Hace ahora tres siglos que el gobierno británico eligió al ganador del «problema de la longitud». Recuerden que durante las grandes navegaciones anteriores al siglo XVIII una de las dificultades que tenían era saber en qué longitud geográfica se encontraban. 
Calcular la latitud era sencillo con un astrolabio, una ballestilla o un sextante. Calcular la longitud, teóricamente también era muy sencillo, bastaba con llevar dos relojes, uno con la hora del puerto de origen y el otro se ajustaba cada día a la hora local del barco. La diferencia entre los dos relojes daba la longitud. Por ejemplo, 12 horas de diferencia significaba 180º de separación del origen. En la práctica era muy complejo pues el bamboleo, los cambios de temperatura y la humedad del mar hacían que los relojes funcionasen mal. El gobierno británico convocó un concurso abierto a todo el mundo para buscar la solución; el ganador se llevaría 20 000 libras esterlinas de aquella época, que era una fortuna. El ganador –en 1714– fue el relojero autodidacta John Harrison. Esta es la historia de modo muy simplificado aunque no quiero dejar de señalar que había otras soluciones que no exigían relojes precisos, por ejemplo los «lunares».
Para conmemorar el tricentésimo aniversario el gobierno británico ha creado otro «premio longitud». Como en la anterior ocasión está abierto a todo el mundo y el premio es considerable, nada menos que diez millones de libras esterlinas –unos doce millones de euros–. De momento hay seis posibles temas de investigación que fueron elegidos por el «Comité Longitud» dirigido por el famoso astrónomo británico Martin Rees. Estos son: Antibióticos, su uso está produciendo cepas de bacterias resistentes a ellos, ¿cómo prevenir dicha resistencia? Demencia, el Alzheimer y otras demencias tienen consecuencias tremendas para el que lo padece y para sus cuidadores, ¿cómo mejorar su calidad de vida y hacer que vivan independientemente más tiempo? Aviación, los aviones emiten grandes cantidades de residuos a la atmósfera, ¿cómo podemos volar sin perjudicar al medio ambiente? Alimentos, ¿cómo podemos lograr alimentos sostenibles para todos los habitantes del mundo? Parálisis, ¿cómo devolver la movilidad a las personas con parálisis? Agua, ¿cómo asegurar agua abundante y con una buena calidad sanitaria a todos los habitantes del planeta?
Entre el 22 de mayo y el 25 de junio se puede votar para elegir el problema que recibirá los diez millones. Si tiene ideas, ¡a concursar!