Fe y razón
Uno de los aspectos más asombrosos de vivir en el planeta Tierra es esa suposición que parecen sostener la mayoría de los seres humanos acerca de que la fe (habitual pero no necesariamente, de la variedad religiosa) es una virtud. Esta extraña actitud — por añadir insulto al daño — suele venir aparejada a la igualmente extraña idea de que, de alguna manera, demasiada razón es mala. ¿Por qué? Fe significa que uno cree algo independientemente de la evidencia o incluso a pesar de ella. Esto es tan irracional y potencialmente dañino para la salud que los educadores y los responsables políticos deberían estar muy preocupados por la perspectiva de una nación en la que la fe fuera elogiada y promovida. Quiero decir: Pongamos que tengo fe en el mecánico de mi coche pero más tarde descubrimos que el tipo no sabe nada acerca de coches, es incapaz de arreglar ninguno y encima me cobra miles de dólares cada vez que voy a verlo. Estaríamos indignados con él, quizás hasta el punto de acudir a …