El revólver y el fusil fotográficos son predecesores de las cámaras actuales…
Todos hemos visto en el cine que cuando se fusila a una persona los gritos de rigor son: ¡Preparados! ¡Apunten! ¡Fuego! Fíjense en la frase típica del fotógrafo: apuntar, enfocar, disparar. Disparar. Podría pensarse que es casualidad, o que el acto de apretar el disparador de la cámara fotográfica es similar al de apretar el gatillo y sin duda no nos equivocaríamos; pero el paralelismo entre fotografía, revólveres y fusiles es más profundo. Para verlo tenemos que remontarnos a 1874 cuando el astrónomo francés Pierre Jules Janssen se fue a Japón a fotografiar el tránsito de Venus. Debemos recordar que en aquellos momentos la fotografía se hacía mediante el procedimiento de Daguerre; es decir, el «cliché» era una placa de cobre recubierta de sales de plata. Para obtener una foto se necesitaba mucha luz y mucho tiempo; media hora de exposición era el estándar. Por suerte para Janssen, se acababa de inventar la placa fotográfica de alta velocidad que con muy buena luz permitía hacer las fotos en segundos. Janssen tenía la mejor luz posible, el Sol, y junto con las placas rápidas construyó una máquina que utilizaba la placa de un modo muy interesante. En vez de que una foto ocupase toda la placa, la dividía en pequeños rectángulos y un sistema de dos círculos perforados giratorios hacía que cada toma se grabara en un lugar diferente. El resultado era que una sola placa fotográfica tenía muchas fotos obtenidas en secuencia. Llegó a tomar una foto cada dieciocho segundos.
Janssen, para hacer los círculos que cambiaban la posición de las fotos, se inspiró en el cilindro de los revólveres de Colt. Por eso a su máquina le dio el nombre de «revólver fotográfico». Con ella obtuvo las primeras fotografías de un tránsito de Venus, aunque las fotos resultaron borrosas. En el boletín de la Sociedad Francesa de fotografía poco después escribía: «La propiedad del revólver, de ser capaz de dar automáticamente una serie numerosa de imágenes tan juntas como se quiera… nos permitirá acercarnos a la interesante pregunta del mecanismo fisiológico relacionado con el andar, con el vuelo y con otros variados movimientos». Poco después, Étienne Jules Marey, le dio otra vuelta de tuerca y para poder fotografiar animales en movimiento creó un equipo similar al de Janssen pero portátil, que se parecía enormemente a un fusil, por lo que le dio el nombre de «fusil fotográfico».
«Revólver» y «fusil» fotográficos, ¿se extrañan que a sacar una foto le llamemos disparar?