Autor: TC

Las personas más empáticas son más religiosas, pero piensan con menos claridad

De acuerdo con la teoría empatizadora-sistematizadora descubierta por el neuropsicólogo Simon Baron-Cohen, la mente de las personas puede ser clasificada sobre la base de estas dos dimensiones: empatía y sistematización. Tests basados en el reconocimiento de emociones faciales o sobre razonamiento mecánico mostrarían que las mujeres superan en general a los hombres en la escala de empatía y que los hombres superan a las mujeres en la escala de sistematización. Como hemos explicado otras veces, no se trata de una dicotomía. Hay hombres más empáticos y mujeres más sistematizadoras, pero existen interesantes diferencias tanto en el promedio como en los extremos de la distribución. Para Baron-Cohen los factores sociales no explican la totalidad de la variación, como evidenciaría desde fases del crecimiento muy temprano el papel de la testosterona fetal (Baron-Cohen et al., 2011).

El razonamiento espacial también ayuda a los hombres a conseguir más parejas

Microtus Pennsylvanicus es un tipo de roedor polígamo norteamericano cuyos machos compiten por obtener parejas nuevas que se encuentran dispersas en el territorio. El tamaño del área de distribución es precisamente uno de los responsables ambientales que influyen en las estrategias reproductivas. En las especies de roedores polígamos, pero no en los monógamos, los machos poseen habilidades espaciales superiores a las hembras que están mediadas por el papel de las hormonas sexuales, y que finalmente se traducen en el tamaño del hipocampo. Es decir, la selección sexual no favorece inexorablemente las diferencias sexuales, sólo lo hace cuando un sexo adquiere más ventajas reproductivas ampliando su área de distribución.

Dos «genes guerreros» explicarían el 10% de los crímenes

Las ciencias modernas de la conducta no entienden que «naturaleza» y «cultura» sean reinos antagónicos. Según la primera ley de la genética conductual (Turkheimer, 2000), todos los rasgos humanos son heredables. Esto incluye rasgos físicos, como la altura, el color de los ojos o la propensión a contraer enfermedades, pero también rasgos psicológicos como la inteligencia, la empatía o incluso la propensión a convertirse en criminal. Calcular la heredabilidad de cada rasgo e identificar los genes responsables, sin embargo, es una empresa difícil que sólo ha comenzado a prosperar.

El fin de la meritocracia en las universidades

A mediados de los años noventa del siglo pasado, Richard Herrnstein y Charles Murray sostuvieron en The bell curve (libro no traducido al español) la escandalosa idea de que la inteligencia será la fuerza decisiva que dividirá a la sociedad del siglo XXI. Desde esta visión meritocrática, se suponía que las universidades se mantendrían como “imanes para los estudiantes muy brillantes intelectualmente”, provocando una revolución en la educación superior que afectaría a la nueva economía y a toda la estructura de la sociedad. Este proceso segregaría a las élites física y cognitivamente del resto de la población, pero en su conjunto provocaría beneficios sociales al maximizar el talento que necesita una sociedad compleja para sobrevivir y prosperar. Esta revolución cognitiva sin embargo es fuertemente contestada desde instancias pedagógicas y políticas que no depositan tanta confianza en los poderes del intelecto.

5 mitos feministas que se resisten a morir

Christina Hoff Sommers es una antigua profesora de filosofía, actualmente colaboradora del Think Tank American Enterprise Institute. Es autora de siete libros, algunos especialmente críticos con el feminismo contemporáneo y los llamados «estudios de género». Su texto más influyente, Who Stole Feminism?: How Women Have Betrayed Women (1995) aún no ha sido traducido al español.

El día 23 con Scott Atran y Arcadi Espada

El viernes 23 de mayo a las 12.30 horas, se celebrará en el hotel Ónix, Rambla de Catalunya, 24 , Barcelona, el coloquio «Europa: Identidad o ciudadanía» que contará con el reputado antropólogo Scott Atran, con el periodista y ensayista Arcadi Espada y con Teresa Giménez Barbat, escritora, impulsora de Tercera Cultura y candidata en las listas europeas de Upyd.

Sí, la ideología política también se hereda

La distinción entre izquierda y derecha política es un fenómeno histórico muy reciente, no anterior a la revolución francesa. Como es sabido el origen de los términos es puramente topográfico, teniendo que ver con la posición que ocupaban los diputados franceses en la Asamblea de 1789 durante el debate acerca del veto regio: “a la izquierda del presidente se situaron los jacobinos y los diputados no realistas, y a la derecha los fuldenses”.

¿Nos hace “idiotas” la monogamia a los machos?

Charles Darwin, como es sabido, fue pionero en proponer una teoría consistente sobre el papel de la selección sexual partiendo de la evolución de “caracteres sexuales secundarios” que la mera lucha por la supervivencia, en apariencia, no era capaz de explicar. Instituciones sociales clave de la sociedad humana están directamente afectadas por las dinámicas de la selección sexual. Como explica Peter Frost, además, la selección sexual es sensible a la biodiversidad humana y probablemente no actúa uniformemente a lo largo de las poblaciones humanas y de los tiempos históricos.

Los ateos aún pueden ser condenados a muerte en 13 países

Las ideas ateas y naturalistas, y las personas que sostienen esas ideas, han sido universalmente perseguidas y discriminadas. Simplemente para hacerse una idea, estos son algunos datos. No conservamos ningún escrito original de la escuela materialista india Cārvāka-Lokayata, del siglo VI a.C. No conservamos ningún texto original de Demócrito, el principal representante del naturalismo griego (de hecho, Platón pretendió quemar sus libros, según Diógenes Laercio). El único ejemplar original de De rerum natura, de Lucrecio, considerado unánimente una flor filosófica de la antiguedad, fue encontrado por casualidad en un monasterio por un monje medieval italiano. Unos pocos textos epicúreos se han rescatado, también gracias al azar y a unos pocos arqueólogos aventureros, en la biblioteca privada de Herculano, en la región italiana de Campania.

La insensatez de los necios. La lógica del engaño y el autoengaño

¿Es la mentira lo que ha incrementado la complejidad de los sistemas nerviosos y nuestra inteligencia? ¿Es la guerra de armamentos entre bribones e incautos el motor de la evolución cognitiva? No es una idea tranquilizadora para quienes sueñan con un mundo en armonía y sin conflictos, aunque es la conclusión preferida por muchos biólogos y el singular Robert Trivers (Washington D. C., 1943) entre ellos.

Chris Stringer: “No derivamos al 100% de un origen africano reciente”

Chris Stringer es un antropólogo británico, y quizás el defensor principal de la hipótesis «fuera de Africa» según la cual el ser humano moderno se originó hace aproximadamente 100.000 años en Africa para más tarde migrar y ocupar el resto de continentes, reemplazando en el proceso a otros homínidos arcaicos. Este limpio cuadro de la evolución humana ha ido complicándose en los últimos años, en cierto modo enturbiando la ilusión edénica de que descendemos de una pareja primordial de humanos. Por una parte, los primeros humanos modernos podrían haber aparecido en varios puntos separados de Africa, no en uno sólo, y también parece que estos primeros humanos «modernos» habrían mezclado sus genes con distintos homínidos arcaicos tanto en Africa como en el resto del mundo.

Secesionismo académico de salón

En política las personas no suelen comportarse como “agentes racionales” sino como “agentes devotos”. La independencia no es una ecuación. Desde hace un tiempo, académicos e investigadores catalanes de relevancia, aprovechan su condición de “científicos políticos” y coquetean presentando la cuestión del independentismo como un tema empírico, estrictamente “científico” que se puede resolver en un plano positivo y libre de ideologías. Diversos intentos se han ido sucediendo. Y algunos tienen que ver con la teoría de juegos, que goza de cierta aura de fascinación para el gran público. 1

¿Realmente eran pacíficas las sociedades sin estado?

Un artículo publicado hace poco en Science ha suministrado más material inflamable en una larga polémica cultural sobre la presencia de la guerra en la evolución humana. Para los autores, los antropólogos finlandeses Douglas Fry y Patrick Söderberg, que se han basado en datos procedentes de una respetada base de datos etnográfica compuesta por una muestra de hasta 186 culturas tradicionales, la guerra es una forma poco usual de violencia entre cazadores y recolectores. Según su análisis “más de la mitad de los casos de agresión letal fueron perpetrados por individuos solitarios, y casi dos tercios resultaron de accidentes, disputas interfamiliares, ejecuciones dentro del grupo o motivos interpersonales tales como la competición sobre alguna mujer en particular”. La guerra sería más bien una característica de las culturas propietarias de tierra que ya habían desarrollado la agricultura, no un rasgo de nuestro ambiente adaptativo ancestral.

Pensar en ciencia podría mejorar el comportamiento moral

Los estudios de priming (en español la traducción varía tortuosamente, desde “primado” a “troquelado” o “impronta”) analizan el efecto que tendría en la memoria implícita humana la exposición a determinados estímulos, en la medida en que son capaces de influir en respuestas posteriores de la conducta. Por ejemplo, en un clásico estudio dirigido en 1996, un equipo de psicólogos de la universidad de Nueva York logró “primar” a un grupo de estudiantes para que caminaran más despacio después de exponerles a palabras que asociamos normalmente con la gente mayor, como (al menos en los EE.UU) “Florida” o “bingo”.

Robert Bellah (1927-2013)

El pasado 30 de julio falleció Robert Bellah, uno de los sociólogos de la religión más influyentes, antiguo profesor de la universidad de California, Berkeley. Bellah es conocido por acuñar el término de «religión civil americana», y más recientemente ha publicado su obra de síntesis sobre sociología de la religión, la voluminosa (752 páginas): Religion in human evolution (The Belknap Press of the Harvard University Press, 2011).

Darwin y la ciencia económica

Las relaciones entre la ciencia de la evolución y la ciencia de la economía siempre han sido, desde luego, muy estrechas. El mismo Darwin empleó conscientemente el lenguaje de la economía política para dar cuenta de la “economía de la naturaleza”, expresión que emplea varias veces en El origen de las especies, junto con varios términos que parecen sacados de los textos de Smith, Malthus o Ricardo: “competencia por la supervivencia”, “división del trabajo”, “especializadión de funciones”. De hecho, en tiempos de Darwin la “evolución cultural” era un concepto ya conocido en lo que llamaríamos ciencias humanas (desde dos diferentes perspectivas, ver Friedrich Hayek, La fatal arrogancia o Marvin Harris, El desarrollo de la teoría antropológica). Lo que hizo Darwin fue extender esta visión desde el mundo humano al mundo natural, introduciendo el concepto de “selección natural” como fuerza capaz de estabilizar el crecimiento de las poblaciones naturales en un mundo de recursos escasos.

¿Es hostil a los niños la vida en la ciudad?

¿Cuánto importa el derecho a reproducirse? Pronto lo averigüaremos. Las ciudades más avanzadas, como Singapur, Hong Kong y Nueva York ahora son tan hostiles a la crianza de los niños que muchas mujeres han dejado de casarse o tener niños. Anuradha Shroff, una investigadora del Civil Service College de Singapur describe un entorno social en el que resulta preferible permanecer soltero y evitar tener niños. En su lugar, muchas de las jóvenes mujeres de Singapur mantienen amistades a través de redes electrónicas más que a través de sus familias. Se preocupan por sus carreras y por el éxito material excluyendo tener niños.