En Santorini se están produciendo los síntomas que preceden a una erupción
Santorini, en italiano y Thera o Thira en griego es el nombre de una isla que está 50 km al norte de Creta. Es una isla preciosa, con fuerte sabor mediterráneo: casas de paredes blancas y puertas, ventanas y cúpulas de un intenso azul marino. Santorini son los restos de una enorme explosión volcánica, la mayor de tiempos históricos, que de alguna manera influyó en nuestra historia. La gran explosión tuvo lugar entre los años 1628 y 1627 antes de nuestra época. Durante mucho tiempo se pensó que de algún modo había contribuido a la caída de la civilización minoica, aunque hoy se pone en duda, pues esta ocurrió noventa años más tarde de la explosión. Hace unas décadas se hizo muy famosa porque el arqueólogo Spyridon Marinatos defendió que Platón, cuando hablaba de la Atlántida, estaba transmitiendo un recuerdo de la explosión de Santorini.
La primera vez que visité Santorini fue emocionante. Subí hasta la capital, Fira, y según ascendía, la enorme caldera de las sucesivas explosiones se iba haciendo latente. Por un momento pensé que sería bonito que Marinatos llevara razón y que estuviera sobre los restos de la Atlántida. Pero fue solo un momento. Estoy absolutamente convencido de que el fabuloso continente de Platón no es nada más que un relato ejemplarizante, un cuento con moralina, para explicar qué ocurre cuando la gente se deja llevar por un mal gobierno, que no cumple con lo que nos dice en «La República». Y es posible que fuera un vago recuerdo del tsunami que asoló Grecia, más concretamente la isla de Eubea, y que arrasó con la ciudad portuaria de Atalanta, cuando Platón tenía un año de edad.
Desde aquella macro-explosión el volcán Santorini ha tenido muchas erupciones, pero nunca con la virulencia de entonces. Santorini es uno de los volcanes europeos más estudiados y hay un seguimiento permanente de lo que ocurre en él. En un reciente artículo publicado en la revista «Nature Geoscience» nos dice que desde enero de 2011 hasta abril de 2012 la cámara de roca fundida del interior de Santorini ha aumentado entre diez y veinte millones de metros cúbicos, lo que se ha reflejado en la superficie pues esta ha subido entre ocho y catorce cm de altura. Los científicos de la universidad de Oxford han llegado a esa conclusión estudiando las fotos de radar desde satélites artificiales y con aparatos receptores de GPS que son capaces de detectar cambios en la altura de tan solo unos milímetros. Se está cocinando una nueva erupción.