Tercera Cultura
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Albatros

Conocer el vuelo del albatros permitirá que los aviones estén más tiempo en el aire

Decir que la aviación se inspira en los pájaros no parece una gran noticia. ¿Qué duda hay de que los aviones inicialmente imitaron a las aves voladoras? Quizá la sorpresa venga de saber que hoy en día los pájaros siguen dando ideas a los fabricantes de aviones.
No en vano los pájaros son el producto refinado de millones de años de evolución. Por ejemplo, en muchos aviones actuales las alas terminan en un pequeño apéndice perpendicular hacia arriba –dispositivos de punta alar–, fueron inspirados por las terminaciones de las alas de las águilas. Inspirados, después hubo que hacer diseños, simulaciones, túneles de viento, etc., y se llegó a la conclusión de que disminuían las turbulencias en el vuelo.

El fabricante de aviones Boeing tiene un grupo de trabajo para estudiar la evolución de los pájaros y Airbus, cuando ha presentado sus modelos conceptuales de aviones del futuro, se ha basado en la estructura ósea de las aves.
AlbatrosUna nueva vuelta de tuerca nos la ha dado recientemente el ingeniero aeroespacial Johannes Traugott que ha estudiado con ayuda de toda la técnica moderna de seguimiento de aves, el vuelo de los albatros, que, recordemos, son capaces de dar más de una vez la vuelta al mundo sin escalas. Los albatros tienen algo muy peculiar que no tienen otras aves, unos tendones que hacen que a voluntad las alas se queden fijas. Es decir, que se parecen a los aviones diseñados por los humanos. Los albatros vuelan a muy poca altura, digamos que unos quince metros de la superficie del mar, y su modo de funcionar casi siempre es el mismo. Planean, cuando pierden altura y están casi rozando el mar giran y se ponen a sotavento –con el viento de cola– entonces la corriente de aire los eleva hasta los quince metros de altura, continúan planeando y repitiendo el ciclo una y otra vez, hasta dar la vuelta al mundo.

Difícilmente podemos pensar en un avión de pasajeros que vuele de esa forma aunque ello signifique un gran ahorro de combustible. Los «ekranoplanos» rusos vuelan a muy baja altura por las mismas razones que el albatros. Pero hay muchas aplicaciones aeronáuticas cuya principal funcionalidad es que estén volando el mayor tiempo posible; por ejemplo, pequeños aviones que se usan para tomar datos científicos, como puede ser la humedad, temperatura, cantidad de CO2, óxidos de nitrógeno, etc., de algunas zonas. Para ese tipo de aplicaciones, las lecciones aprendidas del vuelo de los albatros son muy importantes pues aumentan su autonomía.

 

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