan con enfermedades no infecciosas.
Sentirse enfermo es muy caro: hace al enfermo más vulnerable a los depredadores, promueve la inanición y reduce las oportunidades de reproducirse al favorecer el aislamiento social, la pérdida de territorio y la disminución del status.
Nadie se ha planteado que la inmigracion masiva y el genocidio blanco sea producto de un virus que afecta a determinadas personas con mayor intensidad que les hace sentirse de determinada manera y les impide conservar el instinto de la vida a diferencia de otros pueblos que llegan y no tienen ese patogeno.
La guerra biologica todo es posible y valido al igual que en la propaganda…