El número de Abril de Psychological Science incluye un interesante y paradójico estudio sobre la autorregulación moral. Partiendo de estudios previos que examinan el porqué la gente actúa altruísticamente a pesar del coste que ello representa, los investigadores pretenden determinar cómo influye nuestra autoestima en la toma de decisiones.
Aparentemente nos encontramos ante dos términos opuestos : pureza moral y moral permisiva. La pureza moral es la tendencia a suprimir sentimientos negativos. Por ejemplo, si alguien se siente mal por no reciclar regularmente, quizás se dé un paseo hasta el supermercado para comprar bombillas energéticamente eficientes y sustituirlas por las de alto consumo que tiene instaladas en casa y que de esta manera mejore su autoestima.
En el caso de la moral permisiva, el sujeto tiende a actuar bien sea inmoralmente, o, más a menudo, a permanecer inactivo en el caso de considerarse a sí mismo como una persona con principios. Por ejemplo, si una persona viene de participar recientemente como voluntario en un evento benéfico, va a ser menos propicio a donar sangre la semana posterior. El sujeto cuenta ya con una autoestima elevada gracias a su generosa labor de voluntariado, con lo cual no considera ineludible el donar sangre al ser requerido por ello.
En el primer experimento se requirió a los participantes que escribieran una vivencia propia importante resaltando tanto sus aspectos positivos como los negativos. Al acabar, se les dijo que el laboratorio de investigación estaba interesado en apoyar la concienciación social, y que por eso requería a los participantes a donar una pequeña suma benéfica a la entidad que ellos eligieran. Como resultado, los participantes que se habían referido a sí mismos en términos positivos donaron sólo una quinta parte de la suma total dada por aquellos que lo habían hecho en términos negativos. El experimento fue validado posteriormente con idénticos resultados.
En el experimento final los participantes completaron el mismo ejercicio de redacción de aspectos negativos y positivos, pero también se les requirió para participar en otro estudio centrado en la mejor manera de reducir la polución en plantas de fabricación. Se les dibujó un escenario en el que estaban a cargo de una planta sometida a presión por parte de lobbies medioambientales para instalar filtros anti-polución en las chimeneas, con su correspondiente coste económico. Se les planteó la posibilidad de hacer un uso variable y flexible de los filtros a lo largo del tiempo. Teniendo en cuenta que el óptimo medioambiental y legal era utilizar los filtros durante el 60% del tiempo de fabricación, a un coste de 1,2 millones de dólares, se les dio la posibilidad de permitir usar los filtros en cualquier intervalo del 10 hasta el 100% con un coste de 0,2 millones de dólares por cada aumento del 10%. Lo que se les estaba planteando era posicionarse sobre si asumir este coste para la empresa o mejorar el medioambiente. También se les plantearon una serie de preguntas a continuación, del tipo cual pensaban que era la responsabilidad del jefe de fábrica en esta situación, y qué probabilidades tendrían de ser descubiertos si no implementaban las mediadas anti-polución.
Los resultados demostraron que los participantes que usaron palabras positivas para describir sus vivencias eran significativamente menos propicios a instalar los filtros que los que utilizaron palabras negativas. También tenían mayor tendencia a exponer que los responsables de producción debían anteponer el beneficio empresarial por delante de aspectos medioambientales, y además no creían que fueran a ser descubiertos aunque se situaran por debajo del 60%.
Por lo tanto este estudio demuestra una correlación entre el nivel de autoestima percibido y las decisiones morales. Más específicamente, sugiere que los sentimientos negativos sobre uno mismo predisponen a actuar altruísticamente en un intento de mejorar nuestra autoestima. Alguien con una autoestima alta tiende a ser menos altruista.
Dicho esto, cabe advertir que este estudio dista de ser completo. Por ejemplo, hubiera sido útil saber cual era el nivel de autoestima de cada uno de los participantes antes de iniciar el último experimento, ya que esto determina el nivel de permisividad moral de cada sujeto en un momento determinado. De la misma manera tampoco sabemos si para algunos el defender los intereses de la empresa era la decisión más justa, teniendo en cuenta que los costes planteados hubieran afectado a los empleos y a otros beneficios de los trabajadores. Aún así hay suficientes evidencias para constatar la relación entre la percepción que uno tiene de sí mismo y su manera de actuar.
– Por David di Salvo, periodista freelance especializado en investigación. Ha escrito y conferenciado sobre asuntos de sanidad pública, sobre la calidad del agua y del aire, marcas, educación, eficiencia energética, salud y marketing social. Publicado originalmente en Neuronarrative.
Entonces quiere esto decir que toda la tropa de voluntarios de las ONG no se quieren a sí mismos lo suficiente ?
Leido el sabado sobre un periodista:los cercanos conocian su estado de animo,amargura personal,economia limitada y desilusion profesinal.El dice lo unico que merece la pena es ayudar a los demas y se marcha a otro pais lejano….a construir una escuela para niños.
De momento sin mas comentarios,pero el articulo de las decisiones y la autoestima si apunta a que existe relacion,aunque pienso que a veces da igual por que se hacen ciertas cosas.
«Este estudio demuestra una correlación entre el nivel de autoestima percibido y las decisiones morales»
Supongo que huelga decir que una cosa es la correlación estadística y otra la causalidad. De todas formas, encuentro interesante el enfoque de buscar razones «egoístas» a actuaciones «altruistas» que compensen (ya sea en todo o en parte, en el corto o el largo plazo, consciente o inconscientemente) el sacrificio y el desgaste personal que conllevan.
Casualmente estoy leyendo «La recuperación de la autoridad» de Jose Antonio Marina (Versátil Ediciones)y en su página 61, dentro de un apartado denominado el mito de la autoestima se cita a : «Los adolescentes que llevan a cabo los comportamientos antisociales más graves, suelen dar, en los test, una medida muy alta de autoestima» (cita de una obra de Damon, William, denominada Greater Expectations de The Free Press, Nueva York, 1995)
En la página siguiente se dice que la arraigada idea de que la autoestima precede al desarrollo saludable, y que se debe construir antes que ninguna otra cosa, con alabanzas y aceptación incondicional ha implantado una tendencia dominante en la educación de indulgencia generalizada. Para Damon la autoestima es el resultado del logro y no al revés
Más adelante se dice que el sentimiento de autoestima puede romper la vinculación social, que es lo que ocurre en el narcisismo. Cita a Didier Pleux (Géneration Dolto Odile Jacob, Paris 2008) «La insistencia en la afirmación de la personalidad del niño se olvida de vincularles a los otros y a la sociedad
Posibles explicaciones para una alta estima poco altruista…
Yo diría que la relación entre altruismo y autoestima viene de la idea que comparten muchas religiones (como el catolicismo o el judaismo) de que para estar bien, primero hay que pasarlo mal, sacrificarse (lo que en cierto mode es cierto)… ¿Y que mejor forma de sacrificarse que trabajar por el bien de los demás? Sin recibir nada a cambio.
Así, una vez hacemos algún sacrificio, nos creemos con mayor derecho a estar bien, y por lo tanto nuestra autoestima mejora.
Bien es verdad que lo que unos pueden considerar un sacrificio, otros lo hacen todos los días sin reparar en ello. Es decir, no creo que la gente que trabaja en una ONG tenga la autoestima más baja, sólo tienen una idea de lo que es sacrificarse más exigente…
No muy convincente.
ro9POP I’m not easily impressed. . . but that’s impressing me! 🙂
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