Autor: TC

La peligrosa idea de James R. Flynn

James R. Flynn (1934-) es un profesor emérito neozelandés conocido principalmente por el hallazgo de que la inteligencia humana no permanece constante, sino que de hecho estaría aumentando en las últimas generaciones. El importante efecto que lleva su nombre -quizás debería llamarse “Lynn-Flynn” en honor a la contribución paralela del también investigador Richard Lynn- es el resultado directo de un profundo debate científico, complicado con múltiples implicaciones morales, ya que el trabajo de Lynn intenta contrarrestar la visión de que las diferencias en inteligencia entre grupos étnicos están genéticamente programadas. Gracias en parte a la contribución de Flynn hoy sabemos que las diferencias en inteligencia, -que repercuten significativamente en resultados de la vida diaria de los individuos, y en el bienestar, la prosperidad y la seguridad de los países– no permanecen constantes, sino que varían en el tiempo. ¿Por qué el CI medio de un país como Irlanda pasa de 85 puntos a inicios de los años setenta hasta los 100 de 2009? ¿O por qué estaría estancandose ahora mismo la inteligencia de los judíos …

La ciencia y los políticos

La formación científica está infrarrepresentada en los parlamentos, o al menos parece estarlo en el británico, donde sólo un 0.15% de los miembros tiene un doctorado (en comparación al 0.8% de la población en general), tal como señala esta editorial de la revista Science, firmada por el antiguo consejero científico del Reino Unido en alimentación y medio ambiente. La ciencia tiene sitio ciertamente en la política, pero a menudo como esclava de “intereses creados”, o como “consejo técnico” subordinado a planes en realidad poco filantrópicos y desinteresados, subraya el editorial. Esta falta de “diversidad” de la cultura política contrasta con el énfasis actual en conseguir una representación más igualitaria para otros grupos demográficos en los ámbitos de decisión social, como mujeres o minorías étnicas y sexuales. Sin embargo, por otra parte, la demanda de “diversidad” también afecta a la propia comunidad científica, un importante punto que pasa por alto Ian L. Boyd, habida cuenta de cual es la adscripción ideológica mayoritaria de los científicos sociales, climáticos y académicos de las humanidades -esto es, justamente los …

La salud mental masculina también es un tema de salud pública

Desde hace décadas se acumulan evidencias de que los trastornos de la salud mental no pueden atribuirse a causas exclusivamente individuales (Krieger, 1994). Por encima de “culpar a la víctima”, los investigadores de salud pública tienden hoy a tener en consideración importantes determinantes sociales y culturales. Este es el enfoque que defiende sir Michael Marmot desde la Organización Mundial de la Salud, y que el psicólogo clínico Robert Whitley (universidad McGill) sugiere extender específicamente al área de la salud mental masculina. El pasado 21 de diciembre el Dr. Whitley pronunció una conferencia sobre este mismo tema en el university college de Londres, invitado por la red de psicología masculina de la Asociación Británica de Psicología que dirige el Dr. John Barry. Significativas brechas de género en salud mental perjudican a los hombres: los hombres se suicidan y abusan de substancias tres veces más que las mujeres, sufren cuatro veces más de sobredosis por opioides, o cinco veces más de trastornos de atención. También tienden a tener más diagnósticos de autismo (3:1) y trastornos de personalidad …

Cuando las brechas de género en salud mental afectan más a los hombres

Robert Whitley (*) es investigador de psiquiatría social en el Hospital Douglas de salud mental de Montreal, situado dentro de un enclave natural en la ribera del río San Lorenzo. También da clases en la universidad McGill, y está especializado en estigma de la enfermedad mental y en salud mental masculina, dos asuntos que erizan las sensibilidades pero no siempre reciben la atención pública que merecen. El pasado mayo el Dr. Whitley presentó un simposio en esta universidad (en la foto, el edificio Leacock) para abordar los “nuevos horizontes” en salud mental masculina desde una variedad de perspectivas más allá de la ciencia médica. En el panel tomaron parte Daniel Bilsker, experto en adicciones de la universidad de British Columbia, Barbara Kay, periodista y columnista canadiense del National Post, la escritora científica Susan Pinker, asimismo especialista en temas de género y autora de La paradoja sexual, junto con la eurodiputada Teresa Giménez Barbat, que impulsa el estudio de la salud masculina desde una perspectiva renovada de género, a través de la plataforma EUROMIND. En primer …

El mayor estudio sobre diferencias de sexo en el cerebro

El estudio de las diferencias de sexo en el cerebro no es una mera curiosidad zoológica. En áreas como la investigación biomédica resulta vital si aspiramos a una medicina de precisión que evite sufrimiento, ahorre presupuesto público y termine produciendo un genuino bienestar social. El debate alcanza incluso a los parlamentos nacionales y transnacionales, como el de la Unión Europea, donde ya se ha debatido un informe sobre igualdad de género en la investigación clínica y la salud mental, con un énfasis en las mujeres. Notables diferencias de sexo en desórdenes psiquiátricos son lo bastante conocidas: el Alzheimer, o los desórdenes de ansiedad y depresión afectan significativamente más a las mujeres, mientras que los hombres sufren más por autismo, dislexia o esquizofrenia, lo cual apunta a que algunos trastornos donde la diferencia de sexo es pronunciada pudieran ser una manifestación «extrema» de rasgos típicos del cerebro masculino o femenino. Otras diferencias de sexo en la psicología y el comportamiento difícilmente pasan desapercibidas: los hombres sobresalen en razonamiento espacial, o en agresión, mientras que las mujeres …

David Buss: Por qué se moraliza el sexo

La «libertad sexual» no existe. Algunas conductas relacionadas con el sexo de hecho se consideran moralmente inaceptables y están sujetas a distintas sanciones sociales, mientras que otras son universalmente consentidas o incluso incentivadas. Además, resulta que no sólo la Biblia y la tradición judeocristiana, o las costumbres occidentales, están obsesionadas originalmente con este tema. Existen normas bastante explícitas para regular la sexualidad y el matrimonio al menos desde el código sumerio de Ur-Nammu, fechado entre los años 2100 y 2050 a.C, pasando por las leyes indias de Manu, del siglo III antes de la era cristiana.

¿Están sesgados los «estudios de género»?

Desde los años 90 del siglo pasado arrecian críticas académicas a los “estudios de género” y las tendencias asociadas con el posmodernismo, el relativismo y la “teoría crítica”, dentro de lo que se ha denominado a veces “science wars”. Un reproche frecuente contra esta área de las ciencias humanas es que está particularmente afectada de ideología y por una agenda política concreta, lo cual se percibe como una limitación extracientífica que reduce el espacio de las explicaciones consideradas a priori aceptables. 

Google y la diversidad. La controvertida ciencia tras el «manifiesto» de James Damore

James Damore, ingeniero y biólogo computacional formado en Harvard, Princeton y el MIT era uno de los trabajadores de Google en su sede californiana antes de ser despedido este 7 de agosto, supuestamente por “fomentar estereotipos dañinos de género” que violan el “código de conducta” de la compañía, en opinión de su jefe ejecutivo, Sundar Pichai. La decisión de prescindir de Damore –que ha anunciado que se querellará contra la firma– se precipitó tras la difusión este mismo mes de una nota de 10 páginas discutida inicialmente en un foro interno de Google. El documento, “Google’s Ideological Echo Chamber” (“La cámara de resonancia ideológica de Google”), fue filtrado para todo el público por la web GIZMODO, a través una versión cercenada que omitía fuentes académicas y algunos gráficos asociados al texto original GIZMODO describió el documento como un “manifiesto anti diversidad” y a partir de entonces las reacciones negativas se han sucedido en cadena a través de las redes sociales, en algunos casos procedentes de los mismos compañeros de trabajo de Damore, pero también de …

Razón y emoción en política

El pasado 27 de junio una espaciosa sala del parlamento europeo auspició un evento conjunto de dos iniciativas preocupadas por traer más cultura científica a la sociedad y la política: la serie de conferencias y publicaciones EUROMIND, coordinada por la eurodiputada Teresa Giménez Barbat, y la asociación cultural catalana CLAC (Centro libre. Arte y cultura), representada en Bruselas por Miriam Tey. Para hablar de “razón y emoción en política” el evento contó con un panel de expertos formado por el catedrático de psicología clínica de la Universidad del País Vasco Enrique Echeburua, y con la experta en comunicación política Sophie Lecheler, moderados y presentados por el director del instituto de neurociencias de la universidad autónoma de Barcelona, Ignacio Morgado. Aunque el tema del panel es tan antiguo como la política, ahora contamos con herramientas nuevas para abordarlo e intentar conjugar dos aspectos aparentemente mal avenidos como ciencia y política. ¿Es posible separar razón y emoción? Ignacio Morado ofreció en la introducción una síntesis sobre la ciencia de las emociones en su relación con la razón. De …

¿Es el pene una construcción social?

En 1996 Alan Sokal consiguió publicar un artículo –que en realidad era una parodia deliberada del posmodernismo, el deconstruccionismo y otras modas intelectuales del siglo XX– en la revista de ciencias sociales Social text. Un año más tarde Sokal y Bricmont publicaron el libro Imposturas intelectuales (Fashionable nonsense) que venía a resumir el llamado “Sokal affair” para un público más amplio. Es por lo menos plausible asumir que tanto el falso artículo como el libro consiguieron algún efecto. Aunque esta medida es bastante grosera, si buscamos actualmente la palabra clave “Posmodernism” en la base de datos de Google Books se aprecia una caída bastante brusca que coincide a grandes rasgos con la irrupción del escándalo Sokal.

La psicología política del Brexit

Una suposición natural de la democracia es que los votantes son al menos suficientemente racionales, si no para escoger la mejor de las opciones disponibles, si al menos para saber lo que votan. Algunos dudan de que incluso este modesto supuesto sea cierto, pero en los últimos años, sobre todo a raíz del resultado del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, y de las últimas elecciones a la presidencia de los Estados Unidos, la sensación de que vivimos en una “era de irracionalidad” y de la “posverdad” se ha extendido entre la élite cognitiva de las sociedades occidentales.

El “efecto pueblo”. Por qué importan los contactos cara a cara

Después de The sexual paradox, donde explicaba cómo influyen las diferencias evolutivas de sexo en las brechas de género en el trabajo, Susan Pinker –hermana del psicólogo cognitivo Steven Pinker– ha regresado a la divulgación científica con un libro que estudia la influencia en el bienestar, la salud y la felicidad humana de las relaciones sociales cara a cara (The Village Effect: How Face-to-Face Contact Matters. Atlantic Books. 2014).

¿Cómo ha podido pasar? El ascenso de Trump desde la psicología moral

El poder que frena el colapso civilizatorio parece haber quedado seriamente debilitado tras los resultados de las últimas elecciones presidenciales en EE.UU., considerando las reacciones de tantos políticos, “pundits”, activistas y comentaristas de todo el mundo. El País publicó el mismo día de la victoria de Trump una columna de John Carlin cuestionando literalmente que la democracia representativa pudiera seguir siendo “un modelo de gobierno a seguir para la humanidad”. Cayetana Álvarez de Toledo señaló en una conferencia que los resultados electorales subrayan que hemos entrado en una “era de irracionalidad” global. Según entre otros el filósofo Michael P. Lynch este acontecimiento augura una era de la “post-verdad” “donde las mentiras se toleran y los hechos se ignoran”. Y no sólo estaría en peligro la razón, la democracia, y la convivencia humana entre sexos, etnias y países, sino también el equilibrio planetario. Para distintos “líderes científicos” en ciencia del clima la presidencia de Trump supondrá “un desastre para el planeta”. La portada del semanario Der Spiegel lo ilustra en su portada, con la imagen de …

La inteligencia de los países

Reseña de Hive mind. How your nation’s iQ matter so much more than your own, de Garett Jones. Stanford University Press. 2016 El mismo año en que Charles Murray y Richard Herrnstein publicaron The bell curve 52 académicos firmaron un editorial en The wall street journal explicando lo que a su juicio constituía la ciencia aceptada de la inteligencia hasta entonces.

Los 10 mayores hallazgos de la genética de la conducta humana

Muchos de los hallazgos de la psicología no son tales, como ha mostrado el trabajo de Ioannidis (2005) y la dificultad para replicar los resultados parece ser la razón de fondo. Sin embargo, algunos resultados sí son sólidos. Robert Plomin y sus compañeros (2015) resumen lo que, según su criterio, son los 10 hallazgos mejor establecidos de la genética de la conducta. Los autores prefieren el término “hallazgo” a uno con más pedigree, el de “ley”, debido a la importancia de las excepciones, y a las limitaciones que implica el concepto de “heredabilidad” en esta misma disciplina. Recordemos que con heredabilidad los genetistas se refieren a una estimación –no un valor inmutable–basada en la variación genética individual encontrada dentro de una población específica, y que no sirve para predecir el comportamiento de un individuo en concreto.

Las raíces profundas del conflicto humano

El debate sobre la guerra humana, sobre sus orígenes, y su naturaleza es un área caliente y polarizada de la ciencia. Una corriente de la antropología fomenta la idea de que el conflicto humano es básicamente causado por las instituciones sociales, no por la “naturaleza humana”. Estos principios están resumidos en la llamada “Declaración de Sevilla” apoyada por la UNESCO en 1986, que condena como “científicamente incorrecta” la idea de que “hemos heredado una tendencia para hacer la guerra de nuestros ancestros animales”. Los críticos de esta postura, apoyados por la psicología evolucionista, por la antropología evolucionista y por algunos hallazgos de la paleoantropología, discuten fuertemente este punto de vista.

Henry Harpending

Este 3 de abril ha muerto Henry Harpending, antropólogo, genetista de poblaciones de la universidad de Utah y miembro de la Academia nacional de las ciencias de EE.UU. Considerado “controvertido” por grupos de la izquierda radical, el trabajo de Harpending abarcó áreas importantes de la antropología, como el origen de la diversidad humana (2005), la evolución de la inteligencia de los grupos humanos (2006) o, la evolución de adaptaciones humanas recientes (2007).