Terroristas: sólo os espera la muerte
Hace unos meses se fugó otro terrorista etarra. Esa vez fue Alberto Plazaola, condenado a 46 años de prisión por dos delitos de asesinato frustrado y otro de estragos por la colocación de una bomba en la puerta de un bar en Eskoriaza en 1987. Fue excarcelado por la Audiencia Nacional en diciembre de 2014 tras permanecer 24 años en la cárcel, seis de ellos en Francia. Cuando el Tribunal Supremo decidió que no se restasen de su condena los años pasados en las cárceles francesas, el etarra debía haber vuelto a prisión y cumplir los seis años que la Audiencia Nacional le restó de forma indebida. Parece ser que tuvo una “premonición” y le faltó tiempo para poner tierra de por medio ayudado por una oportuna concentración de apoyo que dificultó el operativo policial que se había dispuesto en Oñate para detenerle. Ahora está en busca y captura. Quizá en algún país bananero.