17/07/2008 MARÍA VALERIO Jack Nicholson, el obsesivo-compulsivo más famoso de la historia del cine, probablemente tenía alterada una región cerebral situada entre los ojos, el llamado córtex orbitofrontal. Un grupo de científicos británicos ha observado que esta zona de nuestra anatomía, relacionada con la flexibilidad a la hora de tomar decisiones, funciona de manera diferente en las personas con este trastorno. Comportamientos repetitivos, rituales diarios, pensamientos recurrentes… Más allá de la gracia que hacía el protagonista de ‘Mejor Imposible’, Melvin Udall, en la pantalla, el trastorno obsesivo compulsivo es una alteración mental que afecta a un 2%-3% de la población y que puede llegar a interferir gravemente en su vida diaria. Se trata de personas con temores recurrentes a ser contaminados o atacados, que sufren un miedo constante a que le ocurra algo a un ser querido, que tienen que lavarse las manos siguiendo un esquema predeterminado (imposible de alterar), que deben comprobar la llave del gas varias veces antes de salir de casa… Hasta ahora, los científicos ya habían observado que el problema era …