Tercera Cultura
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Flimmies contra paparazis

Autor. Félix Ares

Camuflaje que produce parpadeo luminoso evitan que se tomen fotos nítidas de los prototipos automovilísticos

Flimmies contra paparazisEstaba viendo un documental sobre Laponia, sus habitantes y sus renos, cuando se pusieron a hablar de que hay muchas marcas automovilísticas que utilizan sus lagos helados como pistas de prueba de sus prototipos, para ver cómo se comportan en carreteras heladas, frío, etc. Sobre el lago helado había nieve que tenían que quitar y luego pasaba una máquina que lanzaba agua para que se congelara y quedase una superficie totalmente cubierta de hielo. Después aparecieron unos coches feísimos, todos negros, que iban en grupo y se dirigían a las pistas. La fealdad de los coches me sorprendió, pero también lo hizo el que al ser totalmente negros, las sombras en la carrocería no se veían con lo que su forma exacta quedaba bastante difusa.

Se trataba de los prototipos que alguna marca automovilista quería probar. El negro y sus formas eran un camuflaje para evitar que los paparazis sacaran fotos nítidas de cómo era de verdad el nuevo modelo. Aquella masa negra incluía añadidos de gomaespuma o de plásticos para cambiar la forma. Para evitar que se supiera su forma exacta. Las leyes de tráfico permiten circular a los prototipos, pero los faros y las luces de freno deben funcionar. Si tenemos en cuenta que esos dos elementos son dos de los que más definen el aspecto de un nuevo coche, no es de extrañar que estuvieran modificados.

Al llegar a las pistas todos los añadidos tienen que quitarse pues hay que probar cómo se comporta el coche auténtico. Así que los técnicos quitan todos los añadidos y el coche queda al descubierto, momento que suelen aprovechar los paparazis para sacar sus fotos. Un momento, he dicho que quitan todos los añadidos, pero la pintura que se queda es de camuflaje. Durante bastante tiempo algunas empresas, entre ellas Vauxhall, usaban rombos blancos y negros que cubrían toda la carrocería con extrañas inclinaciones. Parece muy tonto, pero verdaderamente hace tremendamente difícil saber donde están las puertas o donde empieza o acaba una ventana. Aunque las modernas técnicas por computador hacen que sea posible identificar la auténtica forma de la carrocería. Así que tenemos una lucha entre los paparazis y los expertos en camuflaje. En una versión posterior los rombos tenían formas más alargadas, curvadas y redondeadas, por lo que disimulaban mejor. Su aspecto era el de una colección de peces nadando, por eso a esos dibujos les llamaban «fishies» (pescaditos). Y lo último son unas extrañas formas que producen una especie de parpadeo de la luz que impiden sacar unas fotos decentes. Les llaman «flimmies», que no me atrevo a traducir.

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