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El papel de las madres en la evolución humana

Autor Eduardo Robredo Zugasti en revolucionnaturalista.com

En el último monográfico de la revista Mètode, sobre la «naturaleza humana», Paula Casal (vicepresidenta del proyecto Gran Simio) critica lo que llama «reduccionismo tradicional masculino y centrado en la guerra». Este relato tradicional, que aparecería ejemplificado en el cinematográfico «femurazo» con el que se abre paso la banda de homínidos victoriosa en las primeras escenas de 2001. Una odisea en el espacio, debe compensarse en opinión de Casal con el reconocimiento del papel de las madres en el proceso de la «humanización». Cualquiera de los procesos en los que nos fijemos, conducta protomoral, protolingüística, prototecnológica, desde la educación de los sentimientos morales hasta la reforma de la dieta, todos reivindican un papel central para las madres. Según este «punto de vista materno» de la evolución, la conducta protomoral de los homínidos no depende esencialmente de la guerra, sino del cuidado infantil y de la transmisión materna de la cultura y la empatía: «El garrotazo es la barbarie, la empatía es la civilización» (Rifkin arriesga aún más al afirmar que la empatía es también «el alma de la democracia»). El amor al bebé, no la guerra, hizo a la civilización:

Al parecer -por los datos genómicos y fósiles-, en los orígenes de nuestra especie éramos poquísimos. No teníamos gran necesidad de enfracasrnos en una guerra fratricida que, siendo tan pocos, podría haber sido nuestro fin. Sin embargo, se piensa que, al menos entre los machos, había altos niveles de agresividad. Luego nos fuimos tranquilizando, nos hicimos menos brutos, menos polígamos, disminuyó nuestro dimorfismo sexual, aumentó el cerebro y el papel del padre y nos hicimos más «humanos». Es probable que, en lugar de un sólo factor, varios factores coevolucionasen, quizás estando todos ellos relacionados con un mismo reto: cómo sacar adelante a los bebes.

Necesitamos generar, según Casal, una nueva imagen del proceso humanizador que no sea «beliocéntrica».

La que tenemos ahora es una extensión tradicional de la historia como sucesión de glorias bélicas y masculinas. La que deberíamos tener presta más atención a modestas tareas cotidianas como cuidar a quien lo necesite, preparar comidas seguras y nutritivas y enseñar motherese.

El problema es que estas dos fascinantes «imágenes» en absoluto tienen por qué ser excluyentes y, desde luego, no podemos aceptar una hipótesis acerca de la evolución humana sólo porque nos caiga más simpática. La guerra fratricida, de hecho, podría haber influido realmente en la evolución humana, como muestra Sam Bowles. Es más, los mismos mecanismos físicos que aparentemente apoyan la imagen más dulce de nuestra evolución, como el papel que desempeña la oxitocina en la empatía social, ahora sabemos que también podrían estar involucrados en la cohesión de las coaliciones agresivas.  Dicho de otro modo, la misma hormona que sirve para estrechar los lazos entre la madre y sus hijos, sirve para formar coaliciones agresivas entre machos que acaban dando «femurazos» a los extraños.

El papel de las madres en la evolución humanaPaula Casal: «Si hay un rasgo único que nos humaniza es la empatía, reacción que favorece la oxitocina que nos inunda al dar a luz. El garrotazo es la barbarie, la empatía es la civilización.» Crédito de la imagen: Wikimedia Commons

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6 Comentarios

  1. Ya era hora de equlibrar un poco la cuestión y llevarla a un plano, probablemente, mar cercano a la realidad. El otro día le comentaba a una amiga, ¿te imaginas que dentro de un tiempo se decubriera que quienes cazaban eran realmente las mujeres?, indiscutiblemente era una metáfora, pero la intención iba por ahí. En fin de cuentas quien se ocupa de la nutrición es quien mantiene tanto al personal como a la especie en las mejores o no condiciones de sobrevivir.

  2. Xavier Rovira says

    Estoy de acuerdo con el artículo en que no se ha hecho justicia a la mujer en su papel tan importante que es traer hijos al mundo y amarlos. Y como todo ello es base piramidal para que venga todo lo demás.

    Todo el mundo sabe lo importante que son las mujeres pero hoy día nos choca que no haya habido un reconocimiento y tambien nos choca la visón tan guerrera de la historia.
    ¿Porqué no ha habido ese reconocimiento anteriormente?

    Me llama la atención las siguientes frases:
    -El amor al bebé, no la guerra, hizo a la civilización.
    -Lo importante es cómo sacar adelante a los bebes.

    Solo quiero aclarar que la guerra destruye y como es normal en ese ambiente no se puede construir nada.

    Imagino que si hay guerras es porque no se nos ocurre otra manera de resolver ciertos conflictos (antes y ahora). Lo cual es un poco triste.

    En la paz y la estabilidad familiar se puede crear una sociedad y prosperar.

    Que la oxitocina ayude está muy bien. Y muestra como la naturaleza es sabia y nos marca el camino. Una hormona que nos ayuda a vincularnos. Que bien. Una hormona relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal. Menos mal. Menos mal porque sin vincularnos no podemos construir nada estable y desde esa estabilidad si podemos humanizarnos. Así pues la lección nos viene dada dentro de nosotros, casi sin saberlo. Sin unión y establidad no hay nada.

    Dicha hormona también existe en ratones y otros animales. Así pues la maquina creadora (sea lo que sea: Dios, o azar) tiene claro que la unión y la estabilidad son condiciones necesarias para prosperar. Así pues los animales también se animalizan en vez de ser fieras y desde ahí pueden prosperar. Cada uno a su nivel.

    Entonces es como si las mismas leyes rigieras en una célula, en un ratón y en un ser humano. Entonces una célula se celuliza y puede formar tejidos. Un animal se animaliza y un humano se humaniza.

    Quizás el valor de la oxitocina está en que nos alecciona en lo importante de vincularnos, de no aislarnos.

    Entonces mi pregunta es. ¿Cuando nos vinculamos con los demá porqué lo hacemos?

    Deberíamos aprender de la naturaleza y al igual que usa la oxitocina nosotros deberiamos usar la vinculación
    en las empresas con sus empleados, en los organismos políticos con la gente que representa. Aquello que hace que las cosas se vinculen y no entren en choque o en el olvido.

    Gran lección la de la naturaleza, y gran lección la de las mujeres que con o sin oxitocina siempre tienen el amor dentro de si.

  3. Xavier Rovira says

    De todas manera me niego a reducir el mérito de la mujer a una hormona. El mérito es en todos los planos, en la conducta y en su amor a los hijos y su forma de ver la vida.

  4. Enrique Hernandez reina says

    Hasta Freud reconocia que «la civilizacion se construye bajo una renuncia pulsional»… Y no se referia solo a la Pulsion sexual sino a la renuncia a la agresividad.

  5. alfredo says

    es que buscar la «hormona de «, sea el amor, sea la agresividad, debe ser como encontrar el «gen de». Las cosas son más complicadas.

  6. Néstor Mayer says

    En el artículo se habla de empatía, y creo que serìa interesante intentar precisarla. Existen varias acepciones corrientes de esta palabra.
    La primera surge a partir de una expresión alemana Einfühlung, referido a la estética, que no viene al caso por el sentido que se le quiere dar en el artículo.
    La segunda acepción que encontramos, es para designar el conocimiento del otro obtenido por el examen reflexivo de las interacciones del yo y de otra persona, o bien, la capacidad intelectual de percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir.
    Esta segunda acepción implica que la empatía es, fundamentalmente, una habilidad que permite percibir y comprender las emociones y actitudes del otro, es decir “ponerse en el lugar del otro”. Para lograr esto deben intervenir dos talentos, la habilidad de introspección, que permite conocer los mecanismos instintivos y emocionales de uno mismo, para así poder evaluar los del otro, y la “habilidad para notar y establecer distinciones entre otros individuos y, en particular, entre sus estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e intenciones” (1)
    La tercera acepción, que creo que es incorrecta asimilarla al término empatìa, es la del contagio emocional, es decir cuando una persona experimenta el mismo estado afectivo que otra por imitación o “efecto camaleón” (2)
    La empatía, en su acepción más tradicional, está caracterizada por un esfuerzo intelectual, objetivo y racional, que no condice con el espontáneo contagio emocional. En consecuencia, la empatía es una habilidad escasa en el ser humano. Diría que es tan escasa como el sentido común, “que es el menos común de los sentidos”.
    Por tanto en este artículo, de ser correcta la postura presentada, se estaría hablando de contagio emocional en lugar de la empatía. Y en cuanto al mencionado, Jeremy Rifkin, si parte de la definición clásica, no podrá justificar demasiado su hipótesis de la empatía como fuerza motriz en el desarrollo de la historia, cuando en la historia humana han predominado las emociones, las sinrazones y los instintos de supervivencia.
    (1) Howard Gardner, Estructuras de la mente, Fondo de Cultura Económica, 1995
    (2) http://www.somosprimates.com/tag/contagio-emocional/-rc

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