Tercera Cultura
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Las dos culturas 2010. Castigo y civilidad

FAMILIAS, NORMAS Y SANCIONES: CONDUCTAS DISRUPTIVAS Y CONTEXTOS SOCIALIZADORES

Adolf  Tobeña

Adolf Tobeña

Castigo y civilidad
Prof. Adolf Tobeña
Catedrático de Psicología Médica y Psiquiatría
Universidad Autónoma de Barcelona

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9 Comentarios

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  2. Vicente says

    Creo que el profesor Tobeña es uno de los intelectuales más brillantes y valientes que tenemos en España. Estoy de acuerdo con la mayoria de sus planteamientos, y me gusta su manera de expresarse. Ahora bien, me queda una duda, y es la siguiente.
    Si el castigo es importante y benefactor para la conducta de los ciudadanos, como demuestran los datos, y el cumplimiento de las normas sensatas, no disparatadas y no ambiguas facilita el civismo, porque no le asigna un papel importante a la familia si es ahí donde se convive con un ambiente normativo la mayor parte del tiempo, al menos durante los primeros años. Creo que es en el ambiente familiar donde se aprende a convivir con el cumplimiento de las normas en los primeros e importantes años de nuestras vidas, y por tanto tendrá su importancia en la consolidación de un determinado punto de vista frente a la sociedad. De todas formas, estoy muy interesado en los trabajos del señor Tobeña, y de acuerdo con su idea sobre el pensamiento tóxico de las sociedades democráticas ricas actuales. Un saludo

  3. El profesor es ciertamente un tipo bastante repelente… pero no deja de acertar en su empeño de ver las cosas como son en lugar de como deberían ser. Se agradece que alguien lo haga, y más con esa contundencia. Hay, no obstante, una cosa que no me acaba de cuadrar: él insiste con vehemencia en que lo que determina el carácter de las personas, genética aparte, no es la familia, la sociedad ni la escuela, sino lo que él llama el itinerario personal. Y yo me pregunto: ¿Es que la familia, la sociedad y la escuela no forman parte (entre otras cosas, desde luego) del itinerario personal de uno?

    http://antoniolopezpelaez.com

  4. Al señor López: no comprendo el porqué del encabezamiento de su adjetivado comentario. ¿Se refiere a alguna cuestión personal que no resuelve argumentalmente para el resto de lectores o pretende que adivinemos por qué el profesor Tobeña es lo que usted califica?

    Si no he entendido mal lo que el profesor explica, no es exactamente lo que usted expone. Comienza su intervención explicando que la agresividad disminuye con el paso del tiempo en niños de dos a cuatro o cinco años gracias a la sociabilidad, al beneficio de vivir en sociedad para amortiguar los instintos de patadas y mordiscos. Reconocen al fuerte y aprenden a protegerse fuera la familia y del hogar protector.

    Por otro lado, lo que el profesor Tobeña demuestra son obviedades, algo que realmente en la gobernanza de la gestión mental-moral colectiva no parece ser de interés. Me anima saber que a pesar de la censura para exponer temas tan evidentes sea objeto de descalificaciones, ayuda a amplificar su discurso que es uno de los que más falta hace en estos momentos.

    Yo creo que el itinerario del profesor Tobeña está claro.

  5. A ver. A mí me resulta indudable, después de escuchar con atención al profesor durante casi dos horas, que se trata de un tipo francamente antipático. Cierto que el hombre se esfuerza en parecer afable y cercano, pero eso, de hecho, pone las cosas aún peores. No obstante, esto no deja de ser una percepción personal que a mí me parece obvia pero a usted le podrá parecer (de hecho seguro que se lo parece) una solemne tontería. En cualquier caso, lo importante, creo yo, no son las cualidades del profesor, sino lo que dice. Y lo que dice, en líneas generales, es muy, pero muy, interesante. Y discutible, claro. Eso también.

    http://antoniolopezpelaez.com

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