Tercera Cultura
comentarios 5

El secreto de la longevidad

autor: Fernando Peregrín

El secreto de la longevidadChristophe Labbé y Olivia Recasens publican una entrevista con Miroslav Radman, el genetista molecular nacido en Split, Croacia, en 1944 y naturalizado francés  en 1966, en el semanario francés Le Point, con la ocasión de la publicación de un libro se Radman sobre la longevidad inducida mediante manipulación genética. En dicho libro se puede leer que en la actualidad la esperanza de vida se alarga seis horas por día, dos días por semana tres meses por año[1]. “A este respecto, y sin que se sepa por qué ni cómo, la especie humana se retrasa en su envejecimiento seis horas por día. Radman es uno de los más renombrados genetistas moleculares y trabaja en la universidad de Medicina René-Descartes de París. De siempre se ha interesado por seguir investigando en terrenos nuevos, donde poca gente se preocupa por aventurarse. Este investigador de primera línea de la genética molecular ha revelado que las células no mutan de manera aleatoria e inevitable, haciendo volar por los aires uno de las dogmas de la genética. También es descubrimiento suyo un mecanismo inédito para la reparación del ADN. Y ha sido el primero en comprender los procesos moleculares que permiten la aparición de nuevas especies.

Miroslav Radman está convencido de que ha descubierto el camino hacia el elixir de la juventud.

–Es desmenuzando una bacteria extraña que yo he llegado a la convicción de que debe ser posible prolongar la vida humana en buena salud, bastante más allá de lo que es imaginable hoy día.

Esta bacteria esconde, como un puñado de otros bichos microscópicos, el arma contra el envejecimiento, es la “bacteria del corned-beef”, descubierta en 1956 en unas conservas de carne esterilizada a golpes de rayos gamma. Una correosa capaz de resistir a las radiaciones 10.000 veces superiores a la dosis mortal para el hombre. Hasta el punto que algunos se ha preguntado si Deinococcus radiodurans, éste es su nombre científico, ¡no ha venido del espacio!  Habiendo viajado sobre un meteorito, habrá sido irradiada y totalmente desecada, lo que explica su fenomenal resistencia a la deshidratación

— En pleno desierto, abrasado por los rayos de sol, Deinococus puede, gracias a una solo gota de lluvia, resucitar decenas, puede que hasta centenas de años más tarde – se entusiasma el investigador.

¿Cuál es el secreto de la bacteria del “corned-beef?

–A partir de un estado de muerte clínica, resucita autoreparándose gracias a un juego de dos copias de su genoma. Si usted tuviera sobre su mesa varios puzzles idénticos incompletos uno a uno, podrí intentar solucionar dicho puzzle recurriendo a la totalidad de los datos que nos proporcionan todos los puzzles. La dificultad estriba en volver aponer en orden las centenas de fragmentos del genoma pulverizados por la radiación, cosa que el Deinococcus radiodurans logra hacer en tres o cuatro horas.

Las proteínas llamadas “mecanos” que resuelven estos puzzles están en funcionamiento en todos los organismos vivos. Deben normalmente protegernos contra la herrumbre molecular producida por los radicales libres. Entonces, ¿por qué no están en marcha en el ser humano?

— El problema es que estas proteínas son asimismo víctimas de la corrosión y se hacen menos eficaces.

El arma secreta de ese cóctel de moléculas que le permiten blindar las enzimas reparadoras contra la oxidación molecular.

Disponemos asimismo de una protección antioxidante  — sin  ella estaríamos quemados antes de poder reproducirnos –, pero en cantidades insuficientes para vivir tanto tiempo como deseáramos.

Una vez identificadas las piezas antirradicales, el profesor Radman trata de ensayar cómo se comporta este “elixir” en ratones

— Este será el grano de arena que vendría a ralentizar, incluso a parar, el tic tac de nuestro reloj biológico. De aquí a una decena de años, podríamos dispones de una vacuna que nos inmunice contra el envejecimiento y las enfermedades que acompañan.


[1] Como media para una mujer de un país desarrollado

5 Comentarios

  1. ojoaldato says

    Interesante postal en la que se tratan dos asuntos relacionados pero diferentes.

    El primero es sobre el alargamiento de la vida y, sobre todo, sobre la mejora en la calidad de vida durante los últimos años de ésta. Está descrito y escrito en el primer párrafo: «En dicho libro se puede leer que en la actualidad la esperanza de vida se alarga…tres meses por año.»

    Osea, 1 año más cada 4 años. Así, una esperanza de vida de 80 años se convertiría en una de 100 años. Y, también y más importante, la mejora en la condición física y mental al llegar a esas edades.

    Otro tema está escrito en el último párrafo: «De aquí a una decena de años, podríamos disponer de una vacuna que nos inmunice contra el envejecimiento y las enfermedades que acompañan.»

    ¿La vida eterna? No recuerdo en qué libro leí -hace ya años- que el máximo biológico del Ser Humano estaba en unos 140 años más o menos. El alargamiento en la duración y la mejora en la calidad de vida de las personas es algo que ya está ocurriendo pero, ¿inmortalidad? ¿Cree alguien que ésto es posible?

  2. maria cinta says

    encuentro que es un tema fascinante y les animo a que publiquen más cosas sobre ello.

  3. Alfredo says

    Yo siempre he dicho que no es lo mismo «durar» que «vivir». Yo veo a muchos mayores durar en residencias etc. Pero eso ¿es vida?

  4. El gato de Schrödinger says

    Este tema me sugiere varias reflexiones. En primer lugar, aunque la longevidad se trata en principio de una cuestión biológica, plantea grandes interrogantes sobre las potenciales repercusiones de un incremento drástico de esa esperanza de vida en nuestras sociedades. Alterar los procesos y ciclos naturales de la vida humana de un modo revolucionario crearía una sociedad nueva, con nuevos e imprevistos problemas. ¿Sería una sociedad viable?

    En segundo lugar, somos muchos los que hemos soñado alguna vez con la inmortalidad, entendida como la eterna juventud, y no como la imposibilidad de morir. Una versión modesta y más asequible de esa inmortalidad sería la prolongación de la vida ralentizando el proceso de envejecimiento. Como los progresos científicos en esa materia son cuestión de tiempo, una de las primeras cosas que te vienen a la cabeza es la frustración por haber nacido tal vez demasiado pronto, como aquellos que murieron por una infección antes de que se inventaran y aplicaran los antibióticos.

    Finalmente, quisiera añadir que estos estudios sobre longevidad y envejecimiento abren un resquicio de esperanza a la posibilidad de morir, no de mala gana, sino cuando uno ya esté harto de vivir y haya perdido el interés por lo que el mundo le puede ofrecer, momento que tarde o temprano le llegaría a cada cual, si viviera lo suficiente.

  5. Luis says

    Hoy en día algunos físicos cuánticos prefieren hablar de información en vez de energía o materia. La información(los bits) de un ordenador contienen sus instrucciones(energía) y datos(materia),
    Por otro lado observamos en la naturaleza que cuanto más complejo es un animal más longevo es, un insecto días, un ratón meses, un perro 15 años y un humano un siglo. Si suponemos que los bits que describen esos cuerpos están escritos en la parte de memoria del universo que a cada uno le corresponde, y que cada acto emocional que ejecuta conlleva un recuerdo que es grabado en esa memoria, parece lógico que al final se acabará agotando, y la parte del código que le describe y le permite seguir vivo se colgará y morirá.
    Así como decía Alfredo, no es lo mismo durar que vivir, eso queda patente en la relatividad del tiempo, que es el reloj que marca los herzios de un proceso en el universo.
    Pero en el caso de la bacteria sucede que al no disponer de un proceso o mecanismo de memoria emocional, no se autodestruye, siendo otro modo de durar que no tiene comparación con una vida plena. Por lo que la bacteria seguía teniendo alguna actividad interna aunque imperceptible.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *