Política
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Objetividad

Acabo de leer el libro de Arcadi Espada, «Periodismo práctico«, y lo mejor que puedo decir es que me lo he pasado muy bien. Cosa rara en libros de esta materia. ¿O es que alguien se lo ha pasado alguna vez bien leyendo a McLuhan o cualquier otro teórico  de la incomunicativa teoría de la comunicación?

En la pàgina 18, esta perla en respuesta a la pregunta sobre qué hacer con la objetividad:

Bueno, depende del que la infrinja. Si lo hace la derecha es porque la derecha es canalla. Si lo hace la izquierda es porque infringir la objectividad es inevitable.

«La Vanguardia» de hoy mismo ofrece un ejemplo, recogido por Barcepundit, que Arcadi podría aprovechar cuando haga la primera edición. Titular: «El 11% de la herencia genética de los españoles es musulmana». No árabe, musulmana. Y eso que el texto de la noticia es correcto. También sorprende que destaque la herencia musulmana y no la judía que es superior.

Los más de siete siglos de dominio musulmán en gran parte de la península Ibérica y la llegada de colectivos judíos en una época anterior han dejado una profunda huella en la composición genética de la población española. Según una investigación presentada ayer en la revista American Journal of Human Genetics, el 11% de la herencia genética de los españoles es de origen norteafricano, un 20% es judío sefardí y el 69% restante es ibérico autóctono.

Nihil Obstat

Republicado desde: http://fabregas.blogspot.com/2008/12/objectivitat.html

11 Comentarios

  1. mujerpez says

    En realidad, me parece escandaloso. Claro que podemos completarlo y decir que, según se desprende de un análisis más profundo de este estudio, españoles y musulmanes tienen antiguas raíces comunes…paganas y politeístas, o lo que fuera que había…antes.

  2. Añadiría, como periodista, que la falta de objetividad de los medios españoles tiene, o eso intuyo, una importante raíz política. Si no se hace política de estado (de ningún signo) no puede haber una verdadera conciencia periódistica de estado. Más bien, nos perderemos en periodistas de partido. Triste, sí. Lamentable, más aún.
    Y en estas que, como tampoco creo en la objetividad pura y dura, simplemente espero que seamos honestamente subjetivos.

  3. Roger says

    Yo no acabo de entender esta entrada. Dice musulmana, en lugar de árabe. La cuestión es que si dijera árabe, también sería incorrecto. Por árabe se refiere a Arabia, lo que sería una imprecisión manifiesta refiriéndose a personas nacidas en la Península. Árabe también denota la lengua, el problema es que en el medievo los judíos y cristianos de la península también conocían a menudo la lengua árabe. Por otro lado, el estudio emplea una palabra mejor, norteafricano. Dado que los norteafricanos profesaban la religión musulmana (no es ninguna barbaridad pensar eso), no veo tan incorrecto emplear este término. Más sorprendente es el porcentaje de descendientes de judíos, que sí merecía estar en el titular (el problema lo veo justamente en el titular escogido).
    Este estudio citado es interesante porque echa por tierra la pretendida mezcla de la que surgen los hispánicos. El 70% de los genes es autóctono, no hay mezcla con personas procedentes de otros lugares. Los españoles tienen hijos con españoles, lo que ocurre también en Francia y el resto de países.

  4. Tercera Cultura says

    Todo sería más claro si empezara distinguiéndose entre herencia memética y genética. Ahora bien, aunque la herencia «musulmana» sea cultural, históricamente dependió de la herencia genética. Esto se ve incluso hoy, cuando el nivel de conversos no árabes al Islam -en Europa al menos, que yo sepa- sigue siendo bastante bajo.

  5. Roger says

    Entonces me gustaría saber qué se está criticando. Nihil obstat crítica únicamente la noticia tal como ha sido publicada por La Vanguardia (que como digo no me parece especialmente censurable o el error que cometen es menor), no critica el estudio. Y el estudio no plantea nada de herencias meméticas, simplemente se fija en que hay ADN de norteafricanos en sangre española en un porcentaje menor de lo que cabía imaginar.

  6. vicar says

    Pues yo no veo por dónde cogerlo. «… (U)n 11% es de origen norteafricano, un 20% es judío sefardí y el 69% restante es ibérico autóctono… » Aunque la población musulmana (meméticamente hablando) fuera hasta un 50% norteafricana, el resto seguramente procedía de la península arábica, otros eran kurdos, circasianos, turcos y un largo etc., incluyendo conversos y otras mezclas. Entre los judíos, «sefardí» quiere decir «español», lo que no explica nada genéticamente hablando. Y ¿ibérico «atóctono»? ¿Dónde están los romanos, celtas, íberos, godos, otros norteafricanos, normandos, vikingos… vamos, que no. La política, como la religión, siempre envenenan la ciencia.

  7. Por cierto, judíos de la diáspora debieron llegar a la Península algunos pocos miles, como mucho, y eran, además, bastante endogámicos. No me entra en la cabeza que el 20 por ciento de nuestro genoma descienda de Abraham. Que no.

  8. yo entiendo la crítica de Fábregas. si bien es cierto que el término «árabe» no deja de ser también muy vago. de modo que solo un 10%: esto, meméticamente, ya lo dice Sánchez Albornoz en «El Islam en España»: realmente fueron muy pocos los árabes-musulmanes venidos a Iberia, solo que dominaron completamente sus dos terceras partes durante 200 años, que no 700 (ya sobre el año 1000 Toledo es otra vez romano-cristiana). aparte de que el islamismo español es un islamismo occidentalizado, cristianoide. Averroes (Córdoba), y Maimónides -judío-, contra Avicena y Algaziel (Bagdad y Damasco). el 20% judío es perfectamente comprensible. lo que yo no entiendo es lo del 70% ibérico autóctono, como si lo romano, lo visigodo, etc., entrara dentro de este ibérico autóctono.

    os dejo noticia de mis publicaciones, gracias: http://www.bubok.com/libros/2042/IDEA-TRAGICA-DE-LA-DEMOCRACIA-para-una-ciudadania-caosmopolita

  9. Lorenzo says

    No acabo de entender. Más bien no entiendo nada. «Musulmán» y «judío» son términos culturales. Me parece un exceso interpretativo a menos que asociemos raza-religión, una adscripción que no siempre existió (por ej., hubo judios y cristianos árabes). Además, los resultados parecen contradictorios con el simple sentido común (el de la proximidad geográfica). En el mar de Alborán hubo durante siglos (hasta la implantación de la frontera marítima a finales del siglo XV) un «círculo comercial» con relaciones constantes entre las dos orillas. En cuanto a los judíos no sé muy bien el grado de consanguinidad (mucho menor del que les gustaría a muchos presumir: si no observen hoy el «mosaico» israelí) que presentan los grupos de referencia (bien pudieron mezclarse con otros «grupos» próximos). Mayores dudas me plantea la inexistencia de «árabes» (en particular yemeníes o sirios) que aseguran las fuentes textuales y cuyas oligarquías gustaban de entroncar con las «indígenas». Pero, sobre todo, estos planteamientos invitan a la prudencia, no tan sólo por cuestiones metodológicas (no entiendo del tema, pero me parecen series demasiado restringidas para ser significativas), sino también porque olvidan el aspecto crucial: ¿hasta que punto los moriscos expulsados en 1620 eran distintos genéticamente a los cristianos peninsulares? A lo mejor un estudio en este sentido de los Torres, Marín, Venegas y otras familias de Tetuán y alrededores, o de la población de ciertas zonas de Marruecos o Túnez podría revelarnos la verdadera naturaleza del problema. Y una pregunta ¿si tan grande fue la expulsión como es posible que fuera tan grande la asimilación de los «judíos»? ¿Acaso su población era mayor que la musulmana o es que, sencillamente, los moriscos eran (fundamentalmente) «indígenas» islamizados? Piensen: probablemente compartamos ADN con el 10-15% de la población del Magreb y esta gente, que vive aquí al lado, ya no necesitaría «papeles». Aunque, bien pensado, a lo mejor se trata de este problema.
    Y una humilde petición: por favor no mezclen tiempos históricos. Ya sé que es difícil cuando uno habla en términos «evolutivos» o «siderales» (perdonen mi terminología) y sus magnitudes temporales pero una cosa les aseguro: las relaciones sociales (de integración o afiliación) eran muy distintas en el siglo VIII al siglo XXI y podían cambiar (antes) de un modo radical en unas decenas de kilómetros.

  10. Granadino says

    Podeis buscar mejor el estudio original de American Journal of Human Genetics y la universidad de barcelona, si solo leeis periodicos mal vais para enterados de la verdad.

    En el estudio no leereis cosas omo un 19% de herencia judia, si no una serie de genes de pueblos como el fenicio ect.. se estima un 7-9% de herencia norteafricana.

    A sorprendido por cierto encontrar mas al noroeste que en el sur, para haceros una idea Cadiz tiene un 3% de esa herencia y Granada tan solo un 2%, bueno, google es vuestro amigo.

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