Ciencia cognitiva, Ciencia y sociedad, Psicología evolucionista
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Contra la empatía

En los últimos años se han multiplicado los artículos y libros científicos, columnas periodísticas, etcétera, que hablan sobre la empatía. Por mencionar algunos ejemplos: The science of evil. On empathy and the origins of cruelty, de Simon Baron-Cohen, The empathic civilizacion (La civilización empática, en Paidos) de Jeremy Rifkin, o The age of empathy (La edad de la empatía, en Tusquets editores), de Frans de Waal.

Todos estos ejemplos, y aparentemente desde muy diferentes perspectivas (uno se encuentra aquí desde psicólogos a neurocientíficos y politólogos) coinciden en buscar la raíz de todos los males en la carencia de empatía, a la vez que anuncian un mundo mejor basado en una empatía ampliada, primero hacia todas las razas y sociedades humanas y acaso en su fase más resplandeciente, hacia los animales no humanos.

Políticas de la empatía

A veces se denomina “revolución afectiva” a esta corriente de opinión científica especialmente cultivada en el ámbito anglosajón, fundada en el estudio los “sentimientos morales” de Adam Smith, que suele oponerse al racionalismo ético “continental”, más influido por Kant.

Para Paul Bloom, psicólogo cognitivo de la universidad de Yale, en cambio, la empatía no curará el mundo, y explica su escepticismo en un extenso artículo publicado en The New Yorker. Bloom pasa revista a las teorías modernas de la empatía, empezando por la llamada “hipótesis de la empatía altruísta” de C. Daniel Batson, para el que “simplemente instruyendo a los sujetos para adoptar la perspectiva del otro hará que se preocupen más por ellos y estén más dispuestos a prestar ayuda”. En el extremo opuesto, la “erosión de la empatía” se entendería como la raíz de la conducta de los psicópatas y los sociópatas. Por lo visto no hay nada peor que andar bajo de empatía.

Bloom es escéptico con la llamada que están haciendo estos revolucionarios de la afectividad para que nos sumemos “emocionalmente en una familia global” o en una “conciencia empática global”. ¿Es que acaso es posible “empatizar” con 7000 millones de personas en un mundo donde, de hecho, las diferencias raciales y culturales están muy lejos de estar disminuyendo? Como apunta también Steven Pinker, la expansión de las preocupaciones morales deben mucho a facultades que no coinciden exactamente con los sentimientos morales, como la “prudencia, la razón, la justicia, el autocontrol, normas y tabúes, y la concepción de los derechos humanos”.

Al confiar en exceso en los poderes de la empatía, corremos el riesgo de que nuestros nuestros sistemas emocionales sean secuestrados por un subconjunto de problemas emocionalmente atractivos, haciendo que nos despreocupemos cada vez más por los problemas sin rostro, o cuyo verdadero rostro no despierta tanta empatía emocional.

Bloom cuestiona las “políticas de la empatía” y termina defendiendo una especie de humanismo racional más ascético: “Nuestra mejor esperanza para el futuro no es hacer que todas las personas piensen en la humanidad como una familia, lo que es imposible. Descansa, en su lugar, en la apreciación del hecho de que, incluso si no empatizamos con distantes extraños, sus vidas poseen el mismo valor de aquellos que queremos”.

Mujeres empáticas, hombres impasibles

Las mujeres tienen la piel más clara que los hombres, y también son más pacíficas, más agradables, mejores cuidadoras y más hábiles entendiendo pistas sociales. Ellas ejercen un liderazgo más benevolente, son más emocionales, y quizás están llamadas a construir un tipo de civilización superior, poniendo fin al dominio de los hombres (“patriarcado”), como propone Hanna Rosin.

El éxito fulgurante de la empatía, comprendida como un valor femenino, y en consecuencia inherentemente superior según nuestro zeitgeist posmoderno, corre paralelo al descrédito general de los valores masculinos tradicionales.

Los hombres son más competitivos, más agresivos, más ateos, más suicidas y más autistas. Y también, en promedio, menos empáticos. Según un estudio reciente dirigido por investigadores españoles, la falta de empatía influye incluso en el acoso escolar: “las mujeres son menos crueles que los hombres en la infancia porque ellas experimentan mayores niveles de empatía que ellos”.

No es que los hombres no puedan experimentar la empatía porque de hecho lo hacen de forma natural. El mundo está lleno de hombres muy empáticos y de chicos que no acosan a sus compañeros en los colegios (también hay mujeres impasibles y chicas que cometen acoso escolar). Lo explica muy bien Francisco Traver: “los hombres tienen desviaciones hacia la sistematización estadísticamente significativas, mientras que las mujeres ofrecen desviaciones semejantes hacia el costado de la empatía.”

Es más, los mismos caminos cognitivos que llevan a la impasibilidad masculina patológica, y a la despersonalización de los demás, para la que parecen estar evolutivamente más dotados los hombres, también conducen a actividades que son imprescindibles en una sociedad equilibrada, funcional y justa. Una sociedad civilizada y sana necesita un mayor número de antidisturbios que de poetas. Así como necesita ingenieros, cirujanos, matemáticos, físicos, barrenderos, militares y cualquier otra profesión cuyo ejercicio precisa más de las virtudes de la impasibilidad y la sistematización típicamente masculinas. Estos valores necesitan ser socialmente reconocidos y no puestos sistemáticamente bajo sospecha.

Sin dejar de reconocer que la empatía es un componente muy importante de la capacidad para actuar moralmente, con una profunda historia evolutiva (De Waal, 2008) por detrás, también es evidente que no puede curar el mundo por si misma. Como se deduce del comentario de Bloom, o de Pinker, lo que llamamos progreso moral a veces se ha construido contra los límites provincianos de la empatía natural. Al fin y al cabo la empatía emocional es un mecanismo ancestral que evolucionó en el contexto del propio grupo, y no se dirigía a los extraños, sino a los amigos y la familia, previsiblemente porque los individuos del propio grupo estaban más directamente implicados en la crianza exitosa de los niños.

 

72 Comentarios

  1. Aloe says

    Todavía está sin demostrar que la «sistematización» sea lo contrario de la «empatía», desde cualquier punto de vista, y especialmente desde el punto de vista de las características mentales de las personas reales. Está por demostrarse que la tendencia a la sistematización impida la empatía, como que ser empático dificulte la sistematización.

    Es otra forma de decir que las personas muy empáticas son necesariamente tontas, o que los anormalmente faltos de empatía no es que sean psicópatas listos o psicópatas tontos, según el caso, no, es que son siempre listos. Ninguna de las dos cosas son ciertas.

    Esto recuerda a los anuméricos que se justifican diciendo que «son de letras», como si leer literatura clásica produjera el bloqueo de la comprensión de lo que es una derivada. O como si estudiar física impidiese redactar correctamente.

    Estos días estoy leyendo sobre la época en la que la frenología era saber ortodoxo, la eugenesia racial se defendía por honorables graduados de Cambridge y unos miles de ignorantes socios del exclusivísimo Atheneum londinense se creían que sabían todo lo necesario para clasificar a los humanos y comprender sus mentes. En un sentido, casi todo ha cambiado desde entonces en las ciencias sociales y en la neurobiología humana. En otro sentido, parece que seguimos igual: con dos céntimos de experimentos y medio euro de tablas estadísticas, grandiosas tesis sobre la mente humana y especulaciones gratuitas sobre las supuestas consecuencias de las tesis imaginarias.

    Mientras tanto, ladrillito a ladrillito, supongo que científicos más modestos estarán averiguando algunos hechos reales, pero, claro, serán menos espectaculares y dejarán menos sitio para las Todologías sencillas y agradecidas.

  2. Eduardo says

    Lo importante, o lo que he intentado explicar, no es que «empatía» y «sistematización» sean extremos de un espectro cognitivo -aunque apuesto que algo hay- sino que de hecho la empatía se asocia con la constelación de valores femeninos. Es así, son cosas del «zeitgeist». Lo dicen las propias teóricas y activistas feministas constantemente. Hay una corriente muy importante en el pensamiento ético feminista que llaman «ética del cuidado» y que suelen oponer al pensamiento ético, racional, y «masculina». Lo dicen ell@s mismos.

    Esta discusión ya es vieja, pero sencillamente no es plausible que las terribles diferencias en distribución de habilidades y/o motivaciones que permiten que haya muchos más militares que enfermeras, o muchas más psicólogas que químicas, no tengan nada que ver con diferencias cognitivas evolutivas, del tipo que se sugieren aquí.

    La comparación con la frenología no se entiende bien, como no sea un argumento para intentar dar un poco más de «color» a su argumentación, y para que suene un poco más despectiva. Yo no sé en que estudios científicos se basa usted, yo conozco muchos que apoyan estas conclusiones, unos son conocidos, y otros son «modestos», unos entran en titulares y otros no.

  3. Soledad says

    No me parece que las estructuras psicopáticas carezcan de empatía .Por el contrario ,son capaces de captar muy rápidamente a través de claves no verbales las fragilidades del otro.Pero su empatía no tiene un elemento compasivo ,está al servicio de dañar a otro . Le comento esto solo con el fin de agregar un elemento a su tesis.En lo demás,Muy de acuerdo :La empatía no lo es todo,como no es lo mismo pensar «con» otro que «acerca»de otro.

  4. Eduardo says

    La cuestión es, en resumen, que si necesitáramos sólo empatía para tratar justamente a alguien, entonces trataríamos bien únicamente a las personas que nos gustan, porque las apreciamos como familiares o amigos potenciales. Para aplicar criterios de justicia más generales necesitamos claramente mayor neutralidad, «racionalidad» e incluso «impasibilidad».

    Por lo visto los autistas muestran deficiencias en la empatía cognitiva, no tanto en la empatía emocional, aunque hay cierto lio en las definiciones y bastantes tipos de autismo: http://en.wikipedia.org/wiki/Empathy#Emotional_and_cognitive_empathy

  5. Dejando al margen la hipocresía que supone seguir manteniendo abierto Guantánamo y hablar de la empatía como el principal valor, estaría de acuerdo con los autores que la consideran una panacea universal, si efectivamente bastase con ese sentimiento para que los problemas se arreglasen, pero no parece que sea así.

    La empatía por lo demás no es un valor siempre positivo, ya que favorece el gregarismo y éste en muchas ocasiones no solo es nocivo también peligroso.

    Y se está muy lejos de constatar en el terreno de lo social que las mujeres como colectivo se caractericen en mayor medida que otros colectivos por su empatía, al menos si consideramos al feminismo como parcialmente representativo de las mismas.

    Por citar un asunto bien significativo podríamos hablar de la regulación de la custodia de los hijos en nuestro país, un asunto resuelto según su criterio, pero que como cada día reconocen más instancias -últimamente lo ha hecho el Tribunal Supremo-, con la actual regulación no sitúa al niño como principal bien jurídico a defender sino a la mujer. Y las políticas de género tienen tendencia constante a ese sesgo.

    Y otro tanto cabe decir de la ética del cuidado, no solo por lo que supone de abandono de la ética de la justicia, también porque son demasiadas las ocasiones en que esa ética como mejor cabría describirla es como del cuidado, sí, pero personal.

    El poder de lo políticamente correcto es mucho más fuerte de lo que estamos dispuestos a creer.

  6. Rawandi says

    Creo que el núcleo de la ética es la ‘compasión racional’, o sea, una compasión que no discrimina injustificadamente: una compasión no sexista, ni racista, ni clasista, ni nacionalista, ni especista.

  7. Eduardo says

    Esos criterios parecen ajustarse mas al «núcleo» de una ética para ángeles, más que para humanos.

  8. Rawandi says

    Eduardo, ¿no eres excesivamente pesimista?. El rechazo del sexismo, del racismo, del clasismo, del nacionalismo y del especismo se deriva directamente del racionalismo ilustrado en el que se basan nuestras democracias liberales. De ahí que fueran los filósofos ilustrados los primeros en condenar todas esas formas de discriminación injusta.

    Por tanto, una buena educación en los valores de la democracia liberal debería bastar para que las futuras generaciones fueran interiorizando progresivamente la compasión racional.

    Por desgracia, también es cierto que gobiernos clericales como el que tenemos ahora en España harán todo lo posible por obstaculizar dicho avance ilustrado en nombre del oscurantismo cristiano.

  9. Eduardo says

    No creo que, como principio general, se pueda ser «excesivamente pesimista».

    Esa visión de una ética «progresista» derivada de un presunto núcleo de «valores» ilustrados está, digamos, muy de moda últimamente. No lo digo de forma peyorativa, sino que realmente se escucha mucho. Es más o menos la variante que defiende Pinker y los escritores que enarbolan el concepto de «ilustración radical», una ilustración por lo visto traicionada por los cursos históricos que siguieron a la revolucion europea, como explica muy bien Bloc

    Si, la verdad es que soy muy escéptico con todas esas ideas que prometen librarnos definitivamente de vestigios «provincianos» nacionalistas, sexistas o raciales. Creo que en cierto modo es una secularizacion de la «ética» cristiana, o de la idea cristiana de salvacion universal. Por tanto no veo una oposicion tan nitida entre los intereses «clericales» e ilustrados, porque ambos creen en la «humanidad» (aunque una parte del discurso ilustrado va más allá al poner en tela de juicio el especismo). Como personalmente no creo en la convergencia hacia la «humanidad», al reves, creo que estamos divergiendo cada vez mas, y tampoco creo en que vayamos a vivir mejor en un mundo sin naciones o diferencias entre sexos, si me lo preguntas, sí tengo una visión más conservadora, esceptica y, por decirlo así, «sombría».

  10. Rawandi estoy de acuerdo con Eduardo en que lo que propones tiene más que ver con los ángeles que otra cosa.

    Dejando al margen que habría que saber a qué te refieres con democracia liberal, porque si lo asocias a democracia representativa he de decirte que la propuesta que formula hoy el PSOE para la reforma de la ley electoral consiste en listas en cremallera al 50%, cerradas y obligatorias para todos. Dirigismo de partido y sexismo a partes iguales.

    En cuanto a lo del nacionalismo está tan vivo como siempre, como lo está el sexismo. Así al menos lo veo yo en las políticas de género.

    Visto en perspectiva histórica y a largo plazo quizá haya que concluir que vivimos en sociedades en las que se ha ampliado mucho la integración de valores y personas, pero de ahí a pensar que se trata de un proceso lineal hay un gran trecho, porque hay verdaderos socavones y pasos atrás en esa trayectoria histórica.

    Y visto de cerca ahí tenemos al nacionalismo catalán y vasco, como tenemos el sexismo inverso de las leyes de género, como estamos mostrando una verdadera torpeza e incapacidad para construir Europa o no estamos sabiendo valorar todo lo que está sucediendo en Oriente Medio, donde por cierto la U.E. ha apostado por la guerra como queda patente en el caso sirio.

    En fin, en estos asuntos resulta obligado ser gradualista.

  11. Rawandi says

    Eduardo, así como puedes tener apéndice sin padecer apendicitis, también puedes tener nación (o sea, Estado) sin ser nacionalista y reconocer las diferencias sexuales sin caer en el sexismo.

    Para ser nacionalista hace falta basar la propia ideología política en alguna mitología étnica (racial, lingüística y/o religiosa). Por cierto, a la Iglesia católica le va mucho el nacionalismo de todo tipo: se alió antaño con el nacionalismo franquista y hoy está aliada con los nacionalismos vasquista y catalanista.

    La ética del Nuevo Testamento es machista (el marido es la cabeza de la mujer) y esclavista (los esclavos deben obedecer a sus amos, especialmente a los amos crueles). Además, la igualdad entre los hijos de Dios se reserva exclusivamente para el otro mundo, no para el más acá, razón por la cual la Iglesia católica se opuso a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. O sea, que la ética cristiana y la ética ilustrada se parecen como un huevo a una castaña, aunque últimamente la Iglesia suele camuflar su ideario de sumisión al Amo cósmico mediante una retórica pseudo-ilustrada.

    Por otra parte, la ética ilustrada no predice el futuro ni promete paraísos. Eso queda para las religiones y para el marxismo-leninismo.

    La ética ilustrada simplemente propone valores que merece la pena defender si queremos mejorar gradualmente el mundo.

  12. Eduardo says

    Todo esto es muy discutible, principalmente porque «el diablo está en los detalles». Por ejemplo, la relación entre la iglesia y la nación y el nacionalismo es muy tensa, y el caso español es de los más complejos. Se pueden encontrar simultáneamente alianzas de la iglesia católica con el «nacionalismo español», como argumenta Stanley Payne en su libro sobre el catolicismo español, pero también con los nacionalismos periféricos. Incluso el llamado «nacionalcatolicismo» que suele citarse como el ejemplo palmario de la alianza católica con el nacionalismo, resultó fallido, contingente y tenso en todo momento. Esto arraiga en una trayectoria histórica muy complicada entre el estado, la iglesia e incluso el imperio. Para dejar sólo una pincelada, bastaría recordar que, aunque la justificación del imperio español se basaba en la ideología religiosa católica, la relación entre el imperio, la monarquía hispánica y Roma fue siempre tensa. La misma «leyenda negra» surgió de la propia iglesia española, en las furiosas predicas de denuncia de los clérigos americanos, en particular, Las Casas.

    El supuesto «machismo» de la ética bíblica, o neotestamentaria, también es un supuesto muy pegajoso que llevaria a una larga discusion. Para empezar, ya es discutible suponer que los evangelios son una «ética».

    La «ética ilustrada» es otro rótulo ideológico, bastante confuso, porque existen diferentes interpretaciones de la Ilustración, incluso contruestas entre si. No hay más que ver las discusiones entre Diderot y Rosseau, o discusiones más generales que están lejos de estar resueltas sobre los derechos de las mujeres, o los derechos de los hombres o sobre el tipo de organización política.

  13. Otra cuestión importante es que la izquierda en nuestro país es tan antiilustrada como lo pueda ser la derecha y la teoría de género y su paraíso del género único no dista mucho de otras utopías de salvación universal. Que además no tengan el valor de llamarle así a la hora de buscar adoctrinamiento y se refugien en lo de la educación para la ciudadanía muestra bien a las claras de qué estamos hablando.

    Pero yendo a lo de la Iglesia católica. Nadie la ha protegido en el período democrático como Zapatero no solo garantizándole una financiación pública a perpetuidad también al reconocer que una asignatura como educación para la ciudadanía se podía dar según el ideario de centro, lo que finalmente condujo a que el libro más vendido de esta asignatura defendiese el creacionismo. No es serio que el PSOE amague con pedir la ruptura de los acuerdos con la Iglesia, o se hace o no se hace. Y llevamos 30 años en esa tesitura.

    Lamentablemente estamos entre el adoctrinamiento religioso como opción única o la opción doble: adoctrinamiento religioso y teoría de género bajo la denominación de educación para la ciudadanía. Los ideales ilustrados lamentablemente no gozan de mucho prestigio entre ninguna de las castas del establishment

  14. Eduardo says

    Lo curioso es que cuando recuerdas que, efectivamente, el gobierno «izquierdista» de Zapatero ha dispensado el trato más favorable posible a la iglesia católica, la gente «de derechas» (o de la derecha religiosa, es decir, la mayor parte), se siente muy enojada, ya que llevan años vendiéndonos la burra de que vivimos en un infierno de laicismo y anticlericalismo. A nivel de altas esferas esto es visto como proaganda y tonterias, y por cierto hay un cable diplomatico de Wikileaks que lo confirma. Pero esta gente realmente es insaciable.

  15. Eduardo says

    Efectivamente, yo de forma general también encuentro muy complicado escoger entre las tonterías de la fracasada EpC y el adoctrinamiento católico. Es como cuando te obligan a escoger entre el «franquismo» y el Frente Popular. Si hay una «ética ilustrada» y un «proyecto ilustrado» no tengo idea de qué agente político y cultural es su representante en España.

  16. Rawandi says

    Eduardo, me dices que «se pueden encontrar simultáneamente alianzas de la iglesia católica con el “nacionalismo español” (…), pero también con los nacionalismos periféricos». Pues claro, ¿no es eso mismo lo que yo sostuve en mi último comentario? ¿A qué viene soltar la misma idea como si me estuvieras contradiciendo en algo? No lo entiendo.

    A la Iglesia le fue de fábula su alianza con el franquismo, régimen del cual no empezó a distanciarse hasta su última fase, cuando a Franco ya le quedaba poco de vida y era evidente que en la Europa de finales del siglo XX una dictadura no podía justificarse.

    En la Iglesia española, por cada cura Las Casas que osaba criticar alguna fechoría de la monarquía, había miles de clérigos dispuestos a santificar esa misma fechoría. Las Casas no es una figura representativa del clero católico.

    Que el Nuevo Testamento contiene una ética no es discutible. La ética neotestamentaria es una ética abyecta, basada en la pasividad (no resistáis al inicuo, poned la otra mejilla, no os preocupéis por la comida ni por el vestido) y en el apartamiento del mundo. Es una ética irracional, válida únicamente para monjes y anacoretas.

    El choque entre Diderot y Rousseau tiene una explicación muy sencilla: Diderot era un filósofo ilustrado (partidario de las libertades individuales) mientras que Rousseau acabó convertido básicamente en un filósofo contrailustrado (enemigo de las libertades individuales). Rousseau es el padre del totalitarismo.

  17. Eduardo says

    Bueno, lo que yo quería no es contradecirle ni dejarle de contradecir en primer lugar, sino afirmar que la relación del catolicismo con el estado es tensa en cualquier caso. No es una relación armónica. El papa anterior se ha pronunciado alguna vez sobre esto denunciando ciertas estrecheces del concepto de nación. Esto es algo natural, habida cuenta del carácter transnacional de la iglesia católica como heredera del imperio romano. Por otra parte, en España el distanciamiento de la iglesia con el «régimen» fue anterior al que usted supone, y escondía desacuerdos profundos que de hecho prepararon el terreno para la caída o descomposición del «franquismo». Distintos sectores influyentes de la iglesia fueron un importante foco de oposición, como es de sobra sabido.

    Y luego tenemos una tradición anarquista dentro del catolicismo, de la que también se podría hablar.

    La afirmación de que «Las Casas no es una figura representativa del clero católico» es completamente errónea. Aunque los historiadores coinciden en que la disputa histórica sobre el papel del Imperio, principalmente entre Las Casas y Sepúlveda, terminó filosófica y teológicamente en tablas, a nivel práctico la victoria de Las Casas fue clara y se plasmó en nuevas regulaciones legales que, aunque no cumplían plenamente los propósitos utópicos del monje, de hecho venían a darle la razón. Esto lo cuenta con mucho detalle y aportando numerosas evidencias Hugh Thomas en «El imperio español». Pero vamos, en cualquier caso, aunque Las Casas no hubiera triunfado netamente, sostener que no es «representativo», es un chiste.

    Que Rousseau no era realmente «ilustrado» y era un partidario del «totalitarismo» lo dice usted ahora, pero muchos antes mucho más influyentes que ninguno de los que estamos discutiendo aquí, han pensado otra cosa. Esto realmente es la falacia del Ilustrado auténtico.

  18. Eduardo Zugasti says

    El nuevo testamento en sentido estricto no es una ética, es una receta para la «salvación». En todo caso, si queremos analizar el significado y la repercusión de la ética y la política cristiana, hay que analizar muchas más cosas que los evangelios.

  19. El libro de Philipp Blom citado, Gente peligrosa, justamente lo que prueba es eso: que hubo otra Ilustración encarnada por personas como Diderot o D’Holbach, que quedó relegada al silencio y el olvido, como simbólicamente revela la anécdota de las dificultades del autor para encontrar dónde estaban enterrados, mientras Voltaire o Rousseau ocupan la cripta del Panteon.

  20. Rawandi says

    «El nuevo testamento en sentido estricto no es una ética, es una receta para la “salvación”.»

    ¿Y acaso ha existido alguna receta soteriológica que no llevara incorporado su propio código ético? A mí no se me ocurre ninguna.

    Antes se me olvidó hacerte una pregunta. Estoy de acuerdo contigo en que el «anticlericalismo de Zapatero» no es más que un delirio de la «derecha». Sin embargo, en ese delirio derechista yo incluiría también las críticas contra la Educación para la Ciudadanía.¿Podrías poner algún ejemplo de eso que llamas «las tonterías de la fracasada EpC»?

  21. Rawandi says

    Emilio, al menos Voltaire era un ilustrado, aunque mucho menos radical que Diderot y Holbach. En cambio, Rousseau acabó convirtiéndose en un perfecto contrailustrado: de ahí que el mismo Diderot le tildara de «antifilósofo».

    A Rousseau se le considera el padre del totalitarismo porque pisotea abiertamente los derechos individuales en nombre del interés del Estado. En el ‘Contrato social’, Rousseau incluso defiende castigar con la pena de muerte a quien se niegue a profesar la «religión civil».

  22. Eduardo says

    El error de base de la EpC era de base, pensar que nos podemos poner de acuerdo en una «ética mínima» cuando en realidad las discrepancias son fundamentales en temas como el aborto o el matrimonio homosexual. Resulta que estos y otros contenidos no forman parte de ese supuesto mínimo ético, como explicó Camps en una conferencia en Deusto. Lo que llamaban los profesores de ética, sobre todo de corte habermasiano, una «ética civil», capaz de trascender las diferencias ideologicas y religios, no es nada claro.

    Varios manuales de la EpC incorporaban contenidos realmente muy controvertidos, como críticas al «capitalismo». Son contenidos bastante conocidos que se han criticado muchas veces, pero a mi las dificultades me parecen incluso más profundas, porque no creo en el «consenso» ético.

  23. Eduardo says

    La bronca entre Rousseau y Diderot es muy conocida, lo que a mi me parece cuestionable es la construcción de un concepto de «Ilustración» limpio de polvo y paja, como si dijéramos, y ligado a una «ética» o incluso una política específica. Muchos contenidos que se asocian con esta visión son muy discutibles, empezando por el republicanismo, que algunos asociarian espontaneamente con «las luces». Holbach, sin ir más lejos, no era republicano, sino partidario de una monarquía ilustrada, y no era «anticapitalista» sino partidario de la propiedad. En los salones de los ilustrados se daban cita ideas de lo más variopintas.

  24. A mí me interesa qué pasa con los principios y valores más sobresalientes emanados de este contexto de la Ilustración: división de poderes, ciudadanía e igualdad jurídica acabando con las jurisdicciones especiales, promoción de la ciencia y la cultura frente al pensamiento mágico etc.

    Desde luego el balance en nuestro ordenamiento jurídico y político no deja lugar a dudas, la división de poderes está francamente deteriorada, lo de la igualdad jurídica es considerada por muchos y muchas una antigualla decimonónica y en cuanto a promover la ciencia y la cultura ya hemos hablado de lo que pasa con la religión.

    Que últimamente también la perspectiva de género se haya convertido en filosofía oficial nos indica que caminamos en sentido inverso.

  25. Eduardo says

    El feminismo es otro de esos supuestos valores que se vinculan espontáneamente con la «ética» ilustrada, es más, como una ética ilustrada reformada y auténtica, libre de los prejuicios de los ilustrados blancos y europeos, y que inevitablemente nos conducirán a un mundo mejor.

  26. Rawandi says

    El antropólogo y sacerdote R. M. Nogués, en su libro ‘Dioses, creencias y neuronas’ (2007), incluye dos citas que muestran cómo en la primera guerra mundial los obispos católicos promovieron sin empacho la carnicería desde presupuestos nacionalistas enfrentados:

    -«Hermanos, camaradas de los ejércitos franceses y de sus gloriosos aliados, ¡el Dios todopoderoso está de nuestra parte! (…) Dios nos dará la victoria.»
    Discurso del cardenal Amette en Notre-Dame de París. 1914

    -«Pueblo estimadísimo de nuestra patria, Dios está con nosotros (…) Os ordenamos, pues, en nombre de Dios, luchar hasta la última gota de vuestra sangre (…) él nos dará la victoria.»
    Declaración conjunta de los arzobispos de Colonia, Múnich y Essen. 1914

    Este no es más que un ejemplo de lo que ha hecho siglo tras siglo la Iglesia católica: bendecir las masacres; enviar a sus rebaños al matadero en nombre de Dios.

    Nogués también cita en su libro el delirante requerimiento que los conquistadores españoles hacían a los indígenas latinoamericanos. El requerimiento, que fue aprobado por el obispo Fonseca del Consejo de Indias, reza así:

    «De parte del Rey Don Fernando, y de la Reina Doña Juana, (…) os notificamos que (…) Uno de los Pontífices pasados, (…) como señor del mundo, hizo donación destas islas e tierra firme del mar Océano a los dichos rey y reina (…) Por ende (…) vos rogamos que (…) reconozcáis a la Iglesia por señora y superiora del Universo mundo, (…) y consintáis y deis lugar que estos padres religiosos os declaren y prediquen lo susodicho. (…) y si no lo hiciéredes (…) certifícoos que con la ayuda de Dios, nosotros entraremos poderosamente contra vosotros y vos haremos la guerra.»

  27. En relación con Educación para la ciudadanía trataré de resumir mi opinión. En realidad se trata de un apaño para contrarrestar la «inevitabilidad» de la enseñanza de la religión. Al menos así fue como lo vieron los gobiernos de Zapatero. Y tanto en el enfoque como en la metodología resulta difícil no ver la misma intención catequética que en la enseñanza religiosa.

    Para conseguir un consenso que satisficiese a todos incluidos los centros de enseñanza concertada se permitió que el currículo se adaptase al ideario de centro de tal modo que finalmente no había una Educación para la ciudadanía, sino una multiplicidad en la que según el texto establecido (y los materiales complementarios) los contenidos variaban de forma incluso contrapuesta.

    Con el resultado de que en los centros religiosos el texto de la asignatura defendía el creacionismo, y claramente estaba en contra del aborto. http://elpais.com/diario/2011/05/22/sociedad/1306015202_850215.html
    Mientras tanto en círculos mucho más reducidos circulaban un texto de Savater y otro de J.A. Marina.
    Todo lo demás eran textos donde en diferentes grados lo que predominaba era la teoría de género y según las editoriales un posicionamiento alter capitalista.

    Por citar un ejemplo, en el texto de edebé (moderado) pensado para tercero de la ESO el tema 3 dedicado a los Derechos humanos se trata del siguiente modo: una introducción a los derechos humanos a lo largo de historia y la proclamación en 1948 por la ONU de la Declaración universal de los Derechos Humanos y, a partir de ahí, ocupando tres cuartas partes del tema lo que se singulariza es todo lo referido a los Derechos de las Mujeres, para acabar citando como más destacada vulneración de los mismos la violencia doméstica (sic). Los ejercicios propuestos van todos en esta última dirección.

    Lo más lamentable de todo fue que finalmente lo que resultó fue una asignatura en la que dependiendo de la comunidad, el centro y el profesor cabía todo, incluso lo más descabellado, porque cuando se pierde la noción de lo que deba ser académico cualquier cosa es posible, lo que por otro lado venía favorecido por los materiales complementarios como los dedicados a la educación sexual y afectiva en la el enfoque predominante repartía los papeles presentando como celoso y violento al chico y como víctima sumisa a la chica. El de la Junta de Andalucía: No te líes con los chicos malos, puede servir de botón de muestra.

    Los resultados en esta materia para nuestro país no pueden ser más decepcionantes:
    http://www.institutodeevaluacion.mec.es/dctm/ievaluacion/internacional/iccsespanol2009.pdf?documentId=0901e72b808aaabe
    situándonos en los últimos puestos de la OCDE.

  28. Rawandi says

    Eduardo, existe una ética mínima constituida por los principios y valores ilustrados que fundamentan la democracia moderna (esto es, la democracia liberal): básicamente el gobierno representativo y el respeto por las libertades individuales. Todo esto lo defendía Holbach.

    El problema del PP es que tiene dentro a un influyente sector ultraderechista cristiano que no simpatiza con la democracia liberal.

    La ética inherente a la democracia liberal incluye el reconocimiento de que a la mujer debe permitírsele abortar durante la primera fase del embarazo y también que a los homosexuales debe permitírseles casarse. Todo esto únicamente puede molestar a los integristas religiosos enemigos de la democracia.

  29. Eduardo says

    Esa «ética mínima» existe sólo en vuestra imaginación. En cuanto se escarba ligeramente, aparecen tremendos desacuerdos. Ya he mencionado el caso del matrimonio homosexual, que se creía parte del mínimo, pero hay muchas más instancias. Por ejemplo, el aborto, o la pena de muerte, o la eutanasia. El caso de la pena de muerte es interesante porque no creo que ni los llamados «ilustrados radicales» fueran abolicionistas radicales, por mas que expresaran sus críticas a los excesos penales del antiguo regimen y estuvieran muy influidos por Beccaria. ¿Y Kant, no era «ilustrado»? En fin, se trata en todo caso de opiniones morales posteriores, opiniones controvertidas, que tampoco forman parte del famoso pero realmente inexistente «mínimo». Yo soy partidario de la pena capital, dicho sea de paso, y no me considero un clérigo oscurantista.

    A mi la etocracia de Holbach me gusta mucho, aunque es una visión un poco ingenua y superficial (a mi me recuerda a Sepúlveda y otros tratadistas políticos católicos, en realidad) pero Holbach era partidario de la seguridad, la propiedad y la prosperidad que hoy quizás diríamos «capitalista».

    Y no creo que lo que llamáis «democracia moderna» se fundamente en una «ética». Las democracias «liberales» occidentales se fundamentan más en la sexta flota de los Estados Unidos, en las ojivas nucleares, en las agencias de inteligencia, y ya puestos en los drones o en Guantánamo, y en el suministro de combustible asequible. Sin imperio no hay democracia ni «libertad» ni ilustracion que valgan. La ilustración no es un movimiento «universal». O si no háblales a los chinos de Kant y Holbach, o a los Yanomamo.

  30. Eduardo says

    Y os recuerdo que el significado de lo que los profesores de ética llamaban «ética mínima» o «ética civil» implicaba una ética trascendental a las visiones religiosas, seculares y partidarias. Se suponía que era algo sobre lo que podíamos ponernos de acuerdo con independencia de la ideología, religión o falta de ella. Bueno, ese supuesto «consenso» ya ha saltado completamente por los aires, y hay que sacar las consecuencias.

  31. Rawandi, sí que has hilado fino para que lo que te quedase fuera de los valores ilustrados haya sido el PP a través de su sector ultraderechista cristiano. No tengo nada que ver con ellos y no comparto sus posiciones en ninguno de los dos temas que citas, pero me parece que coges el rábano por las hojas y te olvidas de la enorme quiebra de esos principios y valores ilustrados de los que venimos hablando y que no son atribuibles al PP o solo al PP. El partidismo en este asunto no puede conducir más que a cercenar el análisis de una materia que justamente requiere amplitud de miras.

    La ideología de género defendida hoy mismo por Rubalcaba nada tiene que ver con los valores ilustrados y su propuesta de lista en cremallera cerrada y obligatoria es lo más alejado que existe de una democracia representativa, a no ser que por tal se entienda representativa de la cúpula del partido. Lo de las libertades individuales y el concepto de ciudadanía ha sido arrumbado al baúl de los recuerdos por la ideología de género al establecer claras diferencias en el tratamiento jurídico de hombres y mujeres. También en la vida social y política. Si además le dijeras a Rubalcaba que lo que él defiende es una democracia liberal te correría a gorrazos.

    Educación para la ciudadanía a mi entender no sería ni exclusiva ni preferentemente una asignatura de contenidos éticos. En esto opino lo que Aristóteles que en la ética más que de un conocimiento se trata de una práctica. Como rechazo el modelo actual con su pretensión de imponer unos valores y contenidos ideológicos muy determinados. En mi opinión se trataría de fortalecer la idea de ciudadanía española y europea porque no solo se conocen los marcos jurídicos, políticos y económicos correspondientes: Constitución y tratados europeos, también los mecanismo de defensa de derechos y libertades, sin olvidar que vivimos en un mundo globalizado que circula a una gran velocidad. Lo que resulta patético es que un alumno salga de Bac sin prácticamente haber tenido contacto directo con la Constitución, lo que por ejemplo lo convierte en un perfecto analfabeto sobre cómo se reparten los dineros públicos entre los territorios o sin que adivine hasta qué punto montón de decisiones nos vienen impuestas desde Bruselas.

  32. Eduardo says

    «Difundida por Rubalcaba» y también por el equipo de Rajoy. Esta ideología es transversal con respecto a los dos partidos políticos mayoritarios en España. Hay, eso si, más «focos» ideológicos de resistencia alrededor de la derecha sociológica, sólo que a menudo desde concepciones tradicionalistas, ligadas a la iglesia. Sería desde luego interesante estudiar esta polémica en el marco del propio pensamiento «ilustrado» pues las críticas son muy tempranas, como muestra la «reivindicación» de Wollstonecraft. En la tradición marxista por cierto también se pueden encontrar críticas al feminismo, aunque la relación del marxismo con la Ilustración es muy agónica, desde los propios textos de Marx donde denuncia el «humanismo teórico» de los ilustrados hasta la «dialéctica de la Ilustración» de Horkheimer y Adorno, una obra muy elogiada por el papa emérito.

  33. Eduardo says

    Y por cierto, Rawandi, si esa «ética ilustrada» se aglutina alrededor de la democracia representativa y los derechos individuales, habría que decir que importantísimos sectores de la izquierda actual, y no solo los derechistas oscurantistas, militan en contra de la Ilustracion. Por ejemplo, los «indignados» son básicamente un movimiento pensado como reacción ante la democracia representativa.

  34. Eduardo, se me hace difícil conciliar la ética, los valores ilustrados y la defensa de la pena de muerte. En mi opinión algo sobra ahí.

  35. Eduardo says

    A mi no se me hace difícil. De hecho, lo que me parece un retroceso ético es la abolición de la pena capital. Kant era partidario de la pena de muerte, y otros muchos «ilustrados».

    Es verdad que hoy se asocia la abolición espontáneamente con los «derechos humanos», como si eso fuera un credo del que no es posible discrepar. Pero yo soy ateo, no acepto valores sagrados.

  36. La sociedad ha evolucionado mucho en relación con ésta y otras cuestiones como la tortura o los malos tratos y a mi entender para bien, pero ya en aquel momento un hombre como Beccaria tenía muy claro este asunto y en esto con quien coincido es con él.

  37. Eduardo says

    Bueno, yo he dicho que soy favorable a la pena capital, se entiende que dentro de un sistema legal, no a los malos tratos o la tortura. No se puede mezclar una cosa con otra. Los ingleses llaman a esto «poisoning the well».

  38. Solo quería señalar que había habido avances importantes de la civilización en ese terreno, avances que acostumbran a ir paralelos en la sociedad civil y en los aparatos del Estado. Pero para que entiendas que no había ninguna malévola intención ni deseo de mezclar churras con merinas, los malos tratos eran frecuentes en el servicio militar y la escuela, es decir, instituciones estatales y la tortura donde con más frecuencia se ejerció es desde los aparatos estatales. Espero que ahora lo veas más claro.

  39. Eduardo says

    Pero es que estas pidiendo el principio de que la abolición de la pena capital, dentro de «ese terreno», es un «avance», y eso es lo que está en discusión. A mi no me parece un avance.

  40. Aloe says

    En su entrada en RN veo que seguimos haciendo Todología. Entiendo que da mucha satisfacción y que todos lo hacemos en la tertulia del bar, pero…

    Pasemos por alto la cadena de razonamientos traídos por los pelos y/o basados en hechos imaginarios o hipotéticos. Vayamos a lo esencial: la tesis de la entrada parece ser, si la interpreto bien, que la cultura predominante vuelve a una especie de estado de naturaleza (?), pero un estado de naturaleza indebidamente «feminizado», porque el estado de naturaleza comm’il faut es el de cuando los hombres eran hombres y se tallaban sus propias hachas de pedernal y por lo visto tenían poca empatía. A mi me gustaría saber cómo se puede arriesgar la vida por los compañeros, como se puede formar una band of brothers sin empatía.

    Otras cosas eminentemente arbitrarias o dudosas:
    – ¿Puede funcionar la moral kantiana o estoica sin empatía? La respuesta es que no. Una cosa es que sus postulantes no hicieran énfasis en ella, sino en otros elementos (por buenas razones con toda probabilidad) y otra cosa es que no la presuponga. La moral ilustrada lo que pretende es ampliar el círculo de los prójimos, el círculo de los familiares, convecinos o cofrades a toda la humanidad, y que hagamos el esfuerzo racional de imaginar a todos los humanos como nuestros prójimos e iguales, es decir, que tengamos empatía por ellos. La igualdad ilustrada es la consecuencia lógica de considerar que los negros, las mujeres, los pobres y los extranjeros merecen la misma consideracion en lo básico, y eso no es posible ni tiene sentido como objetivo ético sin la com-pasión (etimológicamente lo mismo que empatía), por tácita que sea.
    Lo que nos lleva de nuevo a mi reclamación principal: ¿de cuando acá está demostrado que la empatía sea lo contrario del pensamiento racional o de la capacidad de sistematización?

    – El programa feminista clásico no puso el acento en la ética del cuidado, sino en la reclamación de iguales derechos, lo cual maś bien tendía a defender la hipótesis de que las mujeres también pueden sistematizar y razonar (y por tanto, votar, ser jueces, médicos o profesores de filosofía, y administrar su propio dinero y el del Banco de Inglaterra si se terciaba). Desde que eso no se niega (no se niega abiertamente, pero hay ganas de negarlo, por ejemplo las suyas), un paso más reciente es reivindicar el valor de las tareas tradicionalmente femeninas (y por ello bastante despreciadas) como valiosas para todos, para la sociedad. Es como decir: «vale, el patriarcado siempre ha mantenido que lo propio y hermoso de las mujeres es cuidar a su familia y como mucho a los huérfanos y enfermos de otras familias, pero ¿por qué eso está tan poco considerado? Y además ¿por qué no forma parte suficientemente de las agendas públicas?» Es decir, que como mucho, no hay una «reividicacion feminista» de la ética del cuidado (que es más antigua que meterse el dedo en la nariz, porque si no nos habríamos extinguido), sino una reivindicación de que deje de ser privada, circunscrita a las mujeres y como demasiado insignificante para que forme parte de la agenda pública «seria».
    Por otra parte, si realmente existe esa polémica a escala apreciable (yo no la veo, pero será mi problema), está muy desenfocada, porque desde las tempranas polémicas victorianas sobre las Leyes de Pobres hasta la construcción del Welfare State, los temas de que ha tratado buena parte de la política pública durante siglo y medio tienen precisamente tanto que ver con la empatía como con la la justicia impersonal, con el cuidado de los desafortunados como con las matemáticas actuariales. Puede que los revolucionarios (por ejemplo) hayan sido poco propensos al sentimentalismo, pero su tirón entre la gente vino de sus llamamientos a la empatía. Y a la justicia. Las dos cosas no son enemigas, sino que van de la mano.

    – ¿La especie humana ha sido siempre patrilocal por imperativo genético? Pues eso también hay que demostrarlo. Dado que hay bastantes ejemplos en contra, y dado que en cambio la existencia frecuente de guerra endémica provee un fuerte incentivo cultural para que así sea como efecto secundario, a mi me parece que no, que no está demostrado. Tampoco hay ninguna necesidad de defender eso como explicación de la «mayor empatía promedio» de las mujeres. Esa diferencia estadística, tenga la magnitud que tenga y la proporción de innatismo que tenga (que a saber) no necesita hipótesis alambicadas como esa. Basta lo evidente: el (moderado) dimorfismo sexual de la especia.

  41. Eduardo says

    «Todologia» y barra de bar. No acepto entrar en la discusion con esos comentarios de entrada. Piense lo que le apetezca.

  42. Si bien una pan-empatía global no es posible cognitivamente, la cura de Bloom también es engañosa. La «apreciación del hecho de que, incluso si no empatizamos con distantes extraños, sus vidas poseen el mismo valor de aquellos que queremos», es un proceso racional, dependiente del aprendizaje y el entrenamiento, que emerge sobre la base de otros procesos automáticos e inconscientes, que están naturalmente sesgados hacia una extrañeza hacia los extraños (una detección que va desde extraños en cuanto a apariencia física hasta extraños por pertenecer a grupos de diferente conducta), lo distante y aún hacia lo oscuro (cromáticamente).

    Tampoco un pan-feminismo parecería una «cura»: a pesar de su preeminencia en empatía, se ha visto que las mujeres pueden ser indiferentes al sufrimiento de un infante que no es el suyo. Y pueden ser más crueles aún que los hombre a la hora de ejercer violencia, o al vengarse. Se comprende que la mujer invierte recursos en la crianza y el cuidado, pero de sus hijos, y por esa misma razón, eso no puede ser respecto a todos los infantes o toda la gente desdichada que exista.

    (Y todo esto siendo cierto que la cultura y la cosmovisión tecnológico-científica occidental es básicamente un asunto masculino-sistematizador que ha tendido a minimizar lo femenino, y/o en lo que de manera natural lo femenino-empático no se ubica muy bien a sí mismo.)

    Simplemente, no hay «cura» para asuntos como la competencia intergrupal. De hecho parte del éxito de nuestra especie ha dependido de ello, y no hay razones para pensar que ya no sea necesaria tal motivación, o mucho menos que haya desaparecido de manera natural. Sospecho que alguna parte, no se si mínima o enorme, en esta filosofía de la pan-empatía, sí se debe a un asunto de contexto: el del mercado neoliberal transcultural y la idea de aldea global (que en sí misma es la versión amistosa de ese sistema económico).

    Saludos

  43. Aloe says

    Piense lo que le apetezca.

    Muchas gracias, es lo que procuro hacer.

    Si el permiso me lo da para pensar lo que me apetezca específicamente de su falta de contestación, le reitero el agradecimiento. Pero no tengo un pensamiento nuevo al respecto. Ya me formé uno cuando vi que me bloqueó en Facebook.
    Por otra parte, es normal que no transija con cualquier comentario que no sea estrictamente formal y neutral. Como usted tampoco expone nunca opiniones polémicas ni mucho menos derogatorias de nadie… lógico que espere hacia usted la misma circunspección que administra tan imparcialmente.
    🙂

  44. Eduardo says

    Por experiencia, la mayoría de los comentarios «derogatorios» que se reciben en blogs y sitios digitales proceden de «enemigos» ideológicos que no están realmente interesados en «dialogar»; o, todavía más a menudo, de gente que arrastra indefinidamente supuestas afrentas personales del pasado.

    No me acuerdo de haberla baneado en Facebook, entre otras cosas por que no sé quién es, pero vamos, seguro que fue una buena decisión. De todos modos ahora ya sé a ciencia cierta por qué es completamente inútil intentar discutir con usted.

  45. Aloe says

    Saber muchas cosas a ciencia cierta por intuición debe ser la hostia. Cómo le envidio.

  46. Eduardo says

    No es una intuición, es una deducción bastante simple a partir de los datos que usted misma ha dado.

  47. Freman says

    Aloe: la sociedad se «feminiza». No es un hecho bueno ni malo, en sí, excepto en lo que afecte a las posibilidades de supervivencia de la especie. ¿Por qué se «feminiza»? Pues porque hay un fenómeno de «transferencia cultural asimétrica» en las sociedades modernas: las madres transfieren más cultura a sus hijos que sus padres. Transmiten cosas como «1+4=5», que son ciertas, pero también transmiten otras como que «las plantas tienen sentimientos». Los hombres también transmitiríamos tonterías, pero cuando hay aunque sea una pequeña asimetría en las tasas de transmisión, termina ocurriendo que las tonterías masculinas se extinguen (que es buena cosa) a la vez que las femeninas se extienden (malo). La feminización, repito, no es intrínsecamente mala: la humanización secular de las costumbres no es sólo una consecuencia del «Leviatán», sino también de esta feminización. En realidad, todas estas cosas llegan a retroalimentarse. Y es ahí donde está la parte mala, porque el fenómeno se nos está yendo de las manos. Comer carne es malo. La experimentación médica con animales es mala. Tener una gallina en una jaula es una detención indebida.

  48. Eduardo Zugasti says

    La transmision parental en los hijos es asimetrica entre otras cosas porque los padres están cada vez más excluidos de la educación. Los padres siempre han tenido y tendrán una participación comparativamente inferior en la crianza, a no ser que cambie drásticamente la «naturaleza humana», pero en una sociedad «feminizada» occidental casi la mitad de los niños, o más, dependiendo de clases económicas, o grupos raciales, son criados hoy en familias monoparentales sin padre biológico. Y este es un fenómeno emergente de los últimos años.

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