Divulgación Científica
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María y los economistas

Arcadi Espada resumía el propósito de una iniciativa -todavía modesta y renqueante- como Cultura 3.0, de éste modo: Incorporar la ciencia a la toma de decisiones. Una incorporación que lleva pareja una tarea algo más desagradable e impopular: el desalojo paulatino de la pseudociencia y sus principales fuentes de prestigio y justificación social.

La labor es difícil teniendo en cuenta el funcionamiento de los medios de comunicación y la inseparable alianza de opinión, ideología y leyenda. Según un analista del Diario Ya, por ejemplo, María tiene la clave para vencer la crisis económica. Manuel Bru publica su artículo en una sección del periódico correctamente titulada «Opinión» (en griego «δόξα»), pero sin precisar que se trata de una opinión específicamente religiosa, de carácter legendario, y que por lo tanto nunca debería interpretarse como si fuera empíricamente cierta o ni mucho menos «científica».

Las causas de la crisis radican, de acuerdo con Bru «en esa esquizofrenia ideológica del progresismo capitalista», y aporta el testimonio de una presidenta de un grupo mariano, que propone como remedio de la avidez y el consumismo la «Economía de comunión» inspirada en la Doctrina Social de la Iglesia. Cuando tenemos las sentencias de San Ambrosio a nuestra disposición, capaces por sí mismas «de dar luminosa y radical respuesta a todas las realidades humanas y sociales, también las económicas» ¿para qué molestarse con Keynes, Friedman o la remota neuroeconomía?

Por supuesto, siempre sería posible defenderse argumentando que invitar a María o a san Ambrosio a la fiesta de las decisiones no elimina la ciencia económica, sino que de algún modo la ilumina beatamente. El inconveniente es que semejante incorporación de la teología (de la teología preferentemente «pobrista») a la economía es algo de lo que ya tenemos cierta experiencia histórica, como por cierto analiza de modo magistral y minucioso Antonio Escohotado en su último libro, Los enemigos del comercio.

Y puestos a incorporar mito y teología a la toma de decisiones. ¿Por qué no consultar también a Apolo, Krishna o Buda?

19 Comentarios

  1. Teniendo en cuenta que Apolo no cura, creo que podemos prescindir de él. Si la Virgen, en cambio, procura curaciones significativas en personas enfermas ¿cómo no va a ser posible que altere, para bien, los ciclos económicos?
    La noticia siguiente cuelga de un periódico digital que se precia de serio:
    http://www.elimparcial.es/contenido/28861.html
    Es tan solo cuestión de cambiar la sección que da cabida a la noticia y los efectos empezarán a notarse.
    Un poco de confianza, ya que no de fe, en la economía mariana

  2. Peter yuskus says

    La mitología izquierdista que nos habla de la vuelta a los orígenes, el comunitarismo, el mito del agro y demás también estarían en esta línea. No sé por qué estos mitos laicos no parecen ser supersticiones bienintencionadas que ven con enorme recelo el progreso económico, tecnológico y científico.

  3. A mí no me parece mal que la gente opine según sus creencias y crea que personajes religiosos puedan arrojar luz en la solución de problemas cotidianos. Ir quemando cruces sólo va a lograr que se quemen también mentes lúcidas (que no digo que sea éste el caso), y tampoco dice mucho en nuestro favor ir desdeñando opiniones sólo por las creencias religiosas de quienes las emiten. Que ser creyente no es una enfermedad ni nada de eso.

  4. Ahskar says

    El problema de depender de un ser divino, o divinizado, es que sencillamente dependemos de que quiera echarnos un cable… o no. Tal vez según su consideración es mejor que la crisis hunda a este sistema económico que depreda y hunde en la miseria a millones.
    En cualquier caso parece un poco egocéntrico por parte de un ser así esperar a que roguemos ayuda para darnosla, sobre todo cuando la mayoría de la humanidad no puede pedirlo porque sencillamente no la conocen.

    No me parece mal pedirla ayuda, pero sinceramente, prefiero en la economía lo mismo que en la medicina: sistemas fiables (o algo más fiables). Y lo digo sencillamente porque si tengo que optar entre medicina y beber agua de Lourdes (que tal vez funcione, sí, pero en 1 de cada 10000 casos) prefiero medicina.
    Entre rezar y tomar medidas económicas prefiero tomar medidas.

    Por otro lado si proponemos una campaña seria de rezos, mejor que recemos a las principales divinidades de cada religión, por si acaso… (que después de todos, los prácticamente de otras religiones también dicen tener milagros)

    PD: una breve reflexión, tal vez la crsis económica sea la respuesta a los rezos de algún tercermundista pidiendo que el primer mundo se vaya al carajo, quién sabe.

  5. A TerceraCultura una pregunta ¿Qué teoría científica creen que explica realmente el universo económico?

    A Ángel, tu razonamiento y te lo digo sin ánimo de ofender ni nada parecido, es falaz y eso sí es demostrable lógicamente. Recomiendo con espíritu constructivo la lectura de este blog http://contralafalacia.blogspot.com/

    Gracias y un saludo

  6. Raúl,
    No quería resultar falaz; símplemente irónico: si la fe sana el cuerpo, por qué no los sistemas económicos deteriorados, enfermos o catatónicos. De todas maneras, me suele pasar: que me tomen por sofista, quiero decir.
    Abrazo sincero, descreído pero respetuoso con los creyentes.
    Ángel

  7. Antonio says

    «…una tarea algo más desagradable e impopular: el desalojo paulatino de la pseudociencia y sus principales fuentes de prestigio y justificación social».
    La ecología es una ciencia: ecosistemas, especies, equilibrios, flujos de materia y energía, etc.
    El ecologismo es una religión (judeocristiana): el hombre peca destruyendo el medio ambiente, originalmente perfecto y extático, sin pecado, y debe ser castigado con el cambio climático, sufre amenazas de futuras plagas producidas por los contaminantes, la química (pesticidas, abonos, transgénicos, aditivos, etc…) es mala. Lo natural (alimentos biológicos, hierbas medicinales, homeopatía, medicina alternativa, el budismo zen, la negación de la realidad, el buenismo, el dolor de muelas, etc…) es bueno.
    A mi me parece esta religíón mucho más extendida, influyente, irracional (no ha sido sometida aa la acción del racionalismo griego y al paso de 2000 años) y peligrosa, susceptible de crear movimientos fanáticos mucho más peligrosos que los de la religión judeo cristiana, cuyo dios ya murió a principios del s XX (Nietzche)

  8. Ángel, miña culpa, después de echar un vistazo a tu blog ya veo que no piensas según entendí al leer tu post , es que esto de la comunicación por comentarios tiene sus deficiencias y se me pasó por la cabeza eso de «Con la iglesia hemos topado, amigo Sancho». En fin, sirvame el equívoco para tener tu blog en mi lista.
    Raúl

  9. Para Raúl («¿Qué teoría científica creen que explica realmente el universo económico?»)

    Creo que la clave podría estar en buena parte en artículos de econofísica como este:

    http://129.3.20.41/eps/mac/papers/0203/0203005.pdf

    Se ha publicado en forma de libro, y me parece una aportación fundamental para la 3C. Habría que traducirlo ya mismo y difundirlo al máximo, porque da muchas ideas para entender la actual crisis. Las ecuaciones no deben asustar al lector. Hay que saltárselas si es necesario para reanudar la lectura en la parte más ensayística del final.

  10. Muchas gracias Enadelfo. Descargado está. Lo leeré y si como parece resulta ser tan interesante, aportaré a la causa la traducción de al menos alguna parte.

  11. Hola Enadelfo,
    Debo decir que este escrito, aún reconociendo el mérito y originalidad de su aproximación, no me está entusiasmando. El autor para desarrollar sus teorías y analogías con la física parte de unos supuestos o axiomas implícitos que yo personalmente no doy por válidos.
    En su “Breve historia del dinero”, por ejemplo asume que lo ‘justo’ sería que el dinero estuviese respaldado por una cantidad real de algún bien tangible con valor en sí mismo, como el oro. Pero desde mi punto de vista esto ya hace que el modelo se separe de la realidad. Me explico brevemente ¿Cuál es el valor del oro? Dejando al margen posibles utilidades como superconductor u otras parecidos el valor que le damos es un valor totalmente subjetivo y sujeto a emociones, desde hace milenios lo que el oro da al que lo posee es, prestigio, estatus, etc; es decir, valores intangibles y contingentes. Tiene un determinado valor porque la ‘tribu’ se lo da, pero lo mismo le puede pasar a otras cosas que nosotros no valoramos como los colmillos de león o las cabelleras de ‘rostros pálidos’. Esto implica que en un momento determinado la sociedad en su conjunto, bien por consenso implícito de la mayoría o bien por imposición del poder, cambie el valor de ese supuesto patrón porque, sencillamente, interese. El oro vale lo que queremos que valga y ese querer es cambiante. Históricamente ya se produjo el hecho de que se abandonó el ‘patrón oro’. Se mantuvo sólo hasta que dejó de interesar. Y así ocurrirá con el modelo actual, perdurará mientras interese.
    Tampoco comparto, como otro ejemplo, lo que se asume en la página 9,que los mercados financieros reflejan el valor real de las compañías cotizadas. El autor llega a proponerlos como excelente campo de ensayo para sus teorías. Yo soy más partidario de posturas como la desarrollada por George Soros que defiende que los mercados siempre se equivocan.
    En definitiva, los modelos económicos serán válidos sólo mientras interese y no hay modelo físico-matemático posible que explique qué es exactamente eso del valor (dinero) puesto que es, por definición, contingente.

  12. Y continuando con el debate, otra pregunta para C3C ¿Cuáles creéis que son los límites de la ciencia? Si es que creéis que hay alguno, claro.

  13. Queridos todos, Tercera Cultura no puede quedarse en chacha cotorra de lo que otros se creen a pies juntillas. Vayamos un poquito por delante. Demos alimento de otro sabor. Por lo menos divulguemos un poquito, de Daniel Dennett, por ejemplo, si es que no tenemos suficiente producción propia.
    Recordemos la fábula del viento y el sol que pugnaban por despojar al hombre de su capa. Si se trata de suscitar el interés (despertar la razón) de un auditorio -o lectorado- creyente en religiones, ni la burla ni el sarcasmo ni la ironía ni la más ligera bromita servirán; antes se aferrará más aún a sus creencias, cerrándose a la reflexión.

  14. Pola, la cuestión es que la razón pura y dura no será nunca suficiente para el hombre. Las emociones, subjetivas, evidentemente, siempre estarán ahí e introducen una serie de variables en la ecuación que no pueden despreciarse.
    También hay y ha habido grandes científicos creyentes, no creo que deba ser incompatible una cosa con otra. El creyente no tiene porqué ser un ignorante.
    __
    Y Siguiendo un poco con lo que comenté sobre el escrito de econofísica y con mi pregunta a Tercera Cultura (no pretendo que se me conteste, sé que eso nos llevaría a un debate demasiado complejo), la cuestión es que creo que a veces se comete el error de «endiosar» a la ciencia como fuente de todas las respuestas (como curiosidad:a Sócrates le ejecutaron por eso, por introducir nuevos dioses) y yo creo que es eso, un error.

    Por cierto, yo no soy católico ni seguidor de ninguna religión en partícular.

  15. Savater, qué bueno es el tío. Anoche vi su exposición Democracia vs Democracia. Más que recomendable para el tema que estamos tratando.

  16. Creo que es bobo simplemente ir contra las creencias de nadie, y que algunos se han fijado más en la forma que en el fondo. Al fin y al cabo cada persona interpreta los asuntos según sus creencias(religiosas o no) y le busca soluciones también según las mismas y su capacidad de relacionar. Por tanto tan buenas y tan malas son las soluciones del «no consumo» como «la vuelta a las teorias comunistas».

    Las “hipotecas subprime” no es un invento financiero de ahora sino que se crean con un fin social en 1977 para permitir el acceso a una vivienda a las clases más desfavorecidas. Por tanto el riesgo de impago es mayor a propósito. En el año 2001 después de atentado del 11 de septiembre la Reserva Federal de Estados Unidos bajó el precio del dinero para aumentar el consumo interno debido a la contracción del mercado (es decir aumentar el consumo. Esta estrategia tuvo éxito y aumentó el número de solicitudes de hipotecas (incluyendo primes y subprimes) en estas entidades que para financiarse tuvieron que usar la “cesión de créditos”. Y es en este punto en elque una falta de ética y un afán de lucro lleva a de inversión como Lehman Brothers a lanzar «titulaciones» con objeto de tener liquidez.

    En fin ¿es la crisis finaciera un resultado de la falta de ética? ¿es un resultado del consumismo? ¿es un resultado de un esquema deliberado?. Para buscar la causa ya están los analistas. Para buscar las soluciones ¿los economistas?.

    Creo que la solución no es gastar (invertir según el Gobierno) 8.000 millones de euros en obras en los Ayuntamientos y más cuando no van seguidos de control alguno. Por eso lo llamo gasto y no inversión. De nuevo se protege al sector ladrillo y no a la investigación y el desarrollo. Tampoco es solución evitar el consumo pero si lo es consumir de forma inteligente. Inteligente no es el consumo irracional de usar y tirar (promovido en todo). El intercambio también es un forma de consumo. No comento las soluciones de los que promueven volver a las teorias comunistas porque no merece la pena.

    Lo bueno sería destinar 2.000 millones de euros a la I+D, lo bueno es aligerar y aumentar la competitividad de la pequeña y mediana empresa rebajando los impuestos, dándoles más publicidad en el exterior.

  17. ara el administrador
    En la frase: lleva a de inversión como Lehman Brothers a lanzar “titulaciones” con objeto de tener liquidez

    debe decir
    lleva a las entidades de inversión como Lehman Brothers a lanzar “titulaciones” con objeto de tener liquidez

  18. Más vale tarde que nunca: tenía pendiente algún tipo de respuesta para Raúl. Durante todo este tiempo he estado rumiando bastante en torno a los puntos de contacto entre la crisis financiera y económica que estamos viviendo y las claves que 3C podría aportar para interpretarla y sugerir medidas (aunque según estamos viendo ni los premios Nobel saben ya qué proponer). Creo que esas claves deben provenir no sólo del campo de la econofísica, sino también y fundamentalmente del conocimiento de los determinantes biológicos y psicológicos del comportamiento humano. En http://www.c3c.es/coefi.htm, una página con la que en su día no pretendí sino ordenarme un poco las ideas para intentar entender la crisis, he acabando vertiendo muchos conceptos 3C e incluso algunas “recetas”, en lo que a estas alturas se ha convertido sin yo quererlo en un panfleto antisistema. Cualquier observación crítica de economistas y otros expertos sería muy bien recibida.

    Saludos.
    e

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